INVESTIGADORES
TALEVI Alan
congresos y reuniones científicas
Título:
Estudio sobre Automedicación en Estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata
Autor/es:
CINTIA CASTRONUOVO; FERNANDO CHICLANA; LAURA GIOSSO; GISELLA PENSA; MERCEDES PRARIO ; VIRGINIA REBOLLO; NATALIA BUSTOS ; ALAN TALEVI; SUSANA MUÑOZ
Lugar:
Palmares Bureau
Reunión:
Congreso; XVIII Congreso Farmacéutico Argentino; 2007
Institución organizadora:
Confederación Farmacéutica Argentina
Resumen:
La automedicación y la autoprescripción constituyen prácticas riesgosas cuyas consecuencias pueden ser, entre otras: enmascaramiento de una enfermedad (retrasando la asistencia médica en casos en los que es realmente necesaria), aparición de reacciones adversas e interacciones medicamentosas, aumento de la resistencia a agentes antimicrobianos, elección incorrecta de medicamentos y riesgo de abuso o farmacodependencia [1]. Según la OMS, el término automedicación se refiere al uso de productos medicinales por parte del paciente para tratar desórdenes o síntomas que el paciente reconoce, o el uso intermitente o continuado de una medicación prescrita por el médico para enfermedades o síntomas recurrentes o crónicos [2,3]. Conviene entonces diferenciarla de la autoprescripción, que se refiere al uso ilegal de medicamentos de venta bajo receta sin la prescripción médica correspondiente [3]. Sin embargo, desde hace ya algunos años la OMS y otras organizaciones internacionales como la Federación Farmacéutica Internacional y la Industria Mundial de la Automedicación Responsable atribuyen a la automedicación responsable ciertos aspectos positivos [2-6], entre los que cabe mencionar la menor demanda de asistencia sanitaria a dolencias menores que no la requieren, reduciendo los tiempos de visita y los costos del sistema sanitario (lo que puede ser especialmente ventajoso en países con un sistema de salud congestionado), y una mayor accesibilidad del paciente al medicamento, lo cual implica un alivio más pronto de su dolencia. Adicionalmente, se considera un derecho y obligación del paciente su participación en el planeamiento e implementación del cuidado de su salud, enmarcando la automedicación dentro de los llamados auto-cuidados sanitarios, que incluyen además aspectos menos controversiales como la higiene personal, el estilo de vida, la nutrición, etc. La automedicación responsable requiere el uso de medicamentos seguros y eficaces, destinados a tratar condiciones que el paciente puede reconocer o estados patológicos crónicos o recurrentes luego de un diagnóstico médico inicial. Los productos utilizados deben además incluir toda la información necesaria referente a cómo administrarlos, efectos adversos, interacciones medicamentosas, duración del tratamiento, etc. que favorezcan el uso adecuado por parte del paciente. En este escenario la OMS ha destacado al profesional farmacéutico, lógicamente, como una figura clave en el equipo de salud para educar a la población en prácticas adecuadas y seguras de automedicación responsable [3]. Objetivos • Estudiar las conductas de automedicación de estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata. • Determinar si las mismas se adecuan a los requisitos estipulados por la OMS para considerarse automedicación responsable. • Definir el rol actual y potencial que el profesional farmacéutico desempeña como educador privilegiado de la población estudiada en prácticas de automedicación segura y eficaz