Premio Nobel de Química 2014

Moviendo el límite de lo visible

Los científicos del CONICET Fernando Stefani, quien trabajo con uno de los galardonados, y Patricia Schilardi explican la importancia de la nanoscopia.


El Nobel de Química 2014, fue otorgado a Eric Betzig, Stefan Hell y William Moerner, por haber revolucionado la microscopía óptica al desarrollar el nanoscopio con el que pudieron vencer el límite para la observación de estructuras y partículas que imponía la difracción de la luz.

Los galardonados lograron pasar el límite teórico que había demostrado en 1873 el microscopista Ernst Abbe, el que siguió vigente hasta el momento en que este nuevo descubrimiento hizo visible detalles debajo de los 200/300 nanómetros mediante la incorporación de moléculas fluorescentes.

De este modo, la observación de células vivas es posible y se puede aplicar en el estudio de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson, y en el seguimiento de la división celular a ese nivel submicroscópico.

El investigador independiente del CONICET, Fernando Stefani, del Centro de Investigaciones en Bionanociencias “Elizabeth Jares-Erijman” (CIBION-CONICET), trabaja desde 2011 en colaboración junto a uno de los galardonados, el doctor Stefan Hell, en el marco de un Grupo de Asociado de la Sociedad Max-Planck.

“La experiencia de trabajar con él es muy buena, y la noticia del Premio me alegra mucho y no me sorprende: lo que hizo a la microscopia fue una ruptura de paradigma y abrió posibilidades antes inesperadas”, dice Stefani.

“Las metodologías de súper-resolución constituyen el futuro de la visualización por fluorescencia y ya generan un gran impacto en estudios de biología celular y biomedicina. Brindan información sin precedentes sobre estructuras sub-celulares pequeñas como la mitocondria, axones, o sinapsis, que eran antes invisibles mediante la microscopía tradicional”, agrega.

Organizado por Stefani, entre otros, durante 2013 se dicto en el CIBION el Workshop en avances de la Microscopia Óptica de Super-resolución, que contó con Hell como uno de sus principales oradores.

Además, a través de la colaboración con Hell, en el Polo Científico Tecnológico se encuentran funcionando y abiertos a la comunidad dos microscopios de super-resolución en el marco del Sistema Nacional de Microscopia, una iniciativa del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.

 

La importancia de la nanoscopia

Patricia Schilardi, investigadora independiente del CONICET, en el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET-UNLP) explica con más detalle la importancia del descubrimiento en la microscopia y nanoscopia.

¿Qué implicancias tiene este descubrimiento?

El nanoscopio inventado por los ganadores del Premio Nobel es un microscopio óptico cuya resolución no está limitada por la longitud de onda de la luz. Es decir, que supera la dificultad de los microscopios ópticos, que no pueden distinguir puntos separados por distancias menores que la mitad de la longitud de onda de la luz incidente. En este descubrimiento, moléculas fluorescentes se excitan mediante una sonda luminosa de manera tal que emiten ciertas moléculas que se encuentran en una región nanométrica. Este desarrollo, permite analizar sistemas biológicos -células, bacterias, biomoléculas- en la escala del nanómetro sin la necesidad de tratamientos previos de la muestra e incluso se pueden estudiar moléculas individuales, tales como proteínas, con una excelente resolución.

¿Cuál fue su reacción ante el galardón otorgado a los padres del nanoscopio?

El desarrollo de nuevos instrumentos con mayor resolución es una herramienta importantísima que nos alienta a seguir estudiando procesos a escala atómica o molecular. En particular, el entender estos procesos en los sistemas vivos, tiene impacto en áreas tan sensibles como la medicina, el cuidado del medio ambiente, entre otros.