CIENCIAS BIOLÓGICAS Y DE LA SALUD

Científicas del micromundo submarino colaboran con la Red MicroSudaqua

Un grupo interdisciplinario de científicas del CONICET analiza comunidades microbianas marinas en Puerto Madryn. Los resultados se integrarán a un estudio de la Red Latinoamericana.


Buceando en apnea en el fondo submarino, nadando con tablas de stand-up, y analizando en el laboratorio en tiempos récords, un equipo formado por las investigadoras del CONICET Paulina Fermani, Mariana Lozada y María Soledad Zabala, y la profesional de apoyo María Eugenia Segade, integrantes del Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR) del CCT CONICET –CENPAT, estudia las comunidades marinas microbianas, es decir, el estudio de bacterias, virus y otros microorganismos invisibles al ojo humano, que viven en el medio submarino. Hace un año, dicho equipo se sumó a la Red colaborativa en ecología acuática microbiana de América Latina “MicroSudaqua”, con el objeto de compartir y amplificar sus investigaciones a escala regional con otros equipos de Latinoamérica.

“Somos un grupo transdisciplinario de mujeres haciendo ciencia y este proyecto puso a prueba todas nuestras habilidades y capacidades”, afirma Lozada. La Red nuclea a investigadores, investigadoras y estudiantes que trabajan en ecología acuática microbiana de América Latina bajo la premisa de aunar esfuerzos, buscar soluciones y consolidar un espacio colaborativo para el impulso del área en la región. “Un pedazo de sedimento de la playa tiene miles y miles de especies, son las comunidades microbianas más diversas del mundo. En este sentido, habernos sumado a MicroSudaqua con un sitio marino nos abre un panorama muy interesante para poder abordar un poco más el ecosistema costero de nuestra región”, señala Lozada.

“Cuando se planteó la primer reunión de la Red allá por el año 2017, uno de los ejes fue formar una red de observatorios de sitios acuáticos para analizar microbiomas (el conjunto de microorganismos que vive en un determinado ambiente, sea una playa, un suelo o el intestino humano) y asociarlos a las características ambientales de diferentes lugares en forma simultánea. En ese entonces, se plantearon protocolos y parámetros similares para trabajar y así hoy hay trece observatorios trabajando en Latinoamérica. Uno es el nuestro, con asiento en el CENPAT. La idea que seguimos es muestrear mensualmente y continuamente para incorporar esos datos a un proyecto mucho mayor”, explica Fermani, que participó desde el origen de la Red MicrorSudaqua.

El objetivo de investigación de la Red es descubrir cómo el impacto antrópico de cada sitio integrante de la misma afecta la diversidad y la dinámica de los diversos compartimentos microbianos. El observatorio en Chubut, por caso, se constituye en torno a las aguas de la playa Punta Este en la ciudad de Puerto Madryn, donde el equipo toma muestras de agua de fondo y de superficie. Pero, ¿qué hacen con esos muestreos? “En primer lugar filtramos el agua in situ para tomar variables microbiológicas y físicoquímicas que luego se procesan en laboratorio. También extraemos sub muestras para analizar distintas fracciones de comunidades microbianas planctónicas que son extremadamente complejas, como son las distintas fracciones del zooplacton, fitoplacton, bacterioplancton, virioplancton. Cada compartimento es un mini ecosistema que se aborda por separado con técnicas específicas”, explica Segade.

 

Campañas low cost con mínimo impacto ambiental

El equipo científico realiza campañas una vez al mes en Punta Este, incluyendo el invierno patagónico, y para que éstas sean sustentables y efectivas, las hacen de manera low cost. “Pensamos una metodología que fuera accesible, económica, rápida, trazable y segura”, define Zabala, investigadora que dentro del proyecto es la referente de buceo y natación con apnea, y agrega: “Uso tabla de stand up y nado en superficie y apnea, para realizar cuadrantes de alga Undaria en el fondo del mar o sobre la restinga de Punta Este. Esta técnica genera un mínimo impacto ya que no usamos ni motor de lancha, y por ende, no causamos desechos, lo cual también es una forma de realizar campañas de bajo costo”.

Dado que las muestras con las que trabajan se descomponen en un período no mayor a una hora y media, otra variable fundamental de la metodología es el tiempo. “Los tiempos microbianos son muy cortos. Se ven muchos procesos ecológicos en poquísimo tiempo. Al cabo de una hora tenemos que tener ocho preparaciones diferentes para enviar inmediatamente a procesar a laboratorio, sino se descomponen y no sirven”, señala Fermani. Por este motivo, el lugar elegido también es muy práctico en términos de logística. Se ubica a pocos kilómetros de la ciudad de Puerto Madryn, lo que permite llegar en minutos y en auto.

 

El alga Undaria pinnatifida como indicador del estado del ecosistema

El equipo de científicas del IBIOMAR observa todas las asociaciones de comunidades microbianas presentes en Punta Este en función del ciclo de vida del alga Undaria pinnatifida. Su meta es analizar anualmente toda la red trófica microbiana a nivel de profundidad (donde encuentra el banco de algas) y superficial del agua. “Undaria pinnatifida es un alga invasora, introducida en las costas de Chubut, que aporta mucha biomasa extra que antes no existía y que provoca un impacto sobre las comunidades microbianas. Esta alga es un driver (elemento causal muy importante) para evaluar el sistema del agua, tanto en sus propiedades físicoquímicas como en sus comunidades microbianas. Pero también existen otros factores de estrés que nos hablan de una sinergia como cambio climático, contaminación ambiental, mayor urbanización y turismo. Todo esto aún no sabemos cómo puede llegar a impactar”, explica Lozada.

El frío de la época no detendrá las salidas de campo del grupo de investigación que ya lleva más de un año trabajando en el proyecto. En este tiempo han publicado un trabajo en la revista Science of the Total Environment, una de las más citadas del área. Su próxima meta es avanzar con otros artículos y reunirse en octubre en Florianópolis, Brasil, para compartir sus experiencias y resultados preliminares con otros equipos de América Latina.

 

Referencia bibliográfica

Lozada, M., Zabala, M.S., García, P.E., Diéguez, M.C., Bigatti, G., Fermani, P., Unrein, F., Dionisi, H.M., 2022. Microbial assemblages associated with the invasive kelp Undaria pinnatifida in patagonian coastal waters: Structure and alginolytic potential. Science of The Total Environment 154629.

DOI: https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2022.154629

Por Ingrid Lucero Parada