DIVULGACIÓN CIENTÍFICA

NASE 2023: El año de la astrobiología

La “Red para la Educación de la Astronomía en la Escuela” sigue creciendo y continúa capacitando a miles de docentes en todo el mundo.


El programa NASE (Network for Astronomy School Education) propone un curso de capacitación en didáctica de la astronomía, que aunque está especialmente diseñado para docentes de nivel medio, se ha adaptado también a docentes de nivel primario, a estudiantes de las carreras de profesorado y ciclos básicos universitarios de carreras en Ciencias. El curso está auspiciado por la Unión Astronómica Internacional (IAU, por sus siglas en inglés), y a nivel local, cuenta con el aval del Programa de Promoción de Vocaciones Científicas (VocAr) del CONICET.

Estos talleres para docentes se realizan en distintos lugares del país y del mundo. En el caso de América, la coordinación está al mando de la vicepresidenta a cargo, la investigadora del CONICET Beatriz Garcia. Los temas que se abordan abarcan desde astronomía de posición (constelaciones, coordenadas celestes, sistema Sol-Tierra-Luna), hasta astrofísica (luz, estrellas, galaxias, cosmología), astrobiología y astronomía cultural. García destaca que, “gracias al carácter inter, multi y transdisciplinario de la astronomía, los docentes que asisten al curso son de todas las disciplinas curriculares de la escuela media, no sólo de Física y Matemáticas, sino también Biología, Química, Geografía, Historia, entre otras y hasta Educación Física y Tecnología”.

Cada año, NASE se renueva y 2023 fue el año de lanzamiento formal del Taller de Astrobiología, “que fue pedido en los últimos años en la encuesta de satisfacción por los asistentes, y resultó exitoso”, resalta la investigadora, y explica que “los contenidos resultan de gran interés, especialmente por los descubrimientos del Telescopio James Web, que estudia la composición química de atmósferas de exoplanetas, donde se buscan bio firmas (evidencias de presencia de elementos necesarios o vinculados con vida, de origen natural) y tecno firmas (moléculas que fueron creadas por el ser humano, como los clorofluorocarburos que destruyen la capa de ozono).

Beatríz García es astrónoma y comunicadora científica, y, como coordinadora del programa NASE, resalta que “una de las características del curso es su permanente actualización, teniendo en cuenta tanto los avances en la astronomía a escala global, como los requerimientos de los docentes que asisten al curso, que a través de una encuesta de satisfacción que se completa al final de la actividad, proponen mejoras o temas específicos”.

Por otra parte, la propuesta pone a disponibilidad de los interesados todo el material que se utiliza en el curso y se requiere para el desarrollo de los talleres lo que ha llevado a traducir a veintiséis idiomas los contenidos (conferencias, talleres, materiales, libros de texto, entre otros recursos) . Para este logro, se cuenta con más de 1000 voluntarios en todo el mundo que colaboran con trabajos de traducción y adaptación de los contenidos.

En Argentina, durante 2023, participaron del curso un total de 200 docentes de manera directa y por extensión, el estimado de alumnos es de 2000, teniendo en cuenta que cada docente tiene aproximadamente 100 alumnos por año. Las provincias seleccionadas para participar este año fueron: Mendoza, Santa Fe, Salta y Neuquén.

Para García, 2023 fue un año con dificultades de diversa índole, desde económicas a burocráticas, en pos de facilitar a los docentes su asistencia al curso. ”Eso llevó a dividir en varias semanas el curso, cosa que no siempre es posible si los capacitadores deben desplazarse desde grandes distancias”, explica la científica. En el caso de Salta y Neuquén, “fue interesante el hecho de que docentes alejados del sitio específico en donde se realizaron los cursos, se movilizaron y hasta financiaron sus desplazamientos y alojamientos -confiesa la investigadora-, lo que refuerza nuestro convencimiento de la estima que los docentes tienen por la propuesta”.

A pesar de haber sido un año complejo por temas económicos, climáticos y sociales, la comunicadora destaca que fue posible mantener la presencia de NASE en todo el mundo. Y, a nivel país, resalta que “sin el aval institucional del CONICET sería muy difícil dar continuidad al programa. Si bien las provincias y universidades apoyan localmente, el Consejo viene sosteniendo su acompañamiento desde hace catorce años”.

Tal como expresa la coordinadora “uno de los objetivos de NASE es formar los Grupos Locales que aseguran la continuidad del dictado de los talleres en cada país, e inclusive, en distintas localidades de un mismo país, sin necesidad de que los coordinadores asistan”. De esta forma, se logra mantener el curso más allá de una primera edición. A su vez, estos grupos colaboran con proyectos especiales, creación de material complementario y otras actividades locales acotadas en el tiempo,  en general relacionadas con eventos astronómicos específicos”.

En los países de América, los cursos se organizan conjuntamente con universidades, ministerios de ciencia y asociaciones de promoción de la ciencia, secretarías, planetarios, según sea posible, ya que para dictar los talleres se requiere de organización local, que brinde un aula adecuada, equipo multimedia, que asegure un espacio para almuerzo, entre otros requisitos que se cumplen siempre.

Siendo este el décimo cuarto año consecutivo en ejecutarse, el programa nació como una propuesta de la Unión Astronómica Internacional (que sigue auspiciando) para el Año Internacional de la  Astronomía (2009). “NASE logró constituirse en una de las actividades más prolongadas, auto-sustentables y de impacto global más evidente de la IAU”, sentencia García.

El impacto de NASE en todo el mundo es contundente: con 60 cursos desarrollados en todo el planeta (22 en América, coordinados desde Argentina), se ha convertido en uno de los programas más importantes en didáctica de la astronomía auspiciados por la IAU. “Solo la continuidad en este tipo de acciones puede cambiar actitudes e ideas”, sostiene la coordinadora, quien a su vez, destaca el poder de la ciencia para mejorar las prácticas docentes, fortalecer el vínculo con los y las estudiantes y con sus familias, porque las actividades son compartidas en el hogar. “Sin lugar a dudas, continuaremos con esta propuesta, que se renueva permanentemente, a partir del intercambio con asistentes y voluntarios y gracias a los desafíos y fantásticos descubrimientos de la astronomía”, concluye la científica.

Para conocer más sobre NASE, ingresar en www.naseprogram.org

NASE propone, además, dos actividades relacionadas con el Día Internacional de la Luz, una iniciativa de UNESCO. Estas actividades son Puentes entre Culturas y NASE+. Ambos encuentros son virtuales. 

NASE+, es el cierre de la actividad anual de Puentes entre Culturas, un encuentro en donde se comparten los resultados de las experiencias. 

En este momento, NASE es parte del grupo de trabajo de la IAU Key Initiatives in Education, Outreach and Development un espacio que reconoce a los programas exitosos relacionados con la astronomía, en todo el planeta.

(VER https://www.iau.org/science/scientific_bodies/working_groups/334/

Por Florencia Verrastro

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