INVESTIGADORES
CARRIZO Silvina Cecilia
capítulos de libros
Título:
Usinas eléctricas verdes en regiones bonaerenses
Autor/es:
CLEMENTI LUCIANA; ISE ALEJANDRA; BERDOLINI JOSE LUIS; JACINTO GUILLERMINA; CARRIZO SILVINA CECILIA
Libro:
Energía, innovación y ambiente para una transición energética sustentable: retos y perspectivas /
Editorial:
UNS
Referencias:
Año: 2020; p. 433 - 449
Resumen:
La provincia de Buenos Aires representa un campo de observación de los cambios en las redes energéticas y los procesos de transformaciones territoriales, particularmente interesante dentro del territorio nacional (Bustos Cara, 1993). El peso y dinamismo de su población, las posibilidades de desarrollo, su condición de nodo estratégico de las infraestructuras y de servicios, la convergencia de recursos provenientes de diferentes regiones de Argentina e importados, y sus diversas demandas y problemáticas, vuelven al espacio bonaerense un foco atractivo de análisis. La Provincia representa más de la mitad de la demanda eléctrica a nivel nacional y posee los más altos índices de consumo, principalmente por la presión que ejerce el Área Metropolitana y el tejido industrial (CAMMESA, 2016). A su vez, la estructura territorial bonaerense, con predominio de grandes demandas concentradas y mercados eléctricos dispersos hacia el interior, representa un desafío a la hora de asegurar la provisión del servicio. La actual configuración del sistema de generación, transporte y distribución del servicio eléctrico provincial responde a un modelo centralizado, donde la energía es transportada desde grandes plantas generadoras hasta los puntos de consumo. Este sistema se fue conformando a través de los años, como resultado del fluctuante accionar del Estado y de las iniciativas de empresas privadas, entre las que se encuentran las cooperativas eléctricas (Jacinto et al., 2014). En Buenos Aires, funcionan 199 cooperativas y 1 sociedad de economía mixta que llevan electricidad a más de 800.000 usuarios (Carrizo, Jacinto, & Clementi, 2014). Hasta la década de 1930, la expansión se dio bajo el monopolio de compañías extranjeras, limitadas a abastecer los mercados urbanos más importantes. Como alternativa al servicio que prestaban estas empresas, surgió el modelo cooperativo que se difundió en pequeñas localidades y espacios rurales, a través del montaje de usinas de generación térmica (diesel o turbogas) y la distribución a redes locales. En el siglo XXI, alrededor de 500 MW en la Provincia, corresponden a generadores que funcionan a diésel, con altos costos económicos y ambientales. En la búsqueda de soluciones transitorias para cubrir el crecimiento de las demandas de las últimas décadas, a partir del 2011 se instalaron pequeñas usinas -conocidas como ?Delivery. Tenían por finalidad reforzar la red en puntos críticos con energía convencional, es decir, a partir de equipos de generación que funcionaban con gas natural o combustibles líquidos derivados del petróleo, dependiendo del suministro disponible en cada región. 20 de las 68 pequeñas plantas instaladas en el país, se ubican en el espacio bonaerense (Schneider, 2014). Esos equipos fueron colocados en el marco del Plan de Generación de Energía Eléctrica Distribuida (I, II, III y IV) de la compañía estatal ENARSA. La idea de generación distribuida entra así a ser evocada en planes y proyectos nacionales. En este caso se refiere centrales instaladas de pequeño tamaño, ubicadas cerca de los centros de consumo. No obstante en general generación distribuida implica también aprovechamiento de recursos locales, fundamentalmente fuentes renovables. La Agencia Internacional de la Energía (IEA) define a la generación distribuida como aquella producción de energía que se conecta a la red de distribución en baja tensión, asociándola a motores, mini turbinas y microturbinas, pilas de combustible y energías renovables. En 2017, se sanciona en Argentina, el régimen de fomento a la generación distribuida de energía renovable integrada a la red eléctrica pública (Ley 27424). En este caso se alude a la generación eléctrica a partir de fuentes de energías renovables con destino al autoconsumo y a la inyección de eventuales excedentes de energía eléctrica a la red de distribución, considerando como objetivos la eficiencia energética, la reducción de pérdidas en el sistema interconectado, la reducción de costos, la protección ambiental y la protección de los derechos de los usuarios. La Provincia de Buenos Aires no ha adherido a este régimen.Ante la necesidad de transitar hacia un modelo de abastecimiento más diverso, sostenible, y distribuido, la Provincia de Buenos Aires tiene un gran potencial productivo en el aprovechamiento de recursos energéticos locales renovables -eólicos, solares y biomásicos- a partir de los cuales se podría reducir el uso de generadores en base a combustibles fósiles, otorgando mayor sostenibilidad al servicio. En cuanto al recurso solar los valores de irradiación solar diaria en la provincia oscilan entre los 2 kwh/m2 en el mes de julio y 6.5 kWh/m2 en el mes de enero (Grossi Gallegos y Righini; 2007). Por su parte, el potencial eólico está presente prácticamente en todo el territorio provincial, con zonas claramente más aptas para su aprovechamiento como las zonas serranas del Sur bonaerense y la costa atlántica. Allí, predominan vientos de intensidades medias entre 7 y 9 m/s, con un factor de capacidad mayor a 35% (MEEBA, 2017). El potencial de aprovechamiento energético de la biomasa ha sido objeto de diversos cálculos. El Ministerio de Agroindustria de la Provincia, cuenta con mapas, relevamientos de la cantidad de recursos biomásicos en cada Partido y la potencia eléctrica que podría obtenerse. Este material es de libre disponibilidad y los interesados pueden recurrir a esta agencia provincial para obtener datos más específicos que permitan concebir un proyecto . A su vez, la provincia de Buenos Aires cuenta con antecedentes normativos e iniciativas pioneras de generación en base a fuentes renovables de fines del siglo XX, que otorgan aprendizajes y experiencia. Entre ellas cabe destacar 6 parques eólicos de media potencia construidos por cooperativas eléctricas gracias a convenios con empresas europeas que otorgaban el financiamiento y los equipos. Estos factores y otras ventajas han sido puestas en valor en el informe elaborado por la Universidad de Buenos Aires, en conjunto con la Subsecretaría de Energías Renovables y Eficiencia Energética, el cual indica que el territorio bonaerense es el que presenta el mayor índice provincial de atractivo renovable en todo el país. Este índice pondera las ventajas que existen en la Provincia para el desarrollo de inversiones ligadas a la producción de energías renovables.En el Norte de la provincia de Buenos Aires conviven una región de alta densidad de redes, el Noreste, con una de abastecimiento insuficiente, el Noroeste NOBA (Carrizo et al, 2012). Por su parte el Sur provincial SUBA cuenta con un buen desarrollo de infraestructura energética y constituye un nodo de relevancia en el Sistema de Interconexión Nacional. En el marco de diversos estímulos que buscan transitar del actual modelo energético nacional dependiente de fuentes fósiles en un 80% hacia uno en el que las energías renovables ganen protagonismo, esas regiones bonaerenses son testigo de iniciativas que buscan avanzar hacia esa dirección. Con el fin de poner en valor estas experiencias, el trabajo releva los proyectos de generación eólicos, solares, de biomasa y biogás que se desarrollan en la provincia de Buenos Aires en el marco de licitaciones provinciales y nacionales, analizando su génesis y evolución, los actores que los promueven, las dinámicas que crean y los desafíos que enfrentan. El trabajo integra avances de investigaciones en curso que tienen como hilo conductor el proceso de transición hacia la inclusión y sostenibilidad energética en Argentina. Para ello se emplearon fuentes documentales secundarias -informes, legislación y artículos periodísticos- y primarias, a partir de entrevistas a informantes claves durante jornadas de trabajo de campo. El tratamiento de los datos a través de un Sistema de Información Geográfica, además permitió la elaboración de cartografía, cuya información producida resultó de importancia. Asimismo, se optó por el desarrollo de casos de estudio en la región NOBA y en la región SUBA, por su capacidad de proveer un soporte empírico para la comprensión de los fenómenos como así también de ser ejemplos corroborativos de los procesos analizados. Entre los proyectos solares, se estudiaron 2 plantas fotovoltaicas ubicadas en el Noroeste de la provincia: la planta solar de Arribeños, partido de General Villegas, y la planta solar El Triunfo, partido de Lincoln, ambas de 500 KW y surgidas en el marco del Programa Provincial de Incentivos a la Generación de Energía Distribuida (PROINGED). Los proyectos eólicos analizados fueron el Parque eólico Corti (Bahía Blanca), una de las primeras iniciativas eólicas inauguradas del Plan RenovAR, impulsado por una de las mayores compañías eléctricas del país y el otro pertenece a un proyecto de media potencia promovido por la cooperativa eléctrica de Tandil en el marco de la licitación Mini RenovAR. Por último, se desarrollaron 3 casos vinculados a la generación a partir de biomasa: El Establecimiento La Micaela, de Carlos Tejedor, que genera biogás a partir de estiércoles en el marco del PROINGED; Seeds Energy, que generará electricidad a partir de biogás y la Central Térmica Rojas, de biomasa; estos últimos en el marco del Programa RENOVAR. Paulatinamente las energías renovables evolucionan desde la mera enunciación a políticas, iniciativas y proyectos que se materializan. El Estado provincial acorde con las iniciativas nacionales ha tomado una serie de medidas que van desde la formulación de proyectos y programas específicos hasta la sanción de leyes, las cuales hacen que existan las condiciones para que se viabilicen proyectos de energía renovable que vienen siendo gestados desde ámbitos privados. Entre los actores que se involucran en los proyectos se identifican grandes compañías eléctricas, dueños de establecimientos agropecuarios y cooperativas eléctricas.A través de los casos de estudio analizados se pudo constatar que el aprovechamiento de los recursos renovables locales crea una tendencia a cierta especialización regional al interior del territorio provincial. Por un lado, la región SUBA asociada a la generación eólica y la región NOBA ligada a iniciativas solares y a partir de biomasa. Si bien las centrales de generación térmica no pueden ser fácilmente reemplazadas, la progresiva utilización de fuentes renovables supone el aprovechamiento y revalorización de recursos disponibles en distintas regiones bonaerenses, beneficiando al ambiente, disminuyendo costos de generación y de transporte. La gradual configuración de un parque de generación en base a usinas verdes en las regiones bonaerenses, pone de manifiesto un proceso de transición energética, que conduce hacia un sistema más descentralizado y sostenible.