INVESTIGADORES
LAMBERTUCCI sergio Agustin
congresos y reuniones científicas
Título:
Santuarios de Cóndor para la Conservación de la Naturaleza.
Autor/es:
LAMBERTUCCI, SA.; JÁCOME, N.L.
Lugar:
Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, Capital Federal, Buenos Aires, Argentina.
Reunión:
Congreso; X Congreso ALPZA: Los zoológicos Latinoamericanos como paradigmas de la educación ambiental y la conservación regional; 2001
Institución organizadora:
Asociacion latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios
Resumen:
Los zoológicos de este nuevo milenio han adquirido funciones que van mas allá de la conservación ex –situ y estas deben ser cumplidas indefectiblemente, ya sea por la institución en si misma o en convenio con otras instituciones. En este sentido el Proyecto de Conservación Cóndor Andino (Fundación Bioandina Argentina) y el Zoo de Bs. As. vienen desarrollando actividades en favor de la conservación del Cóndor Andino (Vultur gryphus) y su ecosistema a lo largo de la Cordillera de los Andes.  Un ejemplo de ello, es la creación de un Programa de Áreas Protegidas denominado Santuarios del Cóndor para la Conservación de la Naturaleza (SCCN), el cual tiene como objetivo la búsqueda de protección institucional para las zonas consideradas de importancia para la supervivencia de esta y otras especies. Con ello se pretende aprovechar al Cóndor, tan carismático y fuertemente valorado desde el punto de vista cultural, como una “especie clave” que facilite la protección de muchas otras - que por no ser tan llamativas muchas veces no son tenidas en cuenta, aunque su grado de amenaza sea elevada-. Como remarcan en su trabajo Ponce y Nieto (1997), “a través del tiempo, en los diferentes países del mundo, se ha comprobado que el establecimiento y gestión de áreas naturales protegidas es uno de los mecanismos más eficientes para conservar la diversidad biológica”.    Los cóndores, al momento de sus recorridas diarias, pueden ocupar un rango de varios miles de kilómetros cuadrados, por lo que pretender proteger esa área resulta de muy difícil concreción. Pero si se analizan los lugares prioritarios desde el punto de vista de su conservación, datos contundentes indican que la especie requiere de paredones (denominados condoreras y posaderos) y cuevas en la roca para  poder descansar y reproducirse y sin ellos su supervivencia se ve muy afectada. Estos sitios, ocupan un lugar preferencial en la biología del cóndor, pero adquieren aún mayor importancia al analizarlos como refugio, zona de nidificación, de alimentación, etc. para muchas otras especies. Por ello, se ha llegado a la conclusión de que una estrategia aplicable para conservar a esta especie, y al resto de las que requieren de los mismos ambientes, es proteger estos lugares. En las provincias patagónicas de Argentina se han detectado, gracias a la tecnología satelital, gran cantidad de  roquedales de valor especial y al analizarlos se ha encontrado que aproximadamente el 90 por ciento de las condoreras, conocidas hasta el momento, se encuentran dentro de  campos privados. Mas aún, entre privadas y de dominio estatal, sólo el 20 por ciento se encuentran bajo la jurisdicción de un Área Protegida. Dentro de las que se encuentran en este porcentaje muchas están localizadas en las zonas de amortiguación (Reserva Nacional) de los Parques Nacionales. Por ello, es posible que el Cóndor esté indicando el nivel de desprotección que tienen muchos ambientes ecotonales y zonas esteparias en la Patagonia.  Si esto es cierto, podríamos pensar que gran parte de la biodiversidad de estos ambientes no están exentos de esa desprotección (Jácome y Lambertucci, 2000). Al relevar las áreas de importancia para el cóndor dentro de las provincias de Neuquen, Río Negro y Chubut, se han encontrado zonas poco protegidas como el Ecotono (entre el bosque andino patagónico y la estepa) y la Estepa Patagónica propiamente dicha. Un ejemplo de esto es que de la estepa patagónica, incluyendo todas las categorías de manejo, sólo el 4.7 % está protegido, siendo ésta un área con una cobertura ecológica insuficiente. Inclusive es más preocupante aún, cuando uno se restringe a las categorías más estrictas de conservación (categorías de manejo I, II y III de la UICN), donde se encuentra que la estepa patagónica registra un 0.55 % de su superficie bajo protección, denotando una extrema insuficiencia (Ardura et al., 1997). Justamente es en estas zonas donde se encuentran gran parte de las condoreras y es donde se observa numerosa diversidad de fauna, la que muchas veces está expuesta a fuertes impactos antrópicos. Por ello, se toma al cóndor como el “paraguas” de protección en un área poco protegida institucionalmente. Por lo tanto, el objetivo de este programa es generar “Santuarios del Cóndor para la Conservación  de la Naturaleza” a través de la compra de tierras con este fin, convenios de manejo con entes gubernamentales y convenios para la  creación de Reservas Privadas con estancieros (propietarios de campos). De esta forma, se pretende también ampliar el patrimonio actual de áreas protegidas y relacionarlo a estos ambientes tan “dejados de lado”, pero tan importantes -a nivel de la diversidad biológica-, como son las afloraciones rocosas.