INVESTIGADORES
FIGALLO Beatriz Josefina
capítulos de libros
Título:
La política internacional de la primera a la segunda guerra mundial. El radicalismo y el período de entre guerra (1914-1945)
Autor/es:
BEATRIZ FIGALLO; LUCÍA LACUNZA
Libro:
Manual de la política exterior argentina
Editorial:
EUDEBA
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2022; p. 87 - 96
Resumen:
Con una política exterior ligada a la validez del modelo de economía internacional basado en la provisión de carnes y cereales a los mercados del Viejo Mundo, el quiebre del sistema de poder europeo que representó la Gran Guerra, determinó una política de prescindencia, no intervención y no beligerancia de la Argentina. Aunque las orientaciones básicas de lo externo no mostraron cambios fundamentales, entre la neutralidad “estática” de Victorino de la Plaza y la de Hipólito Yrigoyen, se puede percibir un mayor activismo en cuanto a cooperación regional, igualdad de los estados y defensa de la soberanía nacional, como manifestación del ideario humanista del mandatario y de los principios de su partido de masas. Con una repercusión considerable en lo económico, la guerra mostró la competencia de los países centrales por abastecerse, invertir y proveer a la Argentina, así como la conveniencia de acelerar la industrialización del país. Los gobiernos de la UCR revitalizaron las relaciones con la región, más allá de las disputas limítrofes, a través de conexiones ferroviarias y de proyectos de aprovechamientos de recursos minerales y petroleros, que comenzaba a reclamar la industria militar. A la par, la expansión norteamericana convirtieron a EEUU en primer exportador industrial del país. La ruptura constitucional ocurrida en septiembre de 1930, coincidió con las repercusiones del crack de 1929 y la Gran Depresión, que abrió un nuevo ciclo de industrialización basada en la sustitución de importaciones. Mientras sectores terratenientes reclamaron privilegiar los vínculos con Gran Bretaña y otros clientes europeos, la Argentina encaró gestiones pacíficadoras en la guerra del Chaco y la Guerra Civil Española -bien que favoreciendo sus propios intereses e inclinaciones conservadoras de las presidencias de Justo y Ortiz. Además del reingreso a la Sociedad de las Naciones en Ginebra, personificó tal protagonismo el Premio Nobel de la Paz concedido a Carlos Saavedra Lamas. Durante la Segunda Guerra Mundial, truncada una posibilidad autónoma de declarar un estado de no beligerancia favorable a los países democráticos cuyo triunfo interesaba, pero que no conformaba ni a su condición de proveedora del mercado británico ni a la voluntad de hegemonía norteamericana, la Argentina se reafirmó en su tradicional neutralidad. Objetando el modo estadounidense de practicar la solidaridad americana frente a los peligros de agresión externa, el régimen surgido del golpe militar de junio de 1943, procedió recién a inicios de 1944 a romper relaciones con el Eje. Ello no frenó la tensión argentino-norteamericana, siendo el país sometido aun boicot económico y diplomático. La incorporación de la Argentina al sistema internacional que emergió al fin de la guerra, se produjo tras el cambio de rumbo en la Secretaría de Estado norteamericana y los acuerdos alcanzados con el gabinete argentino, donde emergía el liderazgo del coronel Juan Perón, que determinaron la adhesión a los compromisos discutidos en la Conferencia Interamericana sobre Problemas de la Guerra y de la Paz (Chapultepec) y la tardía declaración de guerra a Alemania y Japón.