Ciencias Biológicas y de la Salud

La acuicultura, una actividad económica de alto potencial

Desde 2014, investigadores del CONICET y otras instituciones, productores y autoridades gubernamentales trabajan en conjunto para promover el fortalecimiento de la producción acuícola nacional.


Hace casi un siglo comenzó a desarrollarse la acuicultura en Argentina cuando se introdujeron salmónidos en la Patagonia con fines deportivos y comerciales. A partir de ese momento se construyeron criaderos en distintas provincias del país que sostuvieron durante años los programas de siembra de peces. En la década del ‘80 se iniciaron los primeros estudios de cría de especies nativas con la participación de agencias estatales y universidades. Hoy en día, esta actividad es relativamente pequeña en el país, pero tiene un potencial de crecimiento tanto para la producción de peces en aguas dulces, como en el Mar Argentino.

Teniendo en cuenta esa potencialidad, investigadores del CONICET conformaron la Red de Fortalecimiento de la Acuicultura (ReFACUA), un espacio abierto de trabajo conjunto y encuentro entre los diferentes actores ligados a la producción acuícola de todo el país: profesionales de otras instituciones científicas, representantes gubernamentales y productores.

Silvia Arranz, investigadora del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, CONICET-UNR) y coordinadora de la Red, explica que la ventaja de contar con un espacio como este es evitar dispersar esfuerzos y coordinar acciones.

“El objetivo es fortalecer la actividad y, bajo ese paraguas, la idea es abarcar distintos objetivos específicos como cerrar los ciclos biológicos de determinadas especies, revisar los marcos institucionales a nivel nacional y provincial, mejorar percepción pública del consumo de pescado y encarar una promoción a nivel nacional de la actividad, del producto que ofrece y los aspectos de mercado”, agrega.

Por su parte, Víctor Cussac, investigador principal del CONICET en el Centro Científico Tecnológico Patagonia Norte (CCT Patagonia Norte), director del mismo y miembro de la Red advierte que ReFACUA tiene una ventana de oportunidad para juntar científicos con los productores interesados en la actividad, coordinar y tratar de recopilar la información que tienen las autoridades nacionales como el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) o la Dirección de Acuicultura, y en ese sentido, tratar de insertar nuestros productos de ciencia y tecnología en el crecimiento de la actividad.

En la Argentina se cultivan un total de 24 especies de peces, moluscos bivalvos, reptiles y anfibios, en su mayoría para mercado interno. Sin embargo, los investigadores coinciden en que las tres especies con mayor éxito en la producción acuícola local son: pacú en el norte, truchas en el sur y los moluscos bivalvos en el Mar Argentino.

En este sentido, Gustavo Somoza, investigador principal del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas “Dr. Raúl Alfonsín” (IIB-INTECH, CONICET-UNSAM) advierte que a pesar de los favorables valores nutricionales del consumo de pescado – es fuente de proteínas, ácidos grasos, vitaminas, minerales y micronutrientes esenciales- culturalmente no es popular en la dieta de los argentinos. La variedad de pescado del país es grande pero no todas son potencialmente cultivables. “Una cosa es que una especie sea comestible y otra que se adapte a las condiciones de cautiverio o que, aún adaptándose, tenga un crecimiento que sea económicamente redituable. La acuicultura es una actividad económica, el productor no puede perder dinero. Si ves las estadísticas mundiales, hay un mercado que tracciona la producción de peces de criadero frente a la producción de peces de captura, que está estancada. La calidad de producto es distinta porque se cuidan más aspectos como la cadena de frío. Nuestra cultura, como no tiene el hábito de comer pescado, no sabe diferenciarlo como en otras regiones con mayor consumo”, dice Somoza.

Todos los años los miembros de la Red se reúnen para plantear problemáticas y posibles soluciones para fortalecer la producción acuícola local. Las principales temáticas que se abordan están relacionadas con los aspectos genéticos, la fabricación de alimentos balanceados, la calidad de producto, la sanidad, patología, reproducción y crecimiento de las especies.

Los científicos destacan la importancia de generar recursos humanos que estén capacitados, teniendo en cuenta que la acuicultura se está convirtiendo en una actividad estratégica para el país. Con este compromiso, ReFACUA recientemente organizó un taller de Sanidad en Acuicultura para la creación de una Red Nacional de Laboratorios de Diagnóstico de Enfermedades de Animales Acuáticos, con el objetivo de brindar información a los productores para que, frente a un problema de sanidad, sepan a qué profesionales acudir.

“El mayor logro de estos años de trabajo es la vinculación. Nosotros trabajamos en diferentes temas que quizá pensamos que no tienen relevancia, pero sin embargo descubrimos que lo que estudiamos si es importante para los productores. Estos encuentros pueden generar un motor para los científicos para saber a dónde dirigir su investigación. El CONICET busca que el trabajo de sus investigadores impacte a nivel social y económico, la forma de lograrlo es reunirnos con productores y autoridades para por un lado llevar nuestro trabajo y por otro lado darnos cuenta qué trabajo necesitan de nosotros. Generar un ida y vuelta”, concluye Cussac.

Forman parte de ReFACUA las siguientes instituciones:

Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, CONICET – UNR) – Instituto de Investigaciones Biotecnológicas “Dr. Raúl Alfonsín” (IIB-INTECH, CONICET – UNSAM) -Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA, CONICET -UNCOMA) – Instituto de Biodiversidad y Biología Experimental Aplicada (IBBEA, CONICET- UBA) – Instituto Nacional de Limnología (INALI, CONICET – UNL) – Centro de Investigaciones Científicas y Transferencia de Tecnología a la Producción (CICYTTP, CONICET – UNER) – Universidad Nacional del Comahue – Instituto de Tecnología de Alimentos (ITA) de la Universidad Nacional del Litoral – Instituto de Ictiología del Nordeste (INICNE) de la Universidad Nacional del Nordeste – Centro de Investigaciones en Piscicultura Experimental (CIPEX) de la Universidad Nacional de Rosario – Dirección de Acuicultura del Ministerio de Agroindustria de la Nación Argentina – Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) – Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (MinCyT) – Ministerio de Desarrollo Territorial, Gobierno de Neuquén – Ministerio de la Producción y Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Gobierno de Santa Fe – Ministerio de la Producción, Gobierno de Chaco – Ministerio del Agro y la Producción, Gobierno de Misiones – Cluster Acuícola del Nordeste – Empresa Pez Campero, Entre Ríos – Empresa Tierra Dorada Piscicultura, Misiones.

Para obtener más información sobre las Redes y Observatorios del CONICET, contactarse con:
https://proyectosinv.conicet.gov.ar/redes-tematicas/

Por Cecilia Leone.