Caracterización de las peligrosidades y vulnerabilidades de dos paradores en el litoral sur de Mar del Plata

MOJICA MARCIA

Mar del Plata

Congreso; III Congreso iberoamericano de gestion integrada de areas litorales; 2023

IBERMAR

El litoral sur del partido de General Pueyrredón se caracteriza por presentar una alta calidad paisajística debido a que corresponde a la franja costera con mayor preservación de la naturaleza, es decir, exhibiendo escasas construcciones y obras de protección, estando presentes solo en sitios puntales. Asimismo, la zona se caracteriza por costas erosivas con acantilados de aproximadamente 30 metros de altura que en algunos casos presentan dunas rampantes, también se da la formación de playas en bolsillo de diferentes dimensiones, e intermitentemente quedan expuestas plataformas de erosión. En términos administrativos las playas tiene diferentes competencias, por un lado hay unidades turísticas fiscales de competencia municipal con concesiones a privados para la explotación de la playa, y por otro lado hay competencias privadas y de administración nacional. Las condiciones naturales y paisajísticas de la zona junto con el auge turístico e ideológico de los últimos años son aprovechados de forma económica por emprendedores turísticos. De esta forma dentro de la franja litoral se asienta dos paradores: Playa Serena y Pura Vida, este último también funciona como hostel. Ambos están ubicados sobre la cima de acantilados de diferentes litologías: areniscas inconsolidadas (duna rampante); y limos con concreciones de toscas. Debido a su cercanía y misma orientación (1000 m, NE-SW) poseen iguales condiciones oceanográficas. Los dos sectores presentan escasa o nula playa seca en el pie del acantilado, dejando sus bases expuestas a la energía de las olas, mareas y tormentas incrementando el retroceso del acantilado y consecuentemente aumentando el riesgo de los paradores. Así es que en este manuscrito se pretende caracterizar las peligrosidades de sitio según Monti (2011), primaria y secundaria. Seguidamente, analizar los elementos tangibles vulnerables dentro de los conceptos de vulnerabilidad física y natural (Wilches-Chaux, 1993) que presentan los dos paradores. Este trabajo resulta ser novedoso debido a la aplicación en dos edificios puntuales del litoral sur de Mar del Plata, cercanos entre sí pero emplazados sobre diferentes litologías.Para llevar a cabo los objetivos se implemento la siguiente metodología, inicialmente se clasificaron las fuentes de peligrosidades, se plantearon e identificaron una serie de geoindicadores de erosión, y así se pudo determinar si existe una peligrosidad asociada a rasgos naturales (plataforma de erosión, cárcavas, cuevas, marmitas, caída de material-remoción en masa, discontinuidades-planos de debilidad) o antrópicos (base de accesos expuestas, obras de defensa, restos de viejas construcciones en la playa in-situ o transportadas), y luego se identificaron los conceptos tangibles susceptibles a la peligrosidad frente erosión. Secundariamente, se clasificaron los elementos vulnerables y se determino el grado de vulnerabilidad de los conceptos tangibles, basándose en la metodología de OCDE (1993; presión, estado y respuesta) junto con algunas nociones de Anfuso et al. (2013) y Del Río y García (2019) se desarrollaron indicadores de base (litología, consolidación del material del acantilado, desarrollo de playa, desarrollo de la plataforma de abrasión, aguas subterráneas) y de presión (carga superficial, impermeabilización de la cima de los acantilados, desagües expuestos, estructuras de protección, línea de construcción al borde del acantilado) para evaluar si presenta una vulnerabilidad por la naturaleza del sitio o por el desarrollo urbano en la cima del acantilado. Cada uno de los indicadores a su vez se les otorgo un valor de 1 a 4 dependiendo de ciertas características propias, correspondiendo 1 a menos vulnerable y 4 a más vulnerable. Una vez identificado el indicador se les aplico una suma algebraica a los valores del ranking para finalmente adquirir el grado de vulnerabilidad. La información necesaria para identificar y analizar los geoindicadores e indicadores fue obtenida de relevamiento en campo realizado en enero de 2023 en ambos paradores.Al aplicar la metodología anteriormente descripta se puede llegar a los siguientes resultados. El parador de playa Serena, emplazado sobre una duna rampante de aproximadamente 10 m de altura presentó mayores rasgos antrópicos de erosión, sin embargo se observaron planos de debilidad y discontinuidades en los acantilados y en sus bases se registraron procesos de caída de material y remoción en masa. Por otro lado, el parador de Pura Vida, construido sobre acantilados de limos entoscados de 10 m de altura presentó la mayoría de los geoindicadores, tanto naturales como antrópicos, siendo minoría los geoindicadores de caída de material y discontinuidades. Respecto a la evaluación de la vulnerabilidad, ambos paradores son construcciones de concreto antiguas, el parador de playa Serena presentó un valor de indicadores de base de 17 y en los indicadores de presión fue de 16. De igual forma para el parador Pura Vida se obtuvo de base 16 y de presión fue de 18. En ambos paradores la fuente de peligrosidad primaria es la erosión marina y como fuente secundaria los procesos gravitacionales incrementados en playa Serena por la naturaleza del sitio. En menor intensidad que las peligrosidades nombradas, también presenta peligros por erosión pluvial. Al identificar los elementos tangibles vulnerables para los dos paradores se pueden citar a los siguientes: construcciones e instalaciones (escaleras, carteleras, entre otros), los vehículos ubicados en los estacionamientos más cercanos al borde del acantilado, las personas que pueden estar transitando/reposando sobre la cima o por debajo del acantilado. Sin embargo para el parador Pura Vida, los vehículos no estarían expuestos a las peligrosidades debido a que la zona de estacionamiento esta a una distancia prudente del borde del acantilado, contrariamente lo que pasa en la zona pública, donde los autos estacionan lo más cercano posible a la bajada pública. A modo de conclusión se puede decir que ambos paradores se encuentran expuestos a la misma peligrosidad primaria: erosión litoral, a la peligrosidad secundaria: procesos de erosión gravitacionales, que en el caso de playa Serena se agrava aún más a causa del material que forma los acantilados. A su vez, otra peligrosidad primaria que presentan es la erosión pluvial. Esto genera otras dos fuentes secundarias como inundaciones, incisiones en la cima del acantilado por formación de cárcavas y desmoronamientos, y por otro lado erosión pluvial en la cima de los acantilados por compactación e impermeabilización del suelo. De igual forma ambos paradores presentan peligrosidad inducida por los restos de viejas construcciones y bloques de rocas colocados a modo de protección que incrementan la posibilidad de daño en la salud y seguridad de los usuarios. Según los indicadores de base playa Serena tiene un mayor grado de vulnerabilidad por la naturaleza del sitio (17) a diferencia de Pura Vida (16). En cambio en la vulnerabilidad por el desarrollo urbano, Pura Vida presentó el mayor grado (18) debido a que presenta drenajes puntuales en la cima del acantilado y, aunque los dos paradores tengan la línea de construcción a menos de 3 m del borde del acantilado, Pura Vida ya tiene un vértice del edificio en el aire. Este manuscrito deja en evidencia las diferentes peligrosidades y vulnerabilidades que presentan dos sitios cercanos geográficamente (1000 m) de construcciones similares pero emplazadas en sustratos distintos. Debido a que los aspectos legales de la zona son confusos ya que ambos paradores se encuentran dentro de una reserva municipal, pero esa franja litoral corresponde a un privado y a una asociación anónima, la presencia de la Municipalidad no es clara por lo que la gestión de este territorio se hace dificultosa dejando libre albedrio de los usuarios e incrementando los riesgos.