INVESTIGADORES
FERNANDEZ Nancy Patricia
artículos
Título:
Sobre "Donde yo no estaba", de Marcelo Cohen
Autor/es:
NANCY FERNÁNDEZ
Revista:
Hispamérica
Editorial:
Ediciones Hispamérica
Referencias:
Lugar: Maryland; Año: 2007 p. 121 - 123
ISSN:
0363-0471
Resumen:
Una jaqueca intermitente marca el ritmo de los días en la vida de un hombre. En esta nueva (y ambiciosa) novela de Marcelo Cohen, el personaje central de la historia es un narrador deliberadamente consciente de su protagonismo, dado que es el artífice de un registro pormenorizado de su mundo, el público y el privado. Empresario próspero (titular de una firma de lencería), dedicado esposo y padre, Aliano D’Evanderey es, sin embargo, alguien que está ocupado en volcar a la escritura (su diario personal), la experiencia de una virtual extinción, un progresivo "adelgazamiento" ontológico. Como si Aliano pudiese perderse en los contornos volátiles de la ciudad, el narrador procura una tensión entre la levedad y la gravidez de lo real, a partir de su propia percepción del tiempo y del espacio. De este modo, incorporar la forma referencial se convierte en un punto de partida para desplazar lúdicamente las bases de lo verídico y lo verosímil; así, la ficción de un pasado y un futuro bordea los mismos parámetros con los que podemos pensar la cultura contemporánea. El dinero, el trabajo, el mundo doméstico, el esparcimiento y el goce del consumo; el arte (teatro y escultura), la religión (el libro del Yud y el Dios Solo) y la política (la Democracia Gentil); familias tradicionales y burgueses adúlteros; un policlasismo, que va de parejas armadas en función del confort a los sectores marginados (los sincasa), son los motivos desde los que el autor rearma el vínculo entre naturaleza y cultura. Sin duda, todo escritor identificado con una poética y un estilo propio, tiene un sistema de lecturas (Cohen es, además, un traductor reconocido) y podríamos leer algunos ecos homenajes al Cortázar de Bestiario (más específicamente de "Cefalea" con la invención de nombres y palabras) como algún tipo de sintonía con Houellebecq, el de la cultura neutra y global de una contemporaneidad estacionada. Hay un reconocimiento y a la vez, una distancia respecto a personajes y escenarios, a la hipotética funcionalidad de sus comunicaciones y publicidades hologramáticas. Esta nueva novela de Cohen abre las líneas de un realismo (paradójico por el uso que hace con las referencias más no con el concepto) conjugado con una "ciencia" ficción, que puede imaginar a los personajes conectados a la Panconciencia (una suerte de receptor sensitivo comunitario) y a sistemas hipertecnificados de memorias ajenas (pantallátor, parphonitos). Cohen pone en crisis los géneros con un estilo reflexivo compatible con lo mejor del pensamiento contemporáneo: Peter Sloterdijk. De ahí que podamos considerar, citándolo, aquellos "bloques autoerráticos" que trazan al "ser" contemporáneo entre los "progresos" de la biotécnica y los excesos de la pornografía. Por la extensión de la novela, pareciera que Cohen repone la utopía moderna de los grandes relatos. Así, la duración enhebrada entre la lentitud y lo efímero, trama el sentido de lo absoluto y la banalidad; con ráfagas líricas, el hombre queda expuesto al mundo, como habitante de una morada común y a la vez privada. Y con un dejo de ironía cortesmente anacrónica, como prosa al filo de lo nuevo y de lo arcaico, Donde yo no estaba es una forma de conjurar la muerte poniendo a una distancia tangible y a la vez sagrada, la vida y su límite final.