BECAS
STAROSELSKY Tatiana
capítulos de libros
Título:
Hacia otra comprensión de lo social en el arte: Dewey y Benjamin
Autor/es:
LEOPOLDO RUEDA; TATIANA STAROSELSKY
Libro:
Estudios sociales del arte. Una mirada transdisciplinaria
Editorial:
Edulp
Referencias:
Lugar: La Plata; Año: 2020; p. 133 - 161
Resumen:
En este capítulo analizaremos en qué medida la filosofía es capaz de dar cuenta de la dimensión de lo social en el ámbito del arte. Para hacerlo, nos centraremos en las perspectivas de John Dewey y Walter Benjamin, ambas desarrolladas en el contexto del capitalismo del siglo XX, donde ya se problematiza la relación compleja entre el arte y la sociedad.Desde una posición anclada en el pragmatismo John Dewey revincula el arte a los procesos de la vida cotidiana para poder entender su origen, valor y función. El modo en que lo hace es a partir de la categoría de experiencia, identificando a esta con la relación transaccional entre el ambiente y las criaturas vivientes, y donde se ponen en juego las necesidades, los materiales, los hábitos, las emociones, la inteligencia, etc. De este modo Dewey encuentra que en la experiencia hay elementos apreciativos y creativos que son la base para el arte. No obstante, para Dewey no se trata sólo de que el arte está enraizado en la experiencia, sino que el arte le da a las cosas nuevas posibilidades y cualidades que no tenían antes. A través de la experiencia, Dewey implica en el arte tanto a la naturaleza como a la cultura y la sociedad, discutiendo de este modo con posiciones que defienden una radicalidad de la autonomía del arte.Benjamin, por su parte, da cuenta del carácter inherentemente social del campo artístico en torno a tres ejes. En primer lugar, indica la necesidad de pensar al autor como un productor, reinsertando al artista en el aparato productivo y cuestionando radicalmente la autonomía del arte y la figura del genio. En segundo lugar, tiene en cuenta la recepción como una pieza decisiva en la relación estética, fundamentalmente en torno al carácter reproducible de la obra de arte y a los cambios en la percepción y en la experiencia propios de la vida en las ciudades, que el arte genera y a los que a su vez debe responder. Por último, y en el marco de su diagnóstico de la estetización de la política en manos del fascismo, encuentra en el arte una potencialidad política de transformación, reconociendo al campo artístico como un terreno plagado de intereses y tensiones.A través del análisis de los aspectos más importantes de estas dos perspectivas, y de los posibles cruces entre ellas, intentaremos mostrar el modo en que la filosofía es capaz de realizar un aporte al ámbito de los estudios sociales del arte. Asimismo, daremos cuenta de cómo estas dos posturas ponen en crisis a la posición que defiende la autonomía del arte, representada paradigmáticamente por Theodor Adorno.