BECAS
CANEVARI TomÁs
congresos y reuniones científicas
Título:
La ciencia y su participación en los asuntos públicos. Lógicas, territorialidades y temporalidades diversas
Autor/es:
CANEVARI TOMÁS
Lugar:
La Plata
Reunión:
Encuentro; III Encuentro Latinoamericano de Territorios Posibles. Desafíos para la Justicia Territorial; 2023
Institución organizadora:
UNLP
Resumen:
La cuestión del vínculo entre la ciencia y la política es de larga data y, a la vez, un debate inacabado. Hay, en ese sentido, lógicas, temporalidades y territorialidades diversas que exigen repensar y readecuar ese lazo de gran potencial transformador entre la ciencia y la política desde el aquí y ahora, es decir, un pensar espacio-temporalmente situado. Este trabajo analiza el concepto de asuntos públicos en relación al quehacer científico, a la vez que presenta resultados de dos Agendas Científicas Participativas a la luz de dos preguntas motoras: ¿En qué medida las lógicas, territorialidades y temporalidades diversas de la ciencia, la comunidad y las políticas públicas son obstáculo en este vínculo pluri-actores e inter-institucional? ¿Qué estrategias comunicacionales pueden promover su articulación en pos de sociedades, ambientes y territorios más justos y sustentables?Coincidimos con Kessler (2014) cuando plantea una serie de condiciones que deben darse para que algo se transforme en un problema público, a saber: “consenso social de que es un problema importante, trabajo de los especialistas, apelación al Estado a dar respuesta, existencia de indicadores y categorías convincentes que permiten que un tema se estabilice como preocupación en la arena pública” (p.36). Ese consenso social surge de experiencias colectivas generalmente vinculadas a malestares, descontentos o sufrimientos. Los asuntos públicos, por sus condiciones antes descriptas, luego hacen parte de una agenda política, legislativa, mediática, social, ¿Y científica? Las políticas públicas que dan respuesta a los problemas públicos son, según define Pierre Muller (2010), un intento por actuar sobre un campo de la sociedad. Por su parte, ¿cómo intenta la ciencia actuar sobre la sociedad?Prevalece en el campo científico el trabajo por la generación y acumulación de conocimiento propiamente dicho y por la crítica y la resistencia a modelos hegemónicos. Boaventura de Sousa Santos (2009) propone cuatro grandes áreas para pensar un diagnóstico crítico de nuestro contexto intelectual actual: el primero es que existen “preguntas fuertes y respuestas débiles”. El segundo eje es “la contradicción entre medidas urgentes y el cambio civilizatorio”. Luego explicita el riesgo que implica una “pérdida de los sustantivos”. Finalmente, concluye que una preocupación para pensar en epistemologías de la emancipación es “la relación fantasmal entre la teoría y la práctica”. En ese nudo de desencuentros entre método y situación y de dislocación entre ciencia-política, ¿es posible construir agendas integrales e integradoras desde la ciencia que conduzcan a su vez a una gobernanza más plural y democrática? Una primera respuesta es la necesidad de repensar los límites de las disciplinas entre sí y de sus vínculos con la praxis. La siguiente es, en palabras de Martín-Barbero, que la realidad: “en lugar de más conocimiento en la lógica pura de la acumulación, reclama el re-conocimiento, según la lógica de la diferencia, de verdades culturales y sujetos sociales” (2003, p. 204). Las Agendas Científicas Participativas (Bozzano y Canevari, 2019) que desarrollamos desde 2015-2016 en el Gran La Plata, Argentina, se sustentan en estas dos premisas. Se trata de un concepto emergente que resume una posición de la ciencia construida en base a la Investigación-Acción-Participativa (Fals Borda, 1986), los diálogos de saberes de Paulo Freire (1996), las Epistemologías del Sur de Boaventura de Sousa Santos (2009) y las utopías reales de Eric Olin Wright (2014). Éstas nacen de investigaciones interdisciplinarias, con alta participación ciudadana, con visiones integrales, integradoras e integradas de las problemáticas en tratamiento, con ejemplaridad y replicabilidad, y con la férrea voluntad de aplicación. Por la participación activa de la comunidad y sus organizaciones sociales, de funcionarios públicos y de científicos, se reconocen allí lógicas, territorialidades y temporalidades que generan inercias en los procesos de transformación planteados para las variadas problemáticas relevadas en el diagnóstico desde las Ciencias Humanas y Sociales, Exactas y Naturales. Las lógicas, porque según el rol de cada actor cambia lo importante, lo necesario, lo urgente, lo viable, lo redituable. Las territorialidades porque, por caso, las problemáticas de inundación que genera una cuenca hídrica o la contaminación del agua, aire y suelo producida por un polo petroquímico industrial no respetan las divisiones políticas de los municipios. Las temporalidades, porque las gestiones políticas se rigen por elecciones cada cuatro años, los proyectos científicos de variable duración habitualmente no superan los dos años y las problemáticas del ambiente y la sociedad trascienden estos tiempos. En este sentido, las ACP se proponen una gestión del conflicto basada en la escucha, el conocimiento y el re-conocimiento de actores, con sus respectivos mundos culturales y universos vocabulares, entendiendo los procesos de comunicación como encuentro en la diversidad a la vez que como interacciones y vínculos intersubjetivos que permiten enunciar y transformar sentidos y acciones.