INVESTIGADORES
BRAICOVICH Rodrigo Sebastian
capítulos de libros
Título:
Éticas de la Virtud: objeciones contemporáneas, respuestas antiguas. El estoicismo y la judicialización de la ética
Autor/es:
BRAICOVICH, RODRIGO SEBASTIÁN
Libro:
Retórica, filosofía y educación: de la Antigüedad al Medievo
Editorial:
Universidad Nacional de La Plata
Referencias:
Año: 2019; p. 225 - 242
Resumen:
Desde su resurgimiento a principios de la década de 1960 (gracias, fundamentalmente, a la amplia repercusión de (Anscombe, 1958)), las éticas de la virtud [EV] han sido objeto de una serie de críticas importantes, que afectan no sólo a detalles específicos mismos de cada versión en particular, sino a la coherencia y plausibilidad misma del proyecto en su totalidad1. Las objeciones más serias que han sido presentadas han sido, en líneas generales, las siguientes: 1) la crítica de la relevancia: lo que esta crítica sugiere es que la EV es irrelevante en tanto tercera vía frente al consecuencialismo y la deontología. La EV, cabe recordar, resurgió, a mediados del siglo pasado, como un abordaje específico dentro del campo disciplinar de ética que se distinguía de las dos grandes tradiciones hegemónicas hasta el momento: el consecuencialismo (cuyo defensor paradigmático fue John Stuart Mill) y la deontología (o ética del deber), cuyo paladín máximo fue Immanuel Kant. La EV se presentó como un abordaje alternativo que proponía repensar el ámbito de la ética desde una perspectiva radicalmente distinta a la de ambas teorías, concentrándose en conceptos como los de virtud,  carácter y hábito, y haciendo a un lado conceptos como los de deber moral o utilidad. De acuerdo a la crítica de la relevancia, sin embargo, la EV falló en proponer una tercera alternativa real, porque las éticas deontológicas y consecuencialistas ya se habían preocupado por conceptos como los de virtud y carácter y ofrecían teorizaciones importantes al respecto. 2) La crítica de la aplicabilidad, por su parte, sostiene que el enfoque aretaico presenta dificultades insuperables al momento de aplicar sus construcciones teóricas a ámbitos como el de la filosofía del derecho, o el diseño de políticas públicas, por citar solo dos ejemplos. En pocas palabras: aun cuando concediéramos que la EV ofrece efectivamente un abordaje alternativo e intrínsecamente valioso, no puede ser aplicado en aquellos ámbitos en los que la reflexión ética debería hacer sus aporte más significativos. 3) La tercera objeción, complementaria de la anterior, señala que la EV se encuentra en dificultades particularmente serias al momento de ofrecer respuestas convincentes frente a las problemáticas más actuales que ocupan la discusión contemporánea en campos como la bioética, la política internacional o las problemáticas de género. 4) La objeción de la ?suerte moral? ? un concepto que designa el conjunto de variables socio-político-culturales que rodean el nacimiento y desarrollo de una persona: todo individuo nace en un contexto social, político y cultural que determina en buena medida las posibilidades de desarrollo que estarán a su alcance; si las EV ponen el acento en el desarrollo moral del sujeto, entonces deben poder dar cuenta de las desigualdades inherentes la condición humana y no pueden proponer, en consecuencia, un abordaje universal ? y eso es algo que, de acuerdo a los críticos, las distintas versiones de las éticas de la virtud no han podido hacer. 5) La última objeción establece que todas las variantes, tanto antiguas como contemporáneas, de la EV se construyen sobre un concepción egocéntrica del sujeto, esto es, centrada en el sujeto mismo, y no en la alteridad, y que el hecho de concentrar la atención en el progreso moral del sujeto (sacando protagonismo, con ello, al otro), representa una violación de lo que debería ser la reflexión ética.