INVESTIGADORES
ZUBIETA Elena Mercedes
capítulos de libros
Título:
Valores y Actitudes
Autor/es:
ELENA MERCEDES ZUBIETA
Libro:
Psicología Política y Social. Buenos Aires
Editorial:
Cooperativas
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2005; p. 25 - 46
Resumen:
<!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:"Cambria Math"; panose-1:2 4 5 3 5 4 6 3 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:roman; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-1610611985 1107304683 0 0 159 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-unhide:no; mso-style-qformat:yes; mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} p.MsoFootnoteText, li.MsoFootnoteText, div.MsoFootnoteText {mso-style-noshow:yes; mso-style-unhide:no; mso-style-link:"Texto nota pie Car"; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} span.MsoFootnoteReference {mso-style-noshow:yes; mso-style-unhide:no; vertical-align:super;} p.MsoBodyText, li.MsoBodyText, div.MsoBodyText {mso-style-unhide:no; mso-style-link:"Texto independiente Car"; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; text-align:justify; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} span.TextoindependienteCar {mso-style-name:"Texto independiente Car"; mso-style-unhide:no; mso-style-locked:yes; mso-style-link:"Texto independiente"; mso-ansi-font-size:12.0pt; mso-bidi-font-size:12.0pt;} span.TextonotapieCar {mso-style-name:"Texto nota pie Car"; mso-style-noshow:yes; mso-style-unhide:no; mso-style-locked:yes; mso-style-link:"Texto nota pie";} .MsoChpDefault {mso-style-type:export-only; mso-default-props:yes; font-size:10.0pt; mso-ansi-font-size:10.0pt; mso-bidi-font-size:10.0pt;} /* Page Definitions */ @page {mso-footnote-separator:url("file:///C:/DOCUME~1/Silvia/CONFIG~1/Temp/msohtmlclip1/01/clip_header.htm") fs; mso-footnote-continuation-separator:url("file:///C:/DOCUME~1/Silvia/CONFIG~1/Temp/msohtmlclip1/01/clip_header.htm") fcs; mso-endnote-separator:url("file:///C:/DOCUME~1/Silvia/CONFIG~1/Temp/msohtmlclip1/01/clip_header.htm") es; mso-endnote-continuation-separator:url("file:///C:/DOCUME~1/Silvia/CONFIG~1/Temp/msohtmlclip1/01/clip_header.htm") ecs;} @page WordSection1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.WordSection1 {page:WordSection1;} --> Las actitudes han sido, casi desde la constitución de la Psicología Social, uno de los temas de estudio centrales de esta disciplina. Tanto es así que se ha llegado a afirmar que sin las actitudes no podría comprenderse la Psicología Social, especialmente lo que refiere a la producción norteamericana. Como señalaba Germani (1966), el interés por este concepto surge de la necesidad del psicólogo de contar con categorías que permitan reducir la complejidad y diversidad de la conducta social, permitiendo hallar las causas generales de la misma. Presente, como objeto relevante en campañas y programas preventivos de distintas conductas de riesgo así como en los estudios de participación política, su interés primordial reside en el papel que juega en los procesos de cambio social. Es el factor mediador por excelencia entre el individuo y el contexto social de pertenencia. (Morales, 1999). Para Triandis (1971, en Echebarría et. al., 1987) la actitud puede pensarse como una idea cargada de emoción que predispone a una clase de acciones respecto de una clase particular de situaciones sociales. Fishbein y Ajzen (1975) sostienen que la mayoría de los investigadores acordarían en que las actitudes pueden ser descritas como una “predisposición aprendida a responder en una manera consistente favorable o desfavorable respecto de un objeto dado”. Ambas definiciones indican que las actitudes tienen un aspecto afectivo o emocional y que proveen el bagaje motivacional para las acciones dirigidas hacia un objeto específico (persona, grupo, situación, idea, etc.). Si bien, como se verá más adelante, cada actitud tiene un referente particular, las actitudes pueden organizarse en estructuras consistentes y coherentes conocidas como sistemas de valores. El término “ideología”, por ejemplo, se usa para designar un conjunto integrado de creencias y valores que justifican las políticas de un grupo o institución (Katz y Scottland, 1959; en Echebarría et. al., 1987). Así, las actitudes sociales, se caracterizan por la consistencia[1] en la respuesta a objetos sociales y, es esta consistencia la que facilita el desarrollo de sistemas integrados de actitudes y valores que los individuos utilizamos para determinar qué tipo de conducta realizaremos al enfrentarnos a cualquier amplia gama de situaciones posibles. Estos sistemas nos permiten interpretar y evaluar los hechos, son fuentes de  interpretación y acción que nos ayudan a reducir la ambigüedad y la confusión. Pueden también ser concebidos como estilos de percepción aprendidos a través de los cuales aprehendemos la “realidad”. La clase de estilo que aprendemos así como el tipo de realidad que percibimos depende en gran medida de modelos, es decir, de la cultura de pertenencia (Lindgren y Harvey, 1973). [1] Veremos más adelante que la consistencia es un tema problemático, producto de los componentes y de la compleja estructura interna de la actitud.