INVESTIGADORES
ANDERSON christopher Brian
capítulos de libros
Título:
Introduction of the American mink (Neovison vison): Impact of an invasive carnivore on birds in one of the world's most "pristine" areas
Autor/es:
JOSÉ TOMÁS IBARRA; CHRISTOPHER B. ANDERSON
Libro:
Magellanic Sub-Antarctic Ornithology: The First Decade of Long-Term Bird Studies at the Omora Ethnobotanical Park, Cape Horn Biosphere Reserve, Chile
Editorial:
University of North Texas Press
Referencias:
Lugar: Denton, Texas; Año: 2014; p. 235 - 237
Resumen:
La creciente dispersión de organismos por parte del ser humano a través de barreras naturales que antes parecían insuperables, tales como océanos, cordilleras, desiertos, ríos y zonas climáticamente hostiles, se ha convertido en un fenómeno global con causas y consecuencias tanto ecológicas como socio-culturales a escala local. Incluso lugares relativamente libres de otros impactos antrópicos no han escapado a la introducción, naturalización y expansión de especies foráneas. Por ejemplo, a partir de la investigación de largo plazo implementada en el archipiélago Cabo de Hornos con la creación del Parque Etnobotánico Omora, desde el año 2000, se ha registrado que esta zona austral y remota del continente americano también ha experimentado la llegada y establecimiento de numerosas especies exóticas (Anderson et al. 2006). A su vez, la introducción de esta nueva lora y fauna sería un relejo de una "mentalidad exótica" que prioriza y muchas veces valora más a las especies no-nativas, principalmente de origen europeo o norteamericano (Rozzi et al. 2003), siendo así la homogeneización biótica, en parte, una consecuencia última de la homogeneización cultural. Los nuevos hallazgos de especies exóticas en la zona más austral del continente americano provocan una relexión acerca del papel, tanto académico como social, que pueden jugar los sitios de investigación a largo plazo como el Parque Omora (Anderson et al. 2010). Si evaluamos la aseveración de que el bosque subantártico es una de las ecorregiones más prístinas del planeta, encontramos que este "reconocimiento" se puede fechar a una publicación en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences del año 2003. Un grupo de investigadores de la organización Conservation International, con sede en Nueva York, estableció que esta ecorregión, junto a otras 23 áreas, era una de las últimas "wilderness areas" del planeta. Esta identificación se basó en tres criterios que se pueden medir con sensores remotos e información demográica, siendo ellos: i) un alto porcentaje de cobertura vegetacional intacta, ii) una baja densidad humana, y iii) una gran extensión de la ecorregión (Mittermeier et al. 2003). Además, los autores destacaron el alto porcentaje de áreas protegidas en la región (> 50% de su supericie total).