INVESTIGADORES
STAROSTA Guido
artículos
Título:
Fetichismo de la Mercancía
Autor/es:
GUIDO STAROSTA
Revista:
Cuadernos de Teoría Social
Editorial:
Universidad Diego Portales
Referencias:
Lugar: Santiago de Chile; Año: 2018 vol. 4 p. 124 - 124
ISSN:
0719-6415
Resumen:
El carácter fetichista de la mercancía remite a lo que Marx presenta en El Capital como la determinación más simple del modo de existencia enajenado de la subjetividad humana en la sociedad capitalista. En tanto en esta forma histórica de organizar el proceso de vida humana los trabajos se realizan de manera privada y recíprocamente independiente, el carácter social inmanente de éstos se manifiesta en la forma exterior de la objetividad de valor de sus productos. En otras palabras, en la forma-valor o de cambiabilidad general de la mercancía, todas las determinaciones cualitativas y cuantitativas del trabajo social aparecen frente a los sujetos materiales de dicha actividad productiva bajo la forma de atributos sociales objetivados en sus productos. El producto del trabajo queda así determinado como el portador inmediato de la potencialidad de poner de manifiesto la unidad del vínculo social general entre los individuos mediante el establecimiento de la relación de intercambio. Varias implicaciones fundamentales se siguen de este carácter fetichizado asumido por la subjetividad humana en el capitalismo. En primer lugar, este modo de existencia ?cósico? de las potencias sociales de la acción humana no es meramente una ilusión subjetiva o un problema de abstracta ?falsa consciencia?. En cambio, se trata de una inversión socialmente objetiva entre sujeto y producto del trabajo humano, como resultado de la cual la mercancía realmente se erige en el mediador cosificado que establece la síntesis social de modo automático, es decir, más allá del control consciente de los individuos. En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, este fenómeno no sólo refiere a la constitución social de ?formas del pensar socialmente válidas, y por tanto objetivas? asumidas por la conciencia enajenada del productor de mercancías (mercancía, dinero, capital, etc.), sino que implica que la subjetividad humana misma queda determinada como vehículo del movimiento autonomizado de esas formas objetivadas de mediación social. En otros términos, los individuos quedan determinados como personificaciones de las ?categorías económicas?.