INVESTIGADORES
SEGURA Ramiro
congresos y reuniones científicas
Título:
Round Table “Decolonizing the Urban. Multilayered and Multiscalar Aspects of Coloniality"
Autor/es:
RAMIRO SEGURA
Lugar:
San Pablo
Reunión:
Workshop; The Maria Sibylla Merian Centre Latin America (MECILA) Anual Meeting "Colonialities and their Contestation. Negotiating Conviviality in Latin America"; 2022
Institución organizadora:
The Maria Sibylla Merian Centre Latin America (MECILA)
Resumen:
Mi presentación tiene como punto de partida cierto malestar respecto a los abordajes decoloniales y poscoloniales de los procesos urbanos. Este malestar asume la forma de la ambivalencia. Por un lado, estas perspectivas no solo resaltaron críticamente la cualidad de la ciudad como artefacto colonial (reducir, ordenar, jerarquizar) y la persistencia de una “colonialidad territorial” en las sociedades poscoloniales en las búsquedas por ordenar la sociedad a través del espacio, sino que también llamaron la atención sobre la restringida geografía de la teoría urbana global que, reproduciendo la “herida colonial”, describe a las ciudades del Sur Global por su diferencia y/o deficiencia respecto de la ciudad moderna. Sin embargo, por el otro lado, a través de ciertos usos reificantes de la idea de la colonialidad del poder y del saber, estas perspectivas muchas veces “aplanan” la efectiva historia urbana convivial de las sociedades poscoloniales, así como “subordinan” desarrollos teóricos locales y regionales.Dicho de otro modo: a la vez que permiten ver ciertas cualidades problemáticas tanto de la ciudad como artefacto como de muchas de las categorías teóricas disponibles para pensarla, el énfasis en la colonialidad del poder aplana una historia plagada no solo de orden y jerarquías sino también de prácticas, productos y conflictos y subordina algunos desarrollos conceptuales situados que pensaron en esas dinámicas. (Asimismo, vale mencionar que en el “olvido” y la “subordinación” de estas experiencias también colaboró la profunda discontinuidad en el desarrollo de los estudios urbanos latinoamericanos debido a los procesos políticos de la región durante la segunda mitad del siglo XX).Para esto abordaré dos contextos del urbanismo latinoamericano: los debates sobre los procesos de autoconstrucción de las periferias urbanas en la segunda mitad del siglo XX (1950-1970) y las disputas a los órdenes urbanos que la antropología y la sociología urbanas han registrado en el espacio público de las ciudades latinoamericanas en las primeras décadas del siglo XXI. Más allá de sus diferencias, ambos contextos tienen en común la emergencia de una multiplicidad de agentes y de prácticas sociales involucrados en el “hacer ciudad” (Agier, 2015) que exigen desplazar el punto de vista desde “la ciudad panorama” -visible, legible, cartografiable- hacia el “espacio vivido” -lugar practicado, heterotópico, abigarrado-. En el primer contexto la discusión se centró en los modos de interpretar y de intervenir en los procesos de “producción social del hábitat” en el marco de un ciclo del pensamiento latinoamericano que va de la teoría de la modernización a su crítica por medio de la teoría de la dependencia. En el terreno específico de los estudios urbanos este desplazamiento se condensa en el pasaje de la “barriada como problema” a ser erradicado/formalizado a la “barriada como solución”, idea que anticipa ciertas propuestas del planeamiento decolonial contemporáneo. En el segundo, las prácticas de habitar (Ingold, 2011) la ciudad por parte de diversos agentes en un contexto de “fragmentación” (¿y secesión por parte de las clases altas?) del espacio urbano sugieren un espacio no solo desigual, sino plural y disputado, que nos remiten a propuestas relativamente tempranas de la investigación urbana latinoamericana como las de José Luis Romero (1976) y Richard Morse (1982) las cuales, sin desconocer la carga colonial de las ciudades del continente (Rama, 1984), respectivamente reflexionaron sobre las “fronteras culturales” y las “arenas culturales” para pensar las ciudades latinoamericanas como espacios de encuentro, negociación, conflicto e innovación.Quiero sugerir, entonces, que en el caso de los procesos urbanos latinoamericanos las experiencias de “decolonización” de la vida y de la teoría urbanas comenzaron antes -y de un modo específico, un modo otro- a la narrativa decolonial y que en muchas de estas experiencias se encuentran pistas para pensar el problema que nos convoca en la reunión anual de MECILA: colonialidad y convivialidad.