INVESTIGADORES
DEL AGUILA LACOSTE Alvaro Alejandro
artículos
Título:
La seguridad y la salud en el trabajo de los adolescentes y jóvenes en la Argentina
Autor/es:
DEL AGUILA, ALVARO
Revista:
Documentos de Trabajo
Editorial:
OIT ARGENTINA
Referencias:
Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Año: 2020 p. 1 - 90
ISSN:
2310-4619
Resumen:
De acuerdo a estimaciones publicadas por la OIT en 2017, cada año mueren 2,78 millones de trabajadores y trabajadoras debido a accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo1. La mayor parte deestos siniestros se produce a causa de enfermedades relacionadas con el trabajo (alrededor de 2,4 millones)mientras que cerca de 380 mil muertes se deben a accidentes de trabajo.Además, cada año se produce un número de lesiones no mortales vinculadas al trabajo que, se estima,supera en mil veces a las fatales. Es decir que las lesiones relacionadas al trabajo afectan cada año a 374millones de trabajadores y trabajadoras, con el resultado de dificultades significativas en sus posteriorescapacidades para generar ingresos a mediano y a largo plazo (OIT, 2018).Ante este panorama, los trabajadores jóvenes registran índices de lesiones vinculadas al trabajo sensiblemente mayores a los que registran sus pares adultos. De acuerdo a investigaciones realizadas en Europa(EU-OSHA, 2007; citado en OIT, 2018), la incidencia de lesiones vinculadas al trabajo entre trabajadores jóvenes supera en un 40% a la que corresponde a los trabajadores de 25 años o más. En Estados Unidos,por ejemplo, el riesgo de una lesión profesional no mortal es casi dos veces más elevada entre los trabajadores de 15 a 24 años que entre los de 25 años y más (CDC, 2010; citado en OIT, 2018).En Argentina se evidencian proporciones similares. En 2017, de acuerdo a datos aportados por laSuperintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), la incidencia de accidentes de trabajo y enfermedadesprofesionales entre trabajadores adolescentes de ambos sexos y de jóvenes varones entre 16 y 24 años fuecasi un 50% superior a la de sus pares de 25 años y más (SRT, 2017)2.Más recientemente, el indicador anual global de accidentabilidad correspondiente a 2018 (SRT) mostróque la incidencia de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales durante ese año disminuyó demodo sostenido al aumentar la edad de los trabajadores varones. En otras palabras, la tendencia a sufrirun accidente o una enfermedad profesional en Argentina resulta decreciente conforme avanza la edad deltrabajador. En simultáneo, la mayor accidentabilidad se registró entre los jóvenes de 16 a 24 años. Reciéna partir de los 25 años la caída de la accidentabilidad se suaviza y comienza a decrecer (SRT, 2018).1 En 1987, el Comité Conjunto OIT/OMS de salud en el trabajo sugirió que el término ?enfermedades relacionadas con el trabajo?se utilizase para describir no solo las enfermedades profesionales formalmente reconocidas sino también aquellos otros trastornos a losque contribuyen significativamente el entorno de trabajo y el desempeño profesional (OIT, 2018). En términos jurídicos, en Argentinase consideran como ?enfermedades profesionales? exclusivamente aquellas patologías que han sido explícitamente listadas a tal efectoen el Decreto 658/96 y cuya última actualización se plasma en el Decreto 49/14. Por su parte, en Argentina, la ley 24.557 consideraal ?accidente de trabajo? como todo ?acontecimiento súbito y violento ocurrido por el hecho o en ocasión del trabajo, o en el trayectoentre el domicilio del trabajador y el lugar del trabajo, siempre y cuando el damnificado no hubiere interrumpido o alterado dichotrayecto por causas ajenas al trabajo?.2 La SRT elabora periódicamente distintos índices a partir de los casos notificados. Para conocer el modo en que se construyen dichosíndices, ver https://www.srt.gob.ar/estadisticas/acc_definiciones.php10Los datos hasta aquí presentados parecen elocuentes y por sí mismos muestran la apremiante necesidad deenfocarse en la exposición a riesgos laborales de los trabajadores y las trabajadoras jóvenes en Argentina.Los motivos son de muy diversa índole: además del invalorable sufrimiento humano que los accidentes yenfermedades suelen traer aparejado, resulta preciso comenzar a considerar el significativo costo económico que los mismos conllevan para nuestra sociedad.De acuerdo a estimaciones de la OIT (2017c), los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionalesrepresentan una pérdida anual equivalente al 3,94% del PBI mundial. Pero si enfocamos específicamentela situación de trabajadores y trabajadoras jóvenes, los costos se multiplican ya que las lesiones sufridas alprincipio de la vida profesional pueden comportar consecuencias mucho más graves y duraderas. Un trabajador joven con una incapacidad laboral significativa puede, a consecuencia de esto, permanecer excluido de por vida de los canales tradicionales de acceso a los bienes materiales y simbólicos de una sociedad.Es decir que, desde un punto de vista más amplio, la dimensión humanitaria de la seguridad y la salud enel trabajo es limitante del crecimiento económico de los Estados y de la construcción de plena ciudadanía(Hämäläinen P. et al, 2017).La OIT mantiene un compromiso de larga data con la promoción del trabajo decente y las condicionesde trabajo seguras y saludables para todos los hombres y mujeres durante su vida laboral. Desde hace años,subraya la importancia que reviste la mejora de la seguridad y salud en el trabajo (SST, en adelante) paralos adolescentes y jóvenes, tanto con el objeto de promover el trabajo decente como con miras a contribuira los esfuerzos desplegados en la lucha contra el trabajo infantil peligroso.En 2018, la OIT lanzó el Plan de Acción Mundial SafeYouth@Work que tiene como propósito mejorar la seguridad y la salud de los trabajadores jóvenes, al aportar lineamientos clave a los gobiernos, losempleadores y los trabajadores. Este plan de acción mundial se constituyó en un insumo fundamentalpara la elaboración del primer Plan de Acción Nacional para Mejorar la Seguridad y Salud en el Trabajode Adolescentes y Jóvenes, que tomó y adaptó aquellas acciones más relevantes para el caso específicoargentino.Como parte integrante de estos esfuerzos, el presente documento se enmarca en el proyecto ?Trabajo seguro joven: construyendo una generación de trabajadores seguros y saludables en Argentina? de la OficinaPaís de la OIT para la Argentina. El proyecto apunta a mejorar la seguridad y la salud laboral de lostrabajadores jóvenes de entre 16 y 24 años en Argentina a través de la promoción de una cultura de laprevención. Son ejes del proyecto la generación de conocimiento, la formación de jóvenes y el desarrollode políticas de salud y seguridad en el trabajo destinadas a jóvenes.Con miras a construir una generación de trabajadores saludables que desarrollen su actividad en condiciones seguras, la educación sobre los riesgos laborales y los derechos en tanto trabajadores debe empezar enla escuela y seguir a lo largo de la formación profesional como de los distintos programas de aprendizaje.Los Estados están llamados a redoblar los esfuerzos tendientes a la consecución de una mejor cooperación 11entre los diferentes niveles administrativos (municipal, provincial y nacional) con el objeto de propiciarun espacio articulado que favorezca el crecimiento y desarrollo de una cultura preventiva. Por su parte, losempleadores necesitan orientación precisa sobre los riesgos generales y específicos a los que se enfrentanlos trabajadores y trabajadoras jóvenes en el desempeño de sus tareas, como también respecto de las condiciones de trabajo adecuadas a cada edad. Del mismo modo, en su incorporación al mundo laboral, se tornafundamental para los trabajadores y trabajadoras jóvenes contar con el apoyo y la representación de lasorganizaciones de trabajadores a fin de ser capaces de ejercer sus derechos y expresar sus preocupacionesde manera efectiva.La mejora de la seguridad y la salud de los trabajadores jóvenes constituye una parte fundamental del compromiso reflejado en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) N° 8 sobre trabajo decente y desarrolloeconómico. Contribuirá a alcanzar la meta 8.8 relativa a los entornos de trabajo seguros y sin riesgos paratodos los trabajadores hacia 2030, así como también al logro de la meta 8.7 referida a la eliminación deltrabajo infantil en todas sus formas de aquí a 2025. La concreción de estas metas exige la colaboraciónentre autoridades públicas, empleadores, trabajadores, organizaciones y la consiguiente articulación conotros actores no tradicionales del mundo de la salud, la educación y el trabajo que mantengan relacionesestrechas con la población juvenil. El objeto último de los esfuerzos será el de crear y fortalecer una culturade la prevención centrada en la seguridad y la salud de la próxima generación de trabajadores y trabajadoras a nivel mundial.