PERSONAL DE APOYO
BALABAN David Mario
artículos
Título:
Pérdidas en la cadena de producción y comercialización de alimentos. Caso de la cadena hortifrutícola
Autor/es:
MONDINO, M.C.; ORTIZ MACKINSON, M.; ROTONDO, R.; BALABAN, D.
Revista:
Agromensajes de la Facultad
Editorial:
Facultad de Ciencias Agrarias, U.N.R.
Referencias:
Lugar: Rosario; Año: 2020 p. 11 - 13
ISSN:
2591-4383
Resumen:
El aumento de la población mundial y del poder adquisitivo de las crecientes poblaciones de clase media en los países en desarrollo con mercados emergentes, resultará en un aumento proyectado de la demanda de alimentos de 50 a 70% para mediados de siglo (Bond et al., 2013; Godfray et al., 2010; Parfitt et al., 2010). Sin embargo, se estima que un tercio de los alimentos (1,3 billones de toneladas) que se producen a nivel mundial para consumo humano no son aprovechados. Según FAO (2014) el 6% de las pérdidas de alimentos globales ocurren en América Latina y el Caribe .Las pérdidas y desperdicio de alimentos impactan en la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios y la seguridad alimentaria y nutricional de tres maneras: En el Cinturón Hortícola de Rosario, se cultivan 5493 ha de hortalizas por año (Grasso et al., 2013), siendo de gran importancia, no sólo por su producción, sino también por la actividad comercial que se realiza principalmente a través de dos mercados concentradores que abastecen a más de 1,5 millones de habitantes. Sin embargo se evidencia una crisis producida en la cadena de comercialización atribuible, entre otros motivos, a las elevadas pérdidas desde el productor al consumidor. Es fundamental importancia la producción de alimentos de manera sustentable y adecuada para todos los consumidores del mundo. Actualmente, son muy elevadas las pérdidas de alimentos, especialmente en los países en desarrollo, superando el 50 % en el caso de hortalizas y frutas, por lo tanto, se deben continuar estudiando estrategias de manejo que minimicen dichas pérdidas a lo largo de toda la cadena de producción y comercialización hasta llegar al consumidor. Es necesario tomar conciencia del costo ambiental, económico y social que significa desperdiciar más de la mitad de lo que se produce. En muchos casos podría disminuirse el problema sin grandes inversiones, sino simplemente manejando más racionalmente los recursos, trabajando en equipo, planificando la producción, etc.