INVESTIGADORES
HERRERO Alejandro Ramon
artículos
Título:
Proyectos de futuro y símbolos nacionales en la etapa de la Revolución y de la guerra de Independencia en el Río de la Plata. Una aproximación
Autor/es:
ALEJANDRO HERRERO
Revista:
CSOnline - Revista Eletrônica de Ciências Sociais
Editorial:
editoraufjf
Referencias:
Lugar: Mina Gerais; Año: 2012 p. 34 - 58
ISSN:
1981-2140
Resumen:
Es un hecho conocido que las primeras historias de la nación argentina escritas en la segunda mitad del siglo XIX fechan su origen según los casos en la Revolución de Mayo, o en la creación del virreinato del Río de la Plata. Las interpretaciones se multiplican y estas dos lecturas sólo son las más sostenidas. Más allá de sus diferencias, pueden verse estas imágenes en una serie de estudios históricos de la tradición política liberal del siglo XIX, escritos por conocidos dirigentes políticos que ocuparon cargos relevantes a nivel provincial y nacional. Citemos algunos nombres: Bartolomé Mitre, Vicente Fidel López, Adolfo Saldias, Domingo Faustino Sarmiento, Juan Bautista Alberdi, entre otros. La lista de autores, sin duda, puede seguir. En el siglo XX historiadores de distinto signo ideológico evocan una narración histórica parecida. Basta nombrar algunos títulos: Carlos A. Floria y César A. García Belsunce, Historia de los Argentinos, (1971); Tulio Halperín Donghi, Revolución y guerra. Formación de la elite dirigente en la Argentina criolla (1979); o José Carlos Chiaramonte, La crítica ilustrada de la realidad. Economía y sociedad en el pensamiento argentino e iberoamericano del siglo XVIII (1982). Los ejemplos se multiplican, y los dos últimos casos citados fueron expresamente seleccionados, ya que tanto Halperín Donghi, como Chiaramonte, son los investigadores que más avanzaron sobre la reinterpretación de los orígenes nacionales en las últimas décadas, interpretando a la nación argentina no como un hecho dado en la etapa del virrreinato del Río de la Plata ni con el proceso de Revolución e Independencia, sino como un proceso de invención que se produce a lo largo del siglo XIX. Los dos libros señalados en último lugar, sólo se indican para mostrar en sus títulos como en los años 70 y comienzos de los años 80, aún en estos historiadores puede encontrarse la idea de argentina en el Siglo XVIII o en la primer etapa revolucionaria, pero son, desde otro punto de vista, dos investigaciones excelentes y dos libros clásicos de la historiografía Argentina. Formo parte de una porción de historiadores que desde hace más de 20 años han empezado a reinterpretar la historia de la nación argentina. Estas nuevas interpretaciones conciben que la nación argentina no era un hecho dado, ni en el virreinato del Río de la Plata, ni durante la Revolución de Mayo o la declaración de la Independencia. Los componentes de la nación argentina que se visualizan a fines del siglo XIX se fueron creando lentamente a lo largo de ese siglo, no en un movimiento siempre ascendente sino con imposiciones y resistencias, y que las opciones para los distintos estados provinciales eran variadas y una de ellas, en un momento dado, fue crear lo que finalmente se constituyó como nación argentina. Este artículo comienza la historia sobre la construcción de la nación argentina en 1810, y a veces se remonta a la etapa colonial, ya sea para mostrar la ausencia de elementos argentinos o de la nación argentina, ya sea para indicar cuándo se empiezan a usar y qué sentido tiene su uso, por ejemplo se examina cuáles son los colores o los nombres que identifican a los patriotas en el proceso revolucionario y el proceso de independencia con la colonia española, etc. La presente investigación se propone matizar estas tesis, guiado por la hipótesis que sostiene, por el contrario, que tanto la nación Argentina como el estado argentino no eran un hecho dado en la primera mitad del siglo XIX sino que fueron inventados, de manera traumática, a lo largo del siglo XIX. Se intenta evidenciar que también los símbolos nacionales forman parte de una construcción que los historiadores pueden reconstruir, y que Buenos Aires, sede de los gobiernos de la Revolución, creó una simbología nacional e intentó imponerla a las otras provincias del Río de la Plata con las resistencias que esto supone. La historia de la imposición de los símbolos nacionales argentinos requiere un largo estudio de todo el siglo XIX y parte del siglo XX, en este libro sólo se analizan las primeras décadas del siglo XIX.