Política y religión. Las múltiples caras de una relación

SOUROUJON, GASTON EZEQUIEL

Múltiples rostros del sistema político

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL

Año: 2022; p. 10 - 29

En las últimas décadas hemos sido testigos de una puesta en cuestión a todas las grandes narrativas articuladas en la modernidad que habían permitido mantener ciertos resquicios sólidos Si bien ciertas posturas han convertidoeste ataque en una mera pose juguetona afectada por el complejo de Edipo, por su obstinada preocupación por dar muerte a los padres teóricos. Nodeja de ser evidente que algunas de las premisas con las que aprehendimos lamodernidad occidental deben ser pensadas nuevamente. En este contexto, lacategoría de secularización parece ser una de las más discutidas, fenómenoscomo los confictos globales signados por la religión, la infuencia de las religiones en los debates públicos, la radicalización de los fundamentalismos,etc.habilita a algunos autores a hablar de lo postsecular, ode la des–secularización. Conceptos cuya construcción supone realmente quela dimensión de lo religioso había desaparecido durante décadas del espaciopúblico, que el proceso de privatización de la religión había sido efectivo, sinembargo como trataremos de argumentar, la dimensión religiosa como espacio de sacralidad que a través de una trascendencia dote de cohesión a la sociedad, legitime las instituciones y erija un absoluto que estabilice el régimenpolítico, ha estado presente durante gran parte de la modernidad, la reemergencia de las religiones confesionales está dando cuenta de un fenómeno quenunca ha desaparecido (Ferrara, 2009).1 Expresión que no solamente se tornaevidente bajo las experiencias radicales de los totalitarismos, sino también enlas más calmas democracias liberales, las cuales difícilmente se puedan reproducir excluyendo la dimensión de lo religioso.