INVESTIGADORES
GARCIA Silvia Ines
capítulos de libros
Título:
Participación de la TRH en la regulación de la presión arterial. TRH-Leptina: Novel interacción en la asociación Hipertensión-Obesidad.
Autor/es:
LANDA, MARIA SILVINA; GARCIA , SILVIA INES; PIROLA, CARLOS JOSE
Libro:
Hipertensión Arterial, Epidemiología, Fisiología, Fisiopatología, Diagnostico y Terapeutica
Editorial:
Inter-Medica S.A.I.C.I.
Referencias:
Año: 2013; p. 153 - 156
Resumen:
La TRH es un tripéptido ampliamente expresado en el SNC. El
papel más estudiado y reconocido de la
TRH es la regulación del eje hipotálamo-hipofisis-tiroideo. Además
de su clásica función, la TRH
actúa como un neurotransmisor participando en múltiples procesos fisiológicos,
en este sentido, se ha demostrado su presencia en zonas extrahipotalamicas e
incluso se ha observado una heterogeneidad anatomo/funcional de las neuronas TRH
que componen el núcleo paraventricular (NPV) hipotalámico. Dentro de la
división parvocelular de este núcleo, las neuronas que sintetizan TRH se
encuentran en la subdivisión periventricular, anterior y media. Solo las
neuronas de la subdivisión periventricular y media se proyectan a la eminencia
media, siendo éstas las neuronas involucradas en la regulación de la glándula
pituitaria anterior. Las neuronas ubicadas en la subdivisión anterior, a
diferencia de las otras regiones, no sintetizan el péptido CART (transcripto
regulado por cocaína y anfetamina) y la expresión del gen proTRH no es regulada
por el feedback negativo que ejercen las hormonas tiroideas circulantes. Además
se demostró que estas neuronas se proyectan hacia una gran diversidad de sitios,
que se corresponden con una participación en la regulación de la homeostasis
energética coordinadamente con efectos sobre el comportamiento, actividad
locomotora y termogénesis, considerando que estos grupos neuronales que
sintetizan TRH son funcionalmente distintos1.
Las neuronas TRH están presentes en otras zonas
hipotalámicas como en el núcleo dorsomedial, hipotálamo lateral, área
preóptica, núcleos periventriculares y en regiones extrahipotalámicas como
diencéfalo, mesencéfalo y médula espinal que no inervan la eminencia media y no
están sujetas a la misma regulación que las neuronas tirotróficas del NPV, con
lo cual se les podría adjudicar las funciones de la TRH independiente del eje
tiroideo. Por otro lado se ha reportado su presencia en otros tejidos como
páncreas y corazón.
La presencia TRH en núcleos cerebrales involucrados
en la regulación cardiovascular, como en el área preóptica (POA), sugiere que
el tripéptido podría estar involucrado en la función cardiovascular. El POA es
crucial en la regulación de la PA,
la natremia, el volumen sanguíneo, la ingesta de agua y la síntesis de
hormona antidiurética; su destrucción
previene el desarrollo de diferentes formas de hipertensión, como la producida
por DOCA-sal, denervación sinoaortica o lesión del NTS. Se ha reportado además
que microinyecciones de TRH administrada intracerebroventricular (icv) o en el
POA produce un efecto presor dosis dependiente.
En nuestro laboratorio, uno de los primeros hallazgos
que sugerían un efecto cardiovascular de la TRH fue la potenciación que provocó el tripéptido
del efecto presor de la acetilcolina a través del aumento del número de
receptores muscarínicos en el área septal del cerebro de la rata2.
Posteriormente, demostramos que la rata genéticamente hipertensa (SHR), muestra
un aumento de más de dos veces del contenido de TRH en el POA versus sus controles
normotensos Wistar-Kyoto (WKY).
Asimismo se demostró que el aumento del contenido de
TRH se debe al aumento en la síntesis y liberación del tripéptido, con lo cual
existe una hiperactividad presináptica y un aumento de la sensibilidad
postsináptica debido al aumento en el número de receptores específicos de TRH
en el POA de las SHR. Cabe aclarar que este modelo presenta elevados niveles de
TSH en plasma respecto al control WKY sin presentar cambios en los niveles de
hormonas T3 y T4 que son las efectoras finales. El efecto hipotensor que
produce tanto la inyección periférica como central de anticuerpos contra TRH,
apoyan la hipótesis del rol de la
TRH en la regulación cardiovascular en este modelo de
hipertensión.
Continuando en esta línea, demostramos que la
inhibición de la expresión de TRH en estas ratas SHR normaliza la PA3. Para lograrlo,
se utilizó la estrategia de inyección icv de oligonucleótidos antisense (AS)
dirigidos contra el codón de iniciación de la traducción del precursor de TRH
que disminuyó el contenido de TRHd y la normalizó de la presión durante 48hs,
sin presentar cambios en los niveles de hormonas tiroideas.
Aún no es claro a través de qué mecanismos neurales y
humorales la TRH
ejerce sus efectos cardiovasculares. El aumento concomitante de catecolaminas
plasmáticas sugiere un importante componente simpático como mediador de los
efectos cardiovasculares descriptos probablemente debido a la estimulación del
sistema simpatoadrenomedular por parte del tripéptido. En ese sentido se
observó que la respuesta cardiovascular a la inyección de TRH va siempre
acompañada de un aumento en la actividad simpática y que puede abolirse por demedulación adrenal
o utilizando antagonistas adrenérgicos y bloqueantes ganglionares. Podríamos
inferir que este efecto es atribuido exclusivamente a la hiperactividad
simpática generada. Sólidas evidencias indican que el efecto de TRH sobre la
activación simpática está mediado por diversos sistemas clásicos de
neurotransmisión, como el colinérgico muscarínico, catecolaminérgico y sistema
serotoninérgico a través de circuitos que involucran al cerebro, tallo
encefálico y médula espinal.
Para estudiar si un aumento de la TRH central es capaz por si
solo de conducir al desarrollo de hipertensión desarrollamos un modelo de
hiperactivación del sistema de TRH in vivo en ratas normales mediante
transfección con un plásmido de expresión eucariota que contiene el gen de
preproTRH (pcmv-TRH). Luego de 24 y 48hs post inyección se observó un aumento
del contenido de TRHd dosis dependiente y un aumento de PAS; mediante la
técnica de inmunohistoquímica se observó un aumento de TRH en áreas
circunventriculares donde el tripéptido es normalmente expresado. Estos
aumentos fueron revertidos mediante un tratamiento AS específico contra preTRH.
De esta manera nuestro laboratorio demostró que en ratas normales la
sobreproducción de TRH en áreas periventriculares produce hipertensión dosis
dependiente y que éste efecto puede ser revertido mediante un tratamiento
antisense específico4.
La obesidad y la hipertensión constituyen patologías
del síndrome metabólico cuya prevalencia ha
aumentado dramáticamente en las últimas décadas, transformándose en un desafío
para los sistemas de salud y generando altos costos en salud pública en la mayoría de los países
industrializados.
Una amplia variedad de evidencias sugieren que la
hipertensión asociada a obesidad se debería, entre otros factores, a un aumento
del flujo simpático, sin embargo los mecanismos involucrados en esta asociación
no han sido totalmente comprendidos.
La identificación de la leptina en 1994 abrió una
nueva era en la investigación de la obesidad y contribuyó al entendimiento de
las complicaciones cardiovasculares de esta patología. En este sentido, varios
estudios clínicos y experimentales sugieren fuertemente la participación de la
leptina en la regulación de la presión arterial y en la hipertensión, pero el
mecanismo preciso involucrado no se ha sido completamente dilucidado.
La leptina, es sintetizada por los adipositos y
liberada a la circulación desde donde se distribuye a los distintos tejidos
sobre los cuales ejerce su acción. La expresión del gen de leptina está nutricional
y hormonalmente regulada. Numerosos estudios han demostrado que las
concentraciones plasmáticas de leptina están elevadas en forma significativa en
humanos obesos y en modelos de obesidad en roedores en forma proporcional a la
masa de tejido graso, sugiriendo que en la obesidad existiría un estado de
resistencia a leptina. Se ha demostrado la presencia de un inhibidor de la
señal de traducción de leptina. El supresor de señalización de citoquinas
(SOCS-3) bloquea la activación de STAT3 inducida por leptina en células que
expresan la forma larga del receptor. Como SOCS-3 está sobre-expresado en modelos
de obesidad, ha sido postulado como un potencial mediador de la resistencia a
la leptina. En este sentido, se ha propuesto que la obesidad va acompañada de
resistencia selectiva a leptina caracterizada por una falla en la inducción de
la saciedad pero con actividad simpatoexcitatoria preservada, conduciendo a un
estado de hiperleptinemia con hiperactivación del SNS e hipertensión5. Este
concepto fue confirmado en diversos modelos animales 6.
La leptina actúa a través de receptores específicos
inhibiendo la expresión de péptidos orexígenos como NPY y AgRP en neuronas
hipotalámicas y estimulando la producción de péptidos anorexígenos actuando
sobre neuronas POMC en el núcleo arcuato del cual deriva la hormona α-MSH
descripta como un potente regulador negativo de la ingesta. Así, la saciedad
inducida por la leptina está mediada en parte por estimulación de neuronas POMC
hipotalámicas que llevan a una mayor producción de α-MSH la cual actúa a través
de los receptores melanocórticos hipotalámicos. Muchos trabajos han involucrado a
los receptores melanocórticos en la respuesta presora de la leptina7.
La leptina además de regular la expresión de varios
de los neuropéptidos mencionados es capaz de inducir la expresión de TRH. En
este sentido, es conocida la acción que la leptina ejerce antagonizando la
supresión de hormonas tiroideas inducidas por el ayuno a través del aumento de
expresión del gen de preTRH. Dado que la leptina activa la expresión del gen
POMC del cual deriva el péptido α-MSH, varios trabajos consideraron que este
péptido sería el responsable de la acción indirecta de la leptina sobre la
expresión de TRH. Así, se ha demostrado que neuronas α-MSH inervan neuronas TRH
en el NPV y que la administración central de α-MSH previene la disminución de
la expresión de TRH inducida por el ayuno y recupera parcialmente la
disminución de hormonas tiroideas. La leptina es capaz de regular la expresión
de TRH mediante una vía de acción directa y otra indirecta en demostrado
cultivos neuronales y además se ha descripto el sistema de señalización
involucrado en la regulación de la expresión de TRH8.
Las sólidas evidencias que confirma la interacción
TRH-Leptina, las demostradas acciones cardiovasculares de la leptina mediadas
por el sistema simpático, sumadas a la experiencia de nuestro laboratorio en el
estudio de la participación de la
TRH en la regulación cardiovascular9 condujeron a
que, en nuestro laboratorio se profundizara el estudio de la interacción
TRH-leptina. Así se describió la interacción recíproca entre la TRHd y el nivel de leptina,
que a través de la activación simpática, afectan la PAS10. Para
demostrarlo, se midió el nivel plasmático de leptina en machos Wistar que se
hicieron hipertensos mediante la inducción de una sobre expresión de TRH
periventricular por inyección icv del plásmido pcmv-TRH. Se observó que el
plásmido además de generar un aumento del contenido de TRHd con el consecuente
aumento de la PA,
disminuyó el nivel plasmático de leptina. Al realizar, un tratamiento con
oligonucleótidos AS contra TRH, se revirtieron ambos efectos.
Por otro lado se observó que en la rata SHR, que
presenta una hiperactivación del sistema de TRH diencefálica, presenta menores
niveles de leptina circulante que los controles WKY. Estas diferencias se
anularon con un tratamiento AS contra preproTRH, sugiriendo la interacción
entre ambas hormonas. En experimentos adicionales demostramos que ratas Wistar
luego de recibir una inyección icv de leptina, como es de esperar, generan un
aumento de la PA,
siendo este efecto abolido luego de un tratamiento de inhibición específico AS
contra TRH. Estos datos indicaron que la leptina está disminuida en la
hipertensión inducida por TRH que podría conducir a un efecto compensatorio de
ganancia de peso y propusimos que la interacción TRH-leptina contribuiría a
la fuerte asociación entre obesidad e hipertensión. Nuestro grupo de trabajo
pudo demostrar esta hipótesis en diversos modelos animales como en un modelo de
obesidad inducida por una dieta rica en grasas en la rata, concluyendo que la
hipertensión resultante es dependiente de la elevación de la TRH diencefálica, ya que su
inhibición mediante diversas estrategias como la de antisense o RNA de
interferencia (RNAi) normalizan los valores elevados de PA y los niveles de
elevados de metabolitos de catecolaminas; indicando que el SNS esta involucrado
la acción hipertensora de la TRH11.
También
demostramos que en el ratón obeso Agouti (hiperleptinémico con preservación de
la acción simpatoexcitatoria ) la hipertensión es dependiente de la TRHd, ya que presentaron un
nivel elevado del contenido del tripéptido y la reversión del mismo, provocado
con maniobras de antisense y RNAi disminuyeron los niveles de PA a valores
semejantes a los controles11. Asimismo, al estudiar el ratón obeso
ob/ob (carece de leptina funcional circulante, presenta hiperfagia pero con
niveles de PA y catecolaminas plasmáticas menor que los controles demostramos
que el contenido de TRH es menor que los controles y que al tratar con leptina
el fenotipo se revierte generando un aumento del contenido de TRH y de PA12.
En estos modelos las variaciones de TRHd observada fue independiente del
sistema tiroideo ya que no se observaron cambios significativos en los niveles
de las hormonas tiroideas, TSH ni prolactina; indicando que el pool de TRH que
modula la regulación cardiovascular sería independiente de la TRH con efectos sobre el eje
tiroideo.
Como se
comentó previamente los receptores melanocórticos participan en la respuesta
presora de la leptina7 Así,
se ha demostrado que los ratones knockout para el receptor de aMSH de tipo 4
(MC4-R) no presentan respuesta hipertensora a la administración aguda o crónica
de leptina comparada con los controles. Dado que aún no existe en la literatura
evidencias de cual sería el conector fisiológico entre los efectos
cardiovasculares de la leptina con el consecuente aumento de la actividad
simpática, nosotros postulamos que la
hipertensión inducida por leptina estaría mediada por TRHd a través de MC4-R.
Siguiendo
nuestra línea de pensamiento, evaluamos la participación de la TRH en la hipertensión
inducida por la activación de los MC4-R. Para
demostrarlo, diseñamos un protocolo en el cual ratas normotensas recibían MTII
(agonista melanocortico) por vía central con y sin previo bloqueo del sistema
de la TRH y
evaluamos su efecto sobre la ingesta, el peso corporal, la PA y el contenido de TRH. Asi, pudimos
confirmar que la TRHd
participa del efecto hipertensor generado por agonistas melanocórticos, ya que
su inhibición específica impide su acción sobre la PA13.
Recientes trabajos han demostrado que el SNC melanocórtico
es capaz de regular la PA
independientemente de la activación de receptores de leptina en diversos
modelos experiomentales confirmando nuestros hallazgos14.
Proponemos que la activación de MC3/4 a través de la
estimulación de TRH podría mediar el aumento de activación simpática inducida
por leptina.
Es interesante destacar que una de las funciones de la TRH, es modular la secreción
de TSH y por lo tanto el estado tiroideo del animal. Sin embargo, en nuestra
experiencia ninguno de los modelos estudiados, observamos un aumento de T3 ni
T4. Es probable que la regulación negativa que ejerce la T3 sobre la liberación de TSH
mantenga el eje en niveles normales aún en presencia de TRH aumentada, o que la TSH no se libere ya que la TRH ejercería un efecto
rítmico y no tónico como es el que es necesario para su liberación. Serán
necesarios estudios adicionales para poder definir este interrogante.
En función a lo planteado en este capítulo la
interacción TRH-Leptina podría explicar en parte los mecanismos puestos en
marcha en situaciones en las que un desbalance energético conlleva a
alteraciones cardiovasculares y así comprender la fuerte relación entre
obesidad hipertensión.
Por último, es interesante analizar el aporte del presente trabajo al
entendimiento de la interacción TRH-Leptina ya que abre la posibilidad de que
drogas utilizadas en el tratamiento de la obesidad cuyo mecanismo de acción sea
análogo al de la leptina, que actúan
aumentando la actividad del sistema POMC-α-MSH en el núcleo arcuato del hipotálamo; conducirían a un aumento de la
presión arterial como efecto adverso.