“La brújula y el oráculo, o cómo las encuestas políticas se impusieron en la Argentina”.

GABRIEL VOMMARO

La sociología ahora

Siglo XXI

Lugar: Buenos Aires; Año: 2007; p. 91 - 110

Desde hace más de una década, y en especial durante los períodos preelectorales, nos hemos acostumbrado a leer, ver y escuchar en los medios de comunicación resultados de encuestas de opinión y de intención de voto que muestran las preferencias de la gente. Esto no ha sido siempre así. Lejos de ello, es sólo a partir de 1983 que dicho instrumento comienza a ser utilizado de manera recurrente por políticos y periodistas. ¿Por qué las encuestas comienzan a usarse en Argentina a partir de ese año? En este trabajo mostraremos que la importancia de los sondeos políticos en Argentina se relaciona con el lugar que éstos vinieron a ocupar respecto de dos dimensiones centrales de las actividades política y periodística: por un lado, la posibilidad de legitimar el propio discurso en una figura universal como la gente. La hipótesis es que las encuestas pasaron a ser herramientas simbólicas de los discursos políticos en tanto permitían afirmar que “la gente está con nosotros”. Por otro lado, los sondeos se impusieron como herramienta política porque permitieron conocer la realidad de la gente (sus preferencias), que ya no podían ser aprehendidas por otros medios. En este proceso, fue central la actividad “proselitista” de los encuestadores argentinos, quienes se ocuparon de pregonar las bondades del instrumento.