INVESTIGADORES
TRONCOSO Claudia Alejandra
congresos y reuniones científicas
Título:
El Qhapaq Ñan en el norte argentino: entre pasados conflictivos y futuros promisorios asociados al turismo
Autor/es:
CLAUDIA TRONCOSO
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; IX Congreso Nacional de Geografía de Universidades Públicas; 2023
Institución organizadora:
UBA
Resumen:
Descripción y justificación del tema. Durante las últimas décadas los reconocimientos patrimoniales oficiales se han multiplicado, entre otras cosas, a partir de la creación de nuevas categorías que clasifican aquellos elementos considerados de valor patrimonial. Este es el caso tanto para categorías creadas por entidades nacionales como por aquellas definidas desde organismos internacionales; entre estos últimos destaca la UNESCO como referente de cuestiones vinculadas con el patrimonio a nivel mundial. El Comité de Patrimonio Mundial, dependiente de este organismo, creó en 1972 la designación de Patrimonio Mundial, probablemente el reconocimiento patrimonial de mayor prestigio a nivel internacional. Desde ese año el Comité distingue sitios (arqueológicos, arquitectónicos, históricos y también naturales) o manifestaciones culturales que, a partir de criterios fijados, considera de relevancia y valor universal. Entre las diversas categorías patrimoniales se encuentra la de Itinerario Cultural (creada en 2005). En el contexto de crecimiento de reconocimientos patrimoniales en 2003, desde Perú, surge la iniciativa de sumar a otros países sudamericanos para iniciar el proceso de postulación del sistema vial andino -una red de caminos que recorre el oeste de Sudamérica construida previamente al desarrollo del imperio inca pero mejorada y potenciada por él- como Patrimonio Mundial. La postulación se realizaría para la categoría Itinerario Cultural. El proyecto contó con la adhesión de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador y los seis países comenzaron a trabajar en la propuesta llevada adelante con cooperación técnica (2006-2011) del BID y la UNESCO (BID, 2006).Las tareas de relevamiento fueron acompañadas de la justificación del carácter excepcional, singular y distintivo del bien (tal como lo solicita la UNESCO). Así, el sistema vial es presentado, en términos técnicos, como una extensa red (para traslado de personas, ejércitos, mercancías y recursos) que articula ciudades, aldeas y áreas rurales ubicadas en los diferentes ambientes comprendidos por el imperio Inca (altas cumbres, costa oceánica, selvas, valles, desiertos). Su carácter excepcional también se justificó por el hecho de que, si bien se trata de un camino histórico, algunos tramos continúan en uso en la actualidad. En 2014 parte de este sistema vial fue inscripto en la lista de Patrimonio Mundial (categoría Itinerario Cultural) con el nombre que recibe en quechua: Qhapaq Ñan. En el caso de la Argentina, se reconoce que existen alrededor de 100 tramos del sistema vial andino de los cuales se seleccionaron trece de ellos y 32 sitios arqueológicos. Estos lugares se localizan en siete provincias (Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza). A excepción de algunos casos, la mayoría de estos tramos y sitios se encuentran alejados de las áreas turísticas más visitadas.La organización del proyecto Qhapaq Ñan en Argentina estuvo a cargo del Ministerio de Cultura de la Nación. Para el trabajo en cada ámbito provincial se designaron equipos de trabajo que definieron qué área, tramos o sitios arqueológicos formarían parte de la postulación argentina. A nivel provincial se definieron también las estrategias de gestión patrimonial de estos sitios. Tanto para las instancias de selección de sitios como para las relacionadas con la gestión se encararon metodologías participativas que buscaron el involucramiento de las comunidades locales (Sosa, 2015). En Argentina, son 18 las comunidades cercanas al Qhapaq Ñan en las cuales se realizaron talleres participativos para informar y decidir acerca del bien patrimonial. Este tipo de distinciones patrimoniales involucran un conjunto de saberes técnicos e instituciones competentes que legitiman el carácter patrimonial del objeto o lugar en cuestión. Pero también, como es ampliamente reconocido en la literatura, son producto de procesos por los cuales se definen identidades. Más allá de sus dimensiones técnica e identitaria, otros aspectos dan cuenta de la inserción del patrimonio en dinámicas sociales más amplias: entre ellas su asociación con proyectos políticos, iniciativas económicas y prácticas de ocio y turismo (Prats, 2009). Los consensos, los disensos, las negociaciones y los conflictos involucrados en los procesos de distinciones patrimoniales oficiales han sido largamente estudiados dando cuenta de una variedad de situaciones. También ellas se han manifestado en torno al Qhapaq Ñan. En este trabajo interesa, especialmente, conocer cómo el proyecto patrimonial de Qhapaq Ñan, en el caso argentino, se vinculó con el turismo. En particular, se busca indagar cómo el turismo se “cuela” en el proyecto tanto en relación con antecedente conflictivos que tienen en su centro a esta práctica, como en términos de propuestas futuras para la valorización del patrimonio declarado formalmente. Objetivo. En relación con lo precedente, se procura indagar cómo se concreta el proyecto patrimonial de Qhapaq Ñan en Argentina, en particular en las provincias argentinas de Salta y Jujuy. Esto implica tener en cuenta los procesos de selección de lugares que se realizaron para la postulación ante la UNESCO y los criterios implicados en estas selecciones. En relación con esto, se presta especial atención al rol del turismo en este proceso. Para ello el trabajo se interroga acerca de a) cómo los antecedentes de valorización del turismo en la región han jugado un papel central a la hora de seleccionar lugares para integrar el Qhapaq Ñan; y b) cómo el turismo se incorpora como expectativa de generación de ingresos para las áreas incluidas en la postulación patrimonial. En términos más amplios, interesa conocer las múltiples dimensiones presentes en la definición de lugares patrimoniales y turísticos atendiendo a los actores involucrados (y sus intereses, acciones, omisiones, cuestionamientos) que convergen en los lugares y le dan forma a estos procesos. Abordaje teórico-metodológico. Existe una extensa literatura que aborda la articulación de iniciativas patrimoniales con la práctica del turismo. Entre otras cosas, esta literatura ha destacado el rol del patrimonio como atractivo turístico en dinámicas globales actuales marcadas por un fuerte interés en la cultura y el pasado. David Lowenthal (1998: 6) dirá que “… la diferencia implícita en el pasado es uno de sus encantos” para las sociedades contemporáneas. Esto se complementa con la relevancia que ha tomado el turismo como práctica de ocio constitutiva de las sociedades contemporáneas (Urry, 1990). Las designaciones patrimoniales tornan altamente visibles los elementos y lugares distinguidos, especialmente aquellas que se basan en el carácter excepcional de los bienes, entre ellas la distinción de Patrimonio Mundial (Harvey, 2002). De manera complementaria, la creación de patrimonio ha sido interpretada como una de las formas actuales de multiplicación de atractivos turísticos y eventos de consumo apoyados en negocios turísticos. En relación con esto se ha señalado que, cada vez con más frecuencia, el turismo está guiando qué se distingue oficialmente como patrimonio (Prats, 2009; Hernández Ramírez, 2012; Santamarina Campos, 2013). Esta interpretación también alcanza a los sitios que integran la lista de Patrimonio Mundial que suelen ser atractivos altamente visibles en el contexto mundial. Estas vinculaciones entre patrimonio y turismo pueden estar atravesadas por conflictos o tensiones de los cuales la literatura específica ha dado cuenta -por ejemplo, a través de la idea de disonancia del patrimonio de Graham, Ashworth y Tunbridge (2000)-.¿Cómo se articulan los procesos de patrimonialización del Qhapaq Ñan con el turismo en lugares específicos? ¿Cómo este proyecto regional de proyección internacional se concreta en lugares con una historia previa (y conflictiva) de búsqueda de designaciones patrimoniales orientadas al turismo? Para abordar estas cuestiones se diseñó una estrategia metodológica que incluyó el relevamiento de fuentes secundarias (documentos oficiales, noticias periodísticas, información consignada en páginas web oficiales) relativas al proceso de inscripción del Qhapaq Ñan ante la UNESCO, su designación por el organismo, las iniciativas de gestión patrimonial y turística y los conflictos generados en torno a estas cuestiones. Asimismo, se realizaron entrevistas personales (entre 2009 y 2019) en el Ministerio de Turismo de Jujuy, la Secretaría de Cultura de Jujuy, el Programa Qhapaq Ñan Salta, la Dirección de Patrimonio de Salta y el Ministerio de Turismo de Salta. Esta información empírica buscó dar cuenta de las distintas instancias del proceso de patrimonialización desde los momentos previos a la postulación ante la UNESCO hasta las iniciativas más recientes de definición de proyectos turísticos para las áreas designadas. Principales resultados y reflexiones. Los resultados de la investigación dan cuenta de una articulación entre proceso de patrimonialización y turismo atravesada por ciertas tensiones que orientan las formas en que se seleccionan lugares vinculados al Qhapaq Ñan en las provincias de Jujuy y Salta. En relación con esto, por un lado, los sitios y tramos seleccionados en ambas provincias estuvieron definidos por criterios técnicos y científicos pero ellos se articularon con estrategias que procuraron evitar problemas que ya se habían manifestado en la zona en relación con un proceso de patrimonialización previo altamente conflictivo vinculados a la valorización turística: la inscripción de la Quebrada de Humahuaca, provincia de Jujuy, en la lista de Patrimonio Mundial en 2003. En esa ocasión, los conflictos se vincularon, entre otras cosas, con la apropiación desigual de los beneficios que generó el turismo (fundamentalmente obtenidos por empresarios turísticos llegados de otros lugares y no por la población local); también se relacionaron con la dinamización del mercado inmobiliario que implicó la expulsión de residentes que ocupaban tierras de manera informal; y, además, con el acceso por parte de la población local, a puestos de trabajo en condiciones deficientes (temporarios, informales, con bajos salarios, etc.) (Troncoso, 2012). Esto llevo a considerar a la experiencia en la Quebrada de Humahuaca como “el modelo a evitar” en diversos ámbitos vinculados con la gestión. Este antecedente influyó en el hecho de que no se seleccionaron tramos del camino que pasan por la Quebrada de Humahuaca. En contrapartida, se eligieron tramos en otras áreas de Jujuy relativamente aisladas y sin presencia turística (Santa Ana y Valle Colorado). En Salta, también se procuraron sitios patrimoniales alejados de los destinos turísticos para proteger al patrimonio del contacto con el turismo y para evitar situaciones problemáticas vinculadas con el potencial aumento de las visitas (especialmente Llullaillaco y Potrero de Payogasta). Aquí los antecedentes conflictivos relacionados con el turismo “guiaron” las selecciones patrimoniales. Por otro lado, existieron ciertas objeciones por parte de la población en algunas localidades a su inclusión en el proyecto (Queta). Algunas de ellas solicitaron no ser incluidas en la medida en que conocían claramente los antecedentes (y las consecuencias negativas para la población local) del caso Quebrada de Humahuaca. En otros casos (Santa Ana y Valle Colorado), se generaron discusiones respecto de qué priorizar: si brindar apoyo a las tareas de protección y rescate patrimonial vinculadas con el proyecto de designación de Qhapaq Ñan o a aquellas otras iniciativas (construcción de infraestructura vial) que eran visualizadas como iniciativas que podrían mejorar la movilidad y las condiciones de vida locales. Este tipo de situaciones que desafiaban un proyecto internacional en marcha también pusieron en jaque las estrategias participativas a partir de las cuales se buscó dar legitimidad a la postulación. Si la población local no adhería al proyecto patrimonial y esto era así expresado en las instancias participativas, ¿cuál era la solución que debían ensayar los expertos y los representantes de los organismos públicos involucrados en un proyecto que se sabía que se concretaría de todas formas? Las soluciones fueron variadas (desde buscar la “concientización” sobre el tema patrimonial hasta procurar la participación solo de aquellos que avalaban el proyecto). Este tipo de dilemas no solo involucró a las sociedades locales: también dividió las aguas entre los expertos (Salin, 2021) y algunos decidieron abandonar el proyecto argumentando que las voluntades de la población local no estaban respetadas en una iniciativa que iba a seguir su curso porque respondía a intereses que excedían los ámbitos provinciales. Entonces, ¿qué acontece cuando las ideas respecto del patrimonio no son coincidentes?, ¿qué se hace con las miradas disidentes respecto de aquellas que esbozan las autoridades patrimoniales y los expertos ¿Es posible desafiar el discurso patrimonial autorizado (Smith, 2006) que manejan expertos e instituciones patrimoniales? Todas estas cuestiones ponen en evidencia las disonancias del patrimonio (Graham, Ashworth y Tunbridge, 2000), es decir las disidencias respecto de los significados y los usos propuestos por los diferentes actores. Estos resultados de la investigación se completan con otros que hacen referencia a las ideas turísticas pensadas para estos nuevos destinos patrimoniales. Cuando se obtuvo el reconocimiento de la UNESCO los lugares vinculados al Qhapaq Ñan fueron promocionados turísticamente como nuevos destinos. La condición de destinos “fuera de los caminos trillados” que tienen los lugares seleccionados para ser incluidos en la lista de Patrimonio Mundial fue la base para la creación de propuestas turísticas (desde el estado y desde el sector privado) que buscaron el interés actual por destinos aislados, remotos, a los que el turismo aún no llegó. Para estos lugares se pensaron modalidades turísticas que en apariencia no son conflictivas (evitando repetir experiencias pasadas). El turismo comunitario (en Santa Ana, Valle Colorado y Quebrada del Toro) y el montañismo (asociado al ascenso al Llullaillaco) fueron dos de las modalidades elegidas: ellas se presentaron como formas de practicar el turismo respetuosas de ambientes y poblaciones locales pero con las “virtudes” de cumplir con las funciones de contribuir al desarrollo y al mejoramiento de las condiciones de vida de la población. Nuevamente las experiencias previas de desarrollo del turismo en la zona están presentes y buscan ser evitadas o revertidas mediante la promoción de modalidades que parecen asegurar solo consecuencias positivas. Dado que se trata de iniciativas recientes queda abierta la pregunta respecto de si el desarrollo de estas modalidades dará pie a alternativas respecto de las formas conflictivas y la apropiación desigual de beneficios que signó las experiencias precedentes.Las vinculaciones que el patrimonio tiene con el turismo han sido ampliamente reconocidas en la literatura especializada. Esta relación ha sido especialmente estudiada atendiendo al carácter de atractivo turístico del patrimonio. Como sostienen muchos especialistas, las demandas turísticas están presentes al momento de postular y designar formalmente ciertos elementos como patrimonio. En este sentido, formalizar patrimonios sería una manera de crear atractivos turísticos para un público interesado en conocer la diversidad natural o cultural de la humanidad. Pero, además de esto, el turismo se hace presente en otros momentos de los procesos de patrimonialización. En el caso analizado vinculado a la patrimonialización del Qhapap Ñan, los antecedentes conflictivos asociados a iniciativas patrimoniales y procesos de valorización turística previos en la zona tuvieron un peso decisivo en esta nueva patrimonialización. Estos antecedentes definieron las selecciones del camino que se realizaron ya sea por prudencia por parte de las autoridades o por objeciones por parte de las comunidades. Asimismo, ellos generaron nuevos conocimientos en las sociedades locales que ellas pusieron en juego para evaluar su participación en el proyecto. De manera complementaria, la búsqueda por evitar conflictos también está implicada en las modalidades turísticas elegidas para desarrollar en estos nuevos destinos tematizados en torno al patrimonio: modalidades asumidas a la vez como inocuas y portadoras de beneficios. Lo expuesto para este caso permite considerar las múltiples dimensiones, actores e intereses en juego en los procesos de valorización patrimonial y turística de los lugares. En definitiva, permite conocer cómo se define una geografía turística y patrimonial que reúne proyectos regionales, organizaciones internacionales, instituciones públicas nacionales y subnacionales, cuerpos de expertos y comunidades locales que convergen en un lugar donde la historia turística y patrimonial también cobra peso como experiencia pasada (cuestionada por unos, evitada por otros). BibliografíaBID- Banco Interamericano de Desarrollo (2006). El Qhapaq Ñan- Camino Principal Andino. Plan de Acción Regional para un proceso de integración y cooperación. BID.Graham, B., Ashworth, G. y Tunbridge, J. (2000). A Geography of Heritage. Power, Culture and Economy. Arnold Publishers. Harvey, D. (2002). The art of rent: globalization, monopoly and the commodification of culture. Socialist Register, 38. Hernández Ramírez, J. (2011). Los caminos del patrimonio. Rutas turísticas e itinerarios culturales. Pasos, Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 9(2): 225-236. https://doi.org/10.25145/j.pasos.2011.09.021Lowenthal, D. (1998) El pasado es un país extraño. AKAL Ediciones. Prats, L. (2009). Antropología y patrimonio. Ariel. Salin, E. (2021). Routes patrimoniales et narrations plurielles: le Chemin de l’Inca (Qhapaq Ñan, Camino principal andino/Andean road system) le cas particulier d’une route patrimoniale non touristique? Via Tourism, 20. https://doi.org/10.4000/viatourism.7334 Santamarina Campos, B. (2013). Los mapas geopolíticos de la UNESCO: entre la distinción y la diferencia están las asimetrías. El éxito (exótico) del patrimonio inmaterial. Revista de Antropología Social, 22. https://doi.org/10.5209/rev_RASO.2013.v22.43191Smith, L. (2006). The uses of heritage. Routledge.Sosa, V. (2015). Gestión participativa del Qhapaq Ñan Argentina. Jornada Protección, conservación y gestión del Qhapaq Ñan - Sistema Vial Andino, Patrimonio Mundial, Cátedra UNESCO de Turismo Cultural Untref-Aamnba (24/8/2015).Troncoso, C. (2012). Turismo y patrimonio en la Quebrada de Humahuaca. Lugares, actores y conflictos en la definición de un destino turístico argentino. Pasos Edita N°9. Urry, J. (1990). The tourist gaze. Leisure and Travel in Contemporary Societies. Sage.