PERSONAL DE APOYO
BALABAN David Mario
artículos
Título:
Evaluación agronómica de cultivares de espinaca (Spinacia oleracea L.) con destino industrial en el Cinturón Hortícola de Rosario.
Autor/es:
MONDINO, M.C.; BALABAN, D.; VICENTE, D.
Revista:
PARA MEJORAR LA PRODUCCIÓN
Editorial:
INTA
Referencias:
Año: 2018
ISSN:
2591-4383
Resumen:
Históricamente, la espinaca (Spinacia oleracea L.) como hortaliza de hoja, ha sido un producto destinado al consumo en fresco, sin embargo en los últimos años su cultivo ha ido en aumento, como resultado de un mayor consumo en fresco y a la posibilidad de ampliar y prolongar su consumo a través del deshidratado y del congelado.A nivel mundial se cultiva tanto para el mercado fresco (15 % de producción total) como para transformación en la industria agroalimentaria, principalmente congelación (80 %) y conserva (5%).Según estimaciones de producción de espinaca de la FAO, en el mundo se producen alrededor de 14 millones de toneladas de espinaca. China es el primer productor destacado (85%) seguido de lejos por Estados Unidos (2,6 %), Japón (2,2%) y Turquía (1,6%).En Europa la espinaca es la tercera hortaliza producida con destino a la industria congeladora. Francia es el primer productor con un 0,8% de la producción mundial, seguido de Bélgica e Italia (0,6-0,7%). En Argentina, el cultivo se encuentra en crecimiento, asociado a la industrialización. En el Cinturón Hortícola de Rosario según datos del Censo 2012 del Proyecto Hortícola de Rosario (Grasso, et al, 2012) se cultivan 325 has de espinaca, de las cuales 136 son destinadas a industria del congelado y deshidratado. Ocupa el tercer lugar en superficie cultivada de hortalizas, después de la papa y la lechuga. La Espinaca pertenece a la familia de las Quenopodiáceas, siendo una planta anual; su uso hortícola tiene lugar al comienzo del ciclo vegetativo ya que después emite su tallo floral perdiendo valor como producto. El órgano de consumo de esta hortaliza lo constituyen sus hojas (Serrano, 1977).Como cultivo posee ciertas ventajas, entre las que destacan su rápido desarrollo (logrado a veces en 60 a 90 días), tolerancia a heladas débiles y a la posibilidad de su industrialización, lo cual permite asegurar la comercialización mediante la suscripción de contratos previamente pactados con la agroindustria.Existen varias pautas para clasificar las cultivares de espinacas. En función de las hojas: de hojas lisas y de hojas crespas (savoy); de la semilla: de grano redondeado y liso; de la época de producción: de invierno y verano (Giaconi y Escaff, 1998).Los cultivares se caracterizan por características morfológicas (color, forma de la hoja, longitud de pecíolo, etc,), por su resistencia a subida a flor y por su precocidad (velocidad de crecimiento). Las variedades más precoces presentan una menor resistencia a subida a flor por lo que son empleadas en siembras de final de verano y otoño- invierno. Las menos precoces más resistentes a la subida a flor, se siembran a finales de invierno y en primavera, para cosechar en verano. Otras características varietales importantes son; homogeneidad, resistencia al Mildiu (Peronospora Farinosa) y resistencia al frío. (Irigoien, 2003). Los cultivares de verano se caracterizan por su resistencia a temperaturas altas y a fotoperíodo de día largo, lo cual se manifiesta en su dificultad o lentitud para emitir tallo floral (Invuflec, 1970).Los rendimientos por hectárea para un cultivo de espinaca al aire libre con la industria congeladora como destino principal, oscilan entre 15.000 y 20.000 kg/ha. El rendimiento aumenta en los casos en los que el ciclo de cultivo permite un segundo corte.