Río Grande

ADELA TISNÉS; FERNANDEZ, DANIEL

Atlas Histórico y Geográfico de la Argentina (Calidad de Vida II)

Tandil : Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires

Lugar: Tandil; Año: 2022; p. 125 - 134

Tanto a nivel nacional como internacional contrastan imaginarios, muchasveces ingenuos, otras veces románticos y otras, peligrosamente anacrónicos,acerca de la geografía de esta extensa área de nuestro territorio nacional conocida como región Patagónica. Suelen destacarse, por ejemplo, ?postales? de los majestuosos espacios para la recreación en las regiones cordilleranas y marítimas;o áreas dotadas de innumerables y valiosos recursos, especialmente energéticos,para el desarrollo de la nación. Sin embargo, no siempre uno se detiene a reflexionar acerca de cómo, para las vastas áreas rurales, tales valores se tornan históricamente inaccesibles a los propios habitantes patagónicos, quedando muchasveces destinados para elites nacionales o extranjeras como, por ejemplo, consecuencia de los procesos de expansión especulativa del negocio inmobiliario. Estacuestión, en repetidas ocasiones, entra en conflicto con las áreas históricamenteocupadas por campesinos y comunidades indígenas. Son preocupantes los procesos de extranjerización y concentración privada de la tierra: considérese, a modode ejemplo, que un único grupo económico perteneciente a una familia italianareúne en la Patagonia una extensión equivalente a 12 veces la totalidad de losespacios urbanizados de esta región; un área comparable a 40 veces la superficiede la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.Por otra parte, las extensas mesetas y ?desiertos? aparecen revalorizados enlos discursos nacionales bajo consignas propagandistas, como las construidasen torno de la explotación de yacimientos no convencionales de hidrocarburos,correspondientes a la formación geológica ?Vaca Muerta?, mayormente desarrollada en la provincia del Neuquén. Discursos actuales que parecen olvidar que laextracción de hidrocarburos lleva más de un siglo en la Patagonia tanto septentrional como austral. Para la segunda década del siglo XXI, reaparece la Patagoniaen el escenario nacional posicionada bajo los mismos lemas de los planes económicos de mediados del siglo XX y del Desarrollismo, un área destinada al suministro de ?recursos naturales? para la ?Nación?. Una supuesta oportunidad parala tan anhelada recuperación económica del país, en su también renovado rol deproductor de commodities y como fuente generadora de empleos. Son entoncesestos territorios objeto de nuevas ondas de migraciones internas e internacionales de variadas características, que se constituyen en modalidades de concentración urbana y despoblamiento rural, con matices muchas veces conflictivos hacialos pobladores históricos. En este contexto, en particular los pueblos indígenasde la Patagonia resurgen en un proceso legítimo y cada vez más generalizado dereconstrucción identitaria, territorial y de reivindicación histórica, ya transcurridos más de 100 años de avasallamientos