BECAS
ORTIZ MarÍa Victoria
capítulos de libros
Título:
Aislamiento por COVID-19 en Argentina: impacto, estrategias y bienestar social
Autor/es:
ANA BELAUS; MARIA VICTORIA ORTIZ; ET AL.
Libro:
Salud Mental, Pandemia y Políticas Públicas
Editorial:
IIPsi - INSTITUTO DE INVESTIGACIONES PSICOLÓGICAS CONICET y UNC
Referencias:
Año: 2021; p. 9 - 311
Resumen:
Las pandemias (las epidemias de una enfermedad que afecta a muchaspersonas y que se extienden por diferentes continentes), lamentablemente, noson fenómenos extraños en la historia de la humanidad. Hasta la irrupción dela pandemia por el SARS-CoV-2, quizás la más conocida fue la ?gripe española?que causó la muerte de entre 20 y 50 millones de personas alrededor del mundo,según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), causando impactossignificativos incluso en la Argentina (ver, por ejemplo: Carbonetti & Rivero, 2020).Por sus características, la OMS ha dedicado tiempo y recursos a estudiar laspandemias. Por ejemplo, el caso reciente de la pandemia producida por el virusH1N1, causante de la denominada gripe A, derivó en la actualización y desarrollode numerosos documentos técnicos que pretendían orientar a los gobiernos en eldiseño de sus planes de respuesta. En efecto, desde la publicación de ?Influenzapandemic plan: The role of WHO and guidelines for national and regional planningpublicado? en 1999, con regularidad se han producido varias de estas guías hastallegar a las más recientes que intentan apoyar la implementación de medidaseficaces frente a la expansión de la COVID-19.Más aún, alguien que lea este libro puede sorprenderse al descubrir que unode los aprendizajes que la epidemia del Ébola le dejó a la OMS, fue que había que?preparar? a los gobiernos del mundo ante la irrupción de una enfermedad X, unaepidemia internacional grave que podría ser causada por un patógeno desconocidohasta entonces. Así, en 2018, la OMS desarrolló su ?R&D Blueprint?, pensada comouna estrategia global y un plan de preparación que permitiese, rápidamente, lapuesta en marcha de actividades de investigación y desarrollo durante las epidemias.Con todo, estas acciones sólo apuntaban al desarrollo de pruebas efectivas, devacunas y de medicamentos que pudieran usarse para salvar vidas y evitar crisisa gran escala. En esos documentos, por otro lado, no hay indicios ni pautas sobrecómo proceder ante los impactos que deja una de las medidas sanitarias másantiguas y efectivas para el control de las pandemias: el aislamiento social. Y, dehecho, tampoco ha habido sistematizaciones acerca de las contribuciones de lasciencias del comportamiento, como la psicología y otras ciencias, no sólo sobreel impacto en la salud mental de las medidas de cuarentena sino incluso sobreotras acciones que tienen que ver con el comportamiento de las personas y lapromoción de la salud. Y esto no se debe a que no haya antecedentes específicos. Por caso, en la crisis de salud generada por el Ébola, fueron muy significativos losaportes de la antropología social para comprender y, posteriormente, modificar losritos mortuorios que típicamente desplegaban las comunidades de Sierra Leona,Liberia y Guinea, y que contribuían a la propagación de la enfermedad.El caso de la COVID-19 también mostró que, incluso los países con másexperiencia con epidemias fallan al considerar el importante aporte que puedendesarrollar las ciencias sociales y del comportamiento. En ese sentido, es evidenteque se impone la perspectiva de enfrentar las epidemias como un problema desalud, cuando en realidad lo más efectivo es pensarlas como un rompecabezascuya resolución requiere de piezas aportadas por la medicina, la antropología, lasociología, la economía y la psicología, entre otras ciencias. Sabemos que los factorespsicológicos desempeñan un papel importante en el cumplimiento de las medidasde salud pública (como la vacunación o el uso de preservativos). Y también sabemosque, durante cualquier brote de una enfermedad infecciosa, el comportamientode las personas desempeña un papel fundamental en su propagación. Desde ellavado de las manos, el uso de mascarillas (o tapabocas), el mantenimiento deldistanciamiento social o el cumplimiento de las normas impuestas por un gobiernocomo puede ser una cuarentena; hasta el modo en que se comunican las noticias ose generan acuerdos entre los diferentes actores de una sociedad que debe realizaresfuerzos extraordinarios para salir adelante; pasando por los ajustes que imponenlas nuevas rutinas como el teletrabajo o las tareas de cuidado en el hogar.En el centro de estas estrategias visualizamos un aspecto que, a menudo,ni los gobiernos ni las personas tienen en cuenta en tiempos normales: la saludmental. Si bien esto puede ser comprensible en la fase aguda de un brote, cuandolos gobiernos concentran su atención en los sistemas de salud reforzando el sistemahospitalario para la atención crítica de los pacientes, promoviendo el desarrollode pruebas y tomando medidas para reducir la transmisión, las necesidadespsicológicas y psiquiátricas (de la población y del personal de salud) no debenpasarse por alto durante ninguna fase del manejo de una pandemia.Sabemos que las reacciones psicológicas a las pandemias incluyen conductasdesadaptativas, ansiedad y respuestas defensivas, entre otras; y que las personaspropensas a problemas psicológicos son especialmente vulnerables. Sin embargo,Argentina y otros países (China, por caso) no han logrado proporcionar recursossuficientes para controlar o atenuar los efectos de las pandemias en la salud mentaly el bienestar. Transcurrida la cuarentena, desde la sanción del decreto presidencialde Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (en adelante ASPO, decreto N.º 297/2020), el impacto social del nuevo coronavirus trasciende entendemos latragedia política y epidemiológica de su velocidad de propagación y potenciainfecciosa. Abordar sus efectos individuales y colectivos en la salud mentalnos enfrenta a un abanico de situaciones de la vida cotidiana que se han vistoforzadas a múltiples desplazamientos: de lo personal a lo político, de lo colectivoa lo doméstico, de lo global a lo local y viceversa, pero también de lo público alo privado, de la materialidad a la virtualidad, de la previsibilidad relativa a laincertidumbre descontrolada.Desde la psicología y disciplinas afines, en este libro colectivo nos proponemosentonces abordar comportamientos, percepciones, actitudes y subjetividades deaquellas poblaciones afectadas de manera diferencial por el contexto que imponela pandemia. Así, sobre diversas y dinámicas1 coordenadas, las investigacionespresentadas convergen en una pregunta fundamental: ¿cómo se sostienen vínculosy espacios de contención y seguridad en condiciones esforzadas de aislamientoy distancia social? Si el ?otro? es fuente de riesgo, pero también reflejo de unasituación de salud pública que nos iguala en el malestar y nos distancia en laexistencia de diferenciales recursos, estrategias, horizontes y repertorios deacción emergentes, contar con información precisa sobre la nueva normalidad-o anormalidad de fecha incierta de caducidad- resulta de suma utilidad para lapreparación de la sociedad en general, así como para el conocimiento de quienespromueven políticas públicas focalizadas.Los cambios en estilos de vida y modos de vincularse representan hoy unsustancial desafío psico-sanitario, donde lejos de la idealidad de la representaciónmediática de que las personas se irán acostumbrando, importantes diferenciasen los indicadores de salud de poblaciones muy heterogéneas constituyen eleje de reflexión crítica sobre la situación de pandemia propuesto por este librocolectivo. Bajo este enfoque, en un primer bloque de seis capítulos, las/os autoresinician con un panorama amplio de los efectos del ASPO en la salud mentalde distintos grupos sociales a nivel mundial, para luego precisar experiencias yestrategias de ciudadanas/os argentinas/os durante la primera etapa de la medida,y continuar con una serie de abordajes sobre poblaciones locales específicas encondiciones de vulnerabilidad: estudiantes universitarios/as, trabajadores/as de lasalud, trabajadores/as sexuales, jóvenes de barrios populares. Seguidamente, delséptimo al décimo capítulo se analizan, por una parte, cambios comportamentalesen torno al consumo de sustancias psicoactivas y por otra, se exponen resultados deintervenciones específicas con estudiantes universitarias/os y parejas amorosas, paraluego considerar otros enfoques analíticos sobre los impactos de la pandemia en lasubjetividad individual y colectiva. En un tercer y último bloque, se incluyen dosinvestigaciones sobre condiciones y efectos estructurales de la situación de crisisexperimentada por la ciudadanía, que además aportan un análisis de los escenariosde acción política colectiva en torno a la misma, estudiando la vigencia de teoríasconspirativas y el devenir de procesos de incidencia pública, respectivamente.En la Argentina de los últimos años, las ciencias sociales (y la psicologíaentre ellas), han sido descalificadas o invisibilizadas como disciplinas con potenciapara hacer aportes sustanciales al desarrollo nacional. Sumado a esto, hay queseñalar que nuestro país prácticamente no cuenta con estudios de mediana/granescala sobre el estado de salud mental de su población ni ha logrado avancessignificativos en ese campo, incluso cuando se cuenta con una Ley Nacional deSalud Mental. Esperamos que este libro promueva el interés por la salud mental,no sólo en el público general, sino también en quienes tienen la oportunidad yla capacidad de tomar decisiones sobre políticas públicas. Resulta fundamentalque los gobiernos (municipal, provincial y nacional) generen vínculos efectivosentre sí y, especialmente, con el sistema universitario nacional y los organismos deCiencia y Tecnología como el CONICET, en cuya valiosa intersección se inscribepor caso IIPsi, Instituto de Investigaciones Psicológicas que hoy nos nuclea dentrode diferentes líneas de investigación atentas a la dinámica de la pandemia porcoronavirus. De otro modo, no se logrará avanzar hacia la implementación depolíticas públicas basadas en la evidencia y co-construidas con todas las redes deinvolucrados/as en cada dimensión de un tema que, por su gravedad, no admitemás improvisaciones ni demoras