El niñoc con eosinofilia

ALTCHEH JAIME

TIPs en infectologia

Fundasap

Año: 2018; p. 55 - 62

Frente a un niño con eosinofilia se plantean varios diagnósticos. Las causas más frecuentes son las reacciones alérgicas y las infecciones parasitarias principalmente por geohelmintos. En estos casos la eosinofilia suele ser transitoria. Frente a eosinofilia elevada y persistente debemos considerar el diagnóstico de toxocariasis. En el ser humano los agentes más frecuentemente involucrados son el Toxocara canis y Toxocara catis. Estos nematodes desarrollan su estadio adulto en el intestino del perro y del gato, donde cada hembra produce 200 000 huevos por día que son eliminadas al medio ambiente y se vuelven infectantes en 2 a 5 semanas. Al ser ingeridos por el ser humano, la larva atraviesa la pared intestinal, migra por vía venosa al hígado y al resto del organismo; permanece como larva y puede generar un granuloma, no siempre detectable.Su migración produce diferentes patrones clínicos con localizaciones viscerales únicas o múltiples. Clásicamente se describen dos síndromes: larva migrans visceral caracterizado por compromiso hepático, pulmonar, anemia, eosinofilia y larva migrans ocular. La manifestación clínica más grave de esta parasitosis es la pérdida de la visión del ojo lesionado. A partir de estudios de prevalencia en la población general, se observó que un número importante de individuos presenta serología reactiva sin compromiso clínico evidente. Esta parasitosis presenta aun muchos temas sin resolver en relación al diagnóstico y existen controversias respecto al tratamiento. Discutiremos en este capitulo datos epidemiológicos, clínicos y de laboratorio en niños con toxocariasis.