INVESTIGADORES
MÜLLER Omar Vicente
capítulos de libros
Título:
Efectos de la expansión de cultivos sobre la regulación hídrica y climática en Argentina
Autor/es:
BRACALENTI, MARÍA AGOSTINA; MÜLLER, OMAR V.; SGROI, LEANDRO C.
Libro:
Desarrollo Sostenible en el centro norte de la provincia de Santa Fe.
Editorial:
Ediciones UNL
Referencias:
Año: 2021; p. 138 - 141
Resumen:
En las últimas décadas el sur de Sudamérica ha experimentado un proceso de fuerte expansión de sistemas antrópicos sobre tierras con vegetación natural. En Argentina, el aumento de precipitaciones, el avance tecnológico y las condiciones favorables del mercado han favorecido el avance de la agricultura en zonas áridas. Esto condujo a un proceso continuo de deforestación en el noroeste de Argentina. Según datos de la Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal de la Dirección de Bosques la mayor tasa de deforestación ocurrió en la región del Chaco Seco (Gasparri y Grau, 2009). En la Provincia de Santa Fe los sistemas agrícolas dominan el territorio y en los últimos años avanzaron hacia el noroeste provincial (MAYDS, 2016). La Ley Nacional Nº 26.331 funciona como marco regulador para la protección de bosques nativos y presta especial atención a mantener la provisión de servicios ambientales de los cuales la sociedad deriva beneficios de manera directa e indirecta (Fisher y otros, 2009). La norma destaca entre ellos los servicios de regulación y soporte como lo son los servicios de regulación climática o hidrológica. En dicha ley se determina el aprovechamiento de los servicios ambientales a partir de la definición de criterios de sustentabilidad ambiental. Sin embargo, estos criterios son interpretados de maneras diferentes por las distintas jurisdicciones, generando conflictos entre las partes afectadas (García Collazo y otros, 2013). Por otro lado, en la Provincia de Santa Fe la Ley Provincial Nº 13.740 recientemente sancionada regula la gestión de los recursos hídricos de manera sustentable para garantizar el acceso al recurso y una gestión óptima del ordenamiento territorial. Esta ley es un instrumento fundamental para la Secretaría de Recursos Hídricos provincial para, entre otras cosas, poner límites a prácticas de alteración de cursos de agua desde una gestión interjurisdiccional de cuencas. La Provincia de Santa Fe está expuesta a una tendencia creciente de sequías y excesos hídricos (Lovino y otros, 2018). Una plausible hipótesis es que Santa Fe se podría ver sensiblemente afectada por la deforestación en provincias vecinas como Santiago del Estero y Chaco debido a la topografía de llanura de la región que conduce los excesos hídricos hacia el Río Paraná. En este contexto, la puesta en práctica de las leyes y decretos vigentes resulta sumamente complejo y requiere de un estudio de base científica que sustente la toma de decisiones desde una perspectiva geograficamente integral. Los cambios en la regulación del hidroclima regional se evalúan mediante experimentos realizados con el modelo climático regional Weather Research and Forecasting (WRF), el cual posee dos componentes, una atmosférica y una de suelo. La componente de suelo prescribe a cada punto de grilla un tipo de cobertura de suelo dominante con los valores correspondientes de sus propiedades biofísicas asociadas como albedo, resistencia estomática, profundidad radicular, rugosidad de superficie, entre otras. Estas propiedades son usadas para resolver el balance de agua y de energía (ver Chen y Dudhia, 2001). Entonces, cuando se modifica la cobertura, se cambia el valor de las propiedades y se afectan los balances (Lee y Berbery 2012, Müller y otros, 2014). El experimento propuesto es simular el clima regional en un período con ocurrencia de eventos hidrológicos extremos utilizando mapas de cobertura del suelo con diversos grados de deforestación y evaluar la respuesta de los balances de agua y energía. Para la selección de los eventos extremos se utiliza el Índice de Precipitación Estandarizado (SPI; McKee y otros, 1993) correspondientes a los últimos años. El SPI consiste en la transformación de una serie temporal de precipitación en una distribución normal estandarizada (Lloyd-Hughes y Saunders, 2002). Mediante el análisis de SPI se determinó que el período a simular es 2014-2016, dada las anomalías observadas en esos años. Los mapas de cobertura utilizados se basan en observaciones satelitales del año 2001 y 2015 (con menor y mayor grado de avance de los sistemas antrópicos, respectivamente). La información satelital monitoreada (del 2001 al 2015) muestra una sostenida expansión de cultivos en el noroeste de Argentina hasta el año 2010, tres años después de la implementación de la Ley de Protección de Bosques. Luego se mantiene aproximadamente constante hasta el año 215, donde alcanza un incremento del 49% respecto al año 2001. Dicha expansión implica la reducción de vegetación nativa como matorrales abiertos y sabana leñosa. Estos cambios de cobertura modifican las propiedades biofísicas relacionadas a la vegetación, modificando los balances de agua y energía y alterando la regulación del hidroclima. En consecuencia, las variables climáticas se ven alteradas incluso en regiones cercanas a las zonas donde se produjo el avance de la frontera agrícola. En el caso de la Provincia de Santa Fe, para el escenario de mayor deforestación se observa un incremento en el contenido de agua en el suelo que aumenta el esucrrimento superficial en meses húmedos (Octubre a Marzo). Vale destacar que en el estudio de valores diarios se detectó que escorrentía no aumenta de manera constante en estos meses, sino que se produce solo en picos de escurrimiento, es decir, se intensifican los eventos extremos que derivan en crecidas hidrológicas. Los resultados obtenidos muestran una continua expansión agrícola en el Chaco Seco desde comienzos del siglo XXI con cierta descaceleración luego de la implementación de la Ley de Bosques. Las simulaciones con modelos climáticos muestran efectos no-locales de los procesos de deforestación en regiones cercanas. Por ejemplo, la Provincia de Santa Fe sufre una alteración del balance de agua aumentando su exposición a la ocurrencia de eventos hidrológicos extremos. Los resultados sugieren que la Ley de Bosques ha resultado una herramienta efectiva en la regulación de la expansión de cultivos. No obstante, los efectos climáticos no-locales de la deforestación requieren la necesidad de una aplicación regionalmente integral de los marcos regulatorios existentes que considere el efecto que tiene el cambio de uso del suelo sobre el clima regional. En este sentido, la utilización de modelos climáticos regionales ofrecen la potencialidad de evaluar el impacto de diferentes escenarios de uso de suelo en el clima regional, convirtiendose en una herramienta útil para la toma de decisiones sobre ordenamiento territorial.