INVESTIGADORES
ZARATE marcelo Aristides
congresos y reuniones científicas
Título:
Sucesiones aluviales del Pleistocen tardío-Holoceno del Valle de Quehué, La Pampa, Argentina
Autor/es:
MEHL ADRIANA; ZÁRATE MARCELO
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Otro; XII Reunión Argentina de Sedimentología; 2008
Institución organizadora:
Asocación Argentina de Sedimentología
Resumen:
Las sucesiones sedimentarias aluviales del Pleistoceno tardío-Holoceno que afloran en los valles transversales del centro-este de la provincia de La Pampa, aún siendo escasas y poco potentes, constituyen potenciales archivos para contribuir en la reconstrucción de los cambios climáticos acaecidos durante la transición Pleistoceno-Holoceno en el área central de la Argentina. Ejemplares de fauna pleistocena y holocena se han recuperado en depósitos aluviales analizados en el valle de Quehué (37°04’07,8’’S y 64°42’12,7’’O) (Montalvo et al., 2007). Estos depósitos se vincularían a sistemas fluviales emplazados en una posición transicional entre los sistema fluviales del piedemonte mendocino (Polanski, 1962; Zárate, 2002; Zárate et al., 2002; Zárate y Mehl, en prensa) y los de la llanura pampeana bonaerense (Fidalgo et al., 1973; Zárate, 2000).       En la sucesión aluvial ubicada en las barrancas de la margen izquierda de un curso efímero que drena el valle de Quehué se reconocieron cuatro litofacies. La litofacies 1 ubicada en la base de la sucesión, presenta en el sector inferior limos areno-arcillosos de unos 0,2 m de potencia que pasan hacia arriba a 0,3 m de limos. El depósito es tabular, con estratificación horizontal grosera; en su techo se desarrolla un paleosuelo sepultado circa de los 9.000 años 14C AP. La litofacies 2, en el sector medio de la sucesión,  exhibe base cóncava, techo plano y se acuña lateralmente. En la base presenta unos 0,3 m de limos con estratificación horizontal; que pasan a un paquete de 0.45 m integrado por niveles de limos areno-arcillosos de hasta 2 cm de espesor, intercalados con otros muy delgados con materia orgánica. Uno de ellos, 20 cm por debajo del techo de la litofacies, arrojó una edad próxima a los 8.000 años 14C AP. Por encima se desarrolla la litofacies 3, depósito tabular de arenas muy finas-limosas macizas y clastos de carbonáticos dispersos. En el techo muestra un suelo sepultado alrededor de los 1.100-1.300 14C AP. La sucesión remata en la litofacies 4, compuesta por manto de arenas muy finas-limosas (porcentaje de limos mayor que en el nivel inferior) y macizas.       Las litofacies 1 y 3 habrían sido acumuladas por flujos de agua con alta carga en suspensión de  limos y arena fina; la litofacies 2 representa un  depósito de tipo palustre con  predominio de procesos de decantación en ambientes anegados temporalmente y de distribución areal restringida. Las características de esta facies se repiten aguas abajo en un depósito datado en 9.952 +/- 58 AP. La litofacies 4, de naturaleza eólica se dispone como una cubierta mantiforme sobre el área analizada.                  Tanto las sucesiones del Pleistoceno tardío-Holoceno de la llanura bonaerense como las del piedemonte mendocino muestran un predominio de ambientes palustres o pantanosos en el Holoceno temprano, con posterioridad al lapso 10.000-9.000 14C AP. En la primera dichos depósitos se asignan al miembro Río Salado de la Fm. Luján (Fidalgo et al., 1973); en el piedemonte mendocino corresponden a la Fm. La Estacada de Polanski (1962) o al sector superior de la Fm. El Zampal (Zárate y Mehl, en prensa). En el  marco regional del sector central de Argentina, los depósitos aluviales del valle de Quehué, exhiben cambios  en las condiciones de sedimentación sincrónicos y relativamente similares a los señalados en las otras áreas mencionadas durante la transición climática del  Pleistoceno-Holoceno (desarrollo de suelos y posterior emplazamiento de ambientes de tipo palustre)