Disciplinamiento y transgresión en otro contexto: representaciones sobre la ley, el delito y la institución policial en el nuevo cine argentino

MALENA VERARDI

Violencia escolar y climas sociales

Biblos

Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Año: 2008; p. 129 - 143

Capítulo 7 Disciplinamiento y trasgresión en otro contexto: representaciones sobre la ley, el delito y la institución policial en el nuevo cine argentino Malena Verardi En este capítulo planteamos un análisis en torno a las representaciones sobre la ley, el delito y la institución policial en el cine argentino contemporáneo. Se trata de un campo que durante la década del noventa experimentó fuertes transformaciones, por lo cual resulta de interés analizar cuáles son las representaciones que aparecen en el nuevo cine argentino sobre esta problemática y cómo se construyen, a partir de qué procedimientos, a través del uso de qué recursos formales. En el plano cinematográfico, la década del 90 se caracterizó por una clara renovación, a partir del surgimiento del “nuevo cine argentino”. Si bien las películas que integran este movimiento (cuyo origen puede situarse en 1997 con el estreno de Pizza, birra, faso, dirigida por Adrián Caetano y Bruno Stagnaro) no forman un grupo homogéneo, una expresa intención de diferenciación con respecto al cine inmediatamente anterior – el de la década del ochenta – parece estar presente en la mayor parte de las producciones. Dicha diferenciación adopta dos posibles formas de efectivización y en este sentido pueden establecerse dos líneas dentro del nuevo cine argentino. Una primera que se aleja del cine en clave social, presentando como ejes fundamentales de su puesta en escena el distanciamiento, la desdramatización y un grado cero en la actuación[1][1]; y una segunda línea que se introduce en un realismo más vinculado con las problemáticas socioeconómicas centrales de la última década. En este capítulo centraremos el enfoque en uno de los filmes que se inscriben en la segunda línea, El bonaerense[2][2] (Pablo Trapero, 2002), dado que permite establecer un productivo abordaje sobre la problemática mencionada. [1][1] El filme que inaugura esta primera línea es Rapado (Martín Rejtman, 1992). El director se convertirá luego en el principal exponente de esta primera corriente. [2][2] Dirección: Pablo Trapero; Producción: Pablo Trapero; Guión: Pablo Trapero; Fotografía: Guillermo Nieto; Música: Pablo Lescano, Damas Gratis; Sonido: Catriel Vildosola; Montaje: Nicolás Goldbart; Intérpretes: Jorge Román, Mimi Ardú, Darío Levy, Víctor Hugo Carrizo, Hugo Anganuzzi, Graciana Chironi, Luis Vicat.