FINALIZÓ LA MEGAMUESTRA DE ARTE, CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Tecnópolis, un punto de encuentro con la comunidad educativa

El CONICET invitó a 1500 alumnos de La Matanza para realizar recorridos guiados y participar de actividades interactivas con investigadores de todo el país.


Culminó una nueva edición de Tecnópolis y cientos de miles de personas pudieron recorrerla desde mediados de julio. Por segundo año consecutivo, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) presentó su espacio con actividades interactivas para toda la familia y la comunidad educativa.

“Futuros Científicos”, “Diálogos y Cine”, “58 años de historia” y “Desarrollos” son las cuatro salas que el Consejo instaló para que los ciento cincuenta mil visitantes pudieran ver qué hacen nuestros científicos en cada rincón del país y concebir a la ciencia como una actividad cotidiana que está presente en la vida de las personas.

Por segundo año consecutivo, el Programa de Promoción de Vocaciones Científicas (VocAr) del Consejo, invitó a colegios públicos primarios del partido de La Matanza –provincia de Buenos Aires- a recorrer el espacio institucional. Mil quinientos chicos de entre once y doce años, junto a sus docentes, participaron de talleres y actividades interactivas junto a investigadores del CONICET.

Arqueología, didáctica de la ciencia, investigación lingüística, microbiología, violencia, radiación solar, hongos, piojos, biología marina, inmunidad colectiva, materiales reciclados para construcción, etnoastronomía, paleontología y paleobotánica fueron algunas de las temáticas trabajadas con los jóvenes en el espacio de “Diálogos y Cine”.

A su vez, los presentes recorrieron “Futuros Científicos”, sala en donde se montaron cuatro “estaciones interactivas”. Allí, los alumnos pudieron aprender cómo trabajan los científicos. Por ejemplo, buscando fósiles en un cerro –con instancias de excavación participativa y recreaciones del trabajo de campo de los paleontólogos-; restos arqueológicos en una cueva –a través del copiado de pinturas rupestres y restauración de objetos cerámicos-; extrayendo ADN de frutas, testeando el PH en verduras y practicando el cultivo de bacterias; y hasta en la creación de circuitos eléctricos con baterías, luces, motores, resistencias e interruptores; entre otras experiencias.

La experiencia fue enriquecedora y gratificante tanto para los niños y sus docentes como para los investigadores del Consejo, que llegaron desde distintas ciudades del territorio argentino para acercar la ciencia a la sociedad.

Luego de tres meses de charlas, actividades interactivas, talleres, proyecciones, stand up científico y experiencias de laboratorio, el espacio coordinado por CONICET Documental se despide con la satisfacción de haber recibido a la comunidad para contarles un poco cómo es hacer ciencia en el país y despertar vocaciones científicas en los más jóvenes.