INVESTIGADORES
ZUBIETA Elena Mercedes
capítulos de libros
Título:
Violencia colectiva y Creencias Básicas sobre el Mundo, los otros y el yo: Impacto y reconstrucción
Autor/es:
ARNOSO, M.; BILBAO, M.; E.M. TECHIO; ELENA MERCEDES ZUBIETA; CÁRDENAS, M; PAEZ, D.; IRAURGUI, I.; KANYANGARA, P.; RIMÉ, B.; PÉREZ-SALES, P; MARTIN BERISTAIN, C; DÍAZ, D. ; BLANCO, A.
Libro:
Superando la Violencia Colectiva y Construyendo Cultura de Paz.
Editorial:
Fundamentos
Referencias:
Lugar: Madrid; Año: 2011; p. 247 - 277
Resumen:
Las personas desarrollamos esquemas conceptuales básicos que nos permiten afrontareficientemente la realidad. Janoff-Bulman (1992) propone que este conjunto de creencias esenciales supone una serie de representaciones cognitivas estables acerca delmundo, los demás y nosotros mismos, que permiten manejarnos con ciertas expectativas que dan la percepción de orden y control a la vida. Serían elaboraciones más complejas y mediadas culturalmente que tienen patrones establecidos por las experiencias cotidianas y la herencia genética, de lo que es bueno y malo (Rimé, 2005).Dado su carácter de creencias «básicas», se ha planteado que estarían asociadasa necesidades universales y, por lo tanto, serían adaptativas y ligadas al bienestar delas personas; así mismo, deberían ser compartidas en alguna medida por toda la humanidad. Estas creencias son implícitas, se basan en la experiencia emocional y se mantienen fuertemente a pesar de la adversidad y las evidencias en contra (Epstein,1994; Janoff-Bulman, 1989, 1992).Las creencias básicas se asocian a necesidades y motivos que estimularían nuestrasconductas y así las reforzarían para mantenernos vivos. Estas son primeramente nece-sidades fisiológicas, tal y como planteó Maslow, que responden a la necesidad de man-tenernos a salvo de amenazas e incertidumbres y promover nuestro desarrollo. Lasnecesidades psicológicas surgen y se expresan luego, como una motivación para pro-mover la adaptación a nuestro entorno, aprender y mejorar habilidades y lograr undesarrollo saludable. Dentro de estas está la necesidad de maximizar el placer, los be-neficios y la estimulación, así como minimizar la pérdida de placer, los costes, loscastigos y el malestar (Epstein 1993, 1994).Todas las necesidades psicológicas se asocian entre ellas. Por ejemplo, la necesidadde seguridad se asocia a la necesidad de sentir que se controla el medio, así como ala necesidad de significado o sentido, ya que tener un conocimiento estructurado delentorno ayuda a verlo como predecible y controlable, y por ende seguro. La necesidadrelacional, en su vertiente de intimidad y apego, ayuda a ver satisfechas las necesida-des de supervivencia física o seguridad y hedónicas, ya que las figuras de apego, gene-ran seguridad, disminuyen el displacer, ayudan al infante a conocer, explorar y sabercontrolar el mundo (Rimé, 2005).Estas necesidades y creencias experienciales básicas se reflejan parcial e indirec-tamente en las creencias explicitas. Por ejemplo, la mayoría de las personas opina queel mundo es injusto y solo ligeramente controlable. Sin embargo, cuando una mujeres víctima de una agresión sexual o cuando un militante de oposición a una dictaduracae en manos de la policía política, por ejemplo, aun las personas con opiniones favo-rables a la víctima, frecuentemente creen que la persona hizo algo que provocó sudesgracia. En el caso de la detención por motivos políticos en la dictadura de Pinocheten Chile, la mayoría de los militantes ilegales seguían pensando que eran los otros (yno ellos) los que podían caer en manos de la policía y que los que habían caído enmanos de esta y estaban siendo torturados o asesinados, habían cometido errores deseguridad o habían sido descuidados.Las creencias básicas están profundamente ancladas en las emociones e implicanuna visión positiva de la capacidad personal de controlar el mundo y de evitar los fracasos. Esto llevaría a pensar que los que fracasan han hecho algo mal y, ya que podemos controlar nuestras acciones y el mundo es predecible, a pensar que, si uno norepite esos errores, tendrá éxito. Finalmente, estas creencias no son totalmente inmunes a la realidad ya que hechos vitales traumáticos o extremos, que movilizan afectivamente a la persona, tendrían el poder de modificar estas creencias y, en consecuencia,  cambiar  la  conducta.  Por  ejemplo,  en  el  caso  referido  con  anterioridad,  la represión política llevó a muchos oponentes a asumir que la actividad ilegal estaba orientada al fracaso y a modificar sus creencias y su conducta.La experiencia clínica de Janoff-Bulman con personas víctimas de hechos traumáticos, la llevó a desarrollar una teoría sobre las creencias básicas (Janoff-Bulman, 1992). Esta teoría busca explicar por qué las personas necesitaríamos de estas creencias o asunciones fundamentales, postulando cómo están compuestas, los tipos de eventos que podrían cambiar estas creencias y por qué ocurrirían estos cambios. Su modelo propone tres grandes grupos de creencias: la benevolencia del mundo y de la gente o los otros, la naturaleza significativa y con sentido del mundo, y la valía del sí mismo o un yo digno de respeto. En la Tabla 1 se observan, de forma esquemática, los tres componentes que caracterizan las creencias básicas positivas del Yo, del mundo y de los otros. Cada una tiene tres componentes, evaluativo, cognitivo e instrumental,que reúnen los elementos básicos subyacentes también a los valores individuales yculturales que explicarían su rol fundamental en el bienestar y la felicidad de las personas.