GANADERÍA SUSTENTABLE Y BIODIVERSIDAD EN EL ÁREA PROTEGIDA PENÍNSULA VALDÉS

BALDI R.; TORREJÓN C.; ARIAS, A.

LIMA

Congreso; III CONGRESO DE ÁREAS PROTEGIDAS DE LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE; 2019

UNION INTERNACIONAL PARA LA CONSERVACION DE LA NATURALEZA (IUCN)

Península Valdés es un Área Natural Protegida de 4.000 km2 (Categoría VI UICN) ubicada en la Patagonia Argentina, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 1999. Sus costas albergan colonias de pingüinos, cormoranes, gaviotines, aves migratorias, lobos marinos, elefantes marinos y ballenas francas australes. Su fauna terrestre también es extraordinaria y está representada por guanacos, choiques, maras y depredadores como pumas, pequeños felinos y zorros entre otras especies emblemáticas. En las estepas de Península Valdés, alrededor de 60 establecimientos ganaderos se dedican a la cría extensiva de ovinos de raza Merino para la producción de lana. La lana ovina es uno de los materiales más utilizados en el mundo para fabricar indumentaria, y su produccón ha significado un costo elevado para la Patagonia árida. Los ovinos, introducidos a fines del siglo 19, compiten con los herbívoros nativos por los recursos forrajeros, provocando el desplazamiento de especies como guanacos y choiques. La disminución de la abundancia de presas nativas resultó en que los carnívoros autóctonos como pumas y zorros, entre otros, se alimentaran de ganado y por consiguiente sean perseguidos y muertos por los productores y trabajadores rurales. Estas interacciones impactaron negativamente sobre las poblaciones de herbívoros y carnívoros, a la vez que el hábitat se degradó en parte por el sobrepastoreo del ganado lo cual trajo aparejada la disminución de las majadas.La iniciativa ?Merino de Península Valdés? (MPV) tiene por objetivo lograr la coexistencia entre la producción ganadera y la persistencia de poblaciones saludables de vida silvestre. Promueve el uso sostenible de los pastizales en coexistencia con los herbívoros nativos, y la protección de las majadas utilizando métodos no letales para controlar a los depredadores. Propone acciones de conservación y manejo basadas en la investigación científica y en actitudes responsables.El grupo MPV comprende a 6 productores que abarcan un área de 33.000 ha. y producen un total de cerca de 50 toneladas anuales de lana. En 2014, iniciaron un camino junto a especialistas del Consejo de Investigaciones Científicas de Argentina (CONICET), y de las ONG Widlife Conservation Society (WCS) y Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA). En base a los compromisos de (i) mantener una carga ovina compatible con los herbívoros silvestres y manejada acorde a la conservación de la vegetación (ii) evitar la caza de fauna silvestre, y (iii) incorporar prácticas que mejoren la condición del ganado y reduzcan los disturbios, obtuvieron la certificación internacional ?Wildlife Friendly?. En 2016 el grupo reunió un lote de lana que fue procesada de modo diferenciado y trazable, cuyo valor agregado consiste en la conservación de la biodiversidad en Península Valdés, uno de los sitios más emblemáticos de Patagonia. En 2018, el grupo MPV logró su primera venta de lana diferenciada a una marca que promueve la sustentabilidad ambiental, responsabilidad social y comercio justo. Al mismo tiempo, los especialistas evalúan la disponibilidad anual de forraje para las ovejas y los herbívoros silvestres mediante la realización de censos de vegetación en cada unidad de manejo. Asimismo, se estima la abundancia y distribución de herbívoros silvestres en el área. También se estudia y monitorea la distribución de los depredadores silvestres, enfocados en el puma, los gatos montés y de pajonal, y el zorro gris y colorado, con el fin de identificar sitios particulares donde es más probable que tenga lugar la depredación del ganado. El enfoque para reducir la depredación de los carnívoros silvestres sobre los ovinos se basa en la implementación de métodos no letales, los cuales incluyen el uso de perros guardianes, el movimiento de ganado fuera de los sitios más problemáticos, y el uso de elementos de disuasión visual y auditiva. Mientras tanto, los propietarios y los trabajadores rurales del grupo se comprometieron en evitar matar o envenenar fauna silvestre, lo que ayuda a la implementación del proyecto.En un escenario dominado por el conflicto entre la producción y la vida silvestre, esta iniciativa muestra que la coexistencia en beneficio de la conservación de la biodiversidad y el bienestar humano es posible. En consecuencia, (1) es relevante a las perspectivas de la sociedad hacia las áreas protegidas en cuanto a actividades económicas y valores culturales; (2) es relevante para el alcance de metas y compromisos globales, para garantizar la conservación en un Sitio de Patrimonio Mundial; (3) es potencialmente escalable a la gestión de territorios más amplios, integrando sectores sociales y económicos; (4) promueve la conservación colaborativa, la participación multisectorial y la responsabilidad del sector privado a través de (4.1) la gestión del conocimiento e innovación, (4.2) la producción sostenible de las comunidades locales en áreas protegidas, y (4.3) el aporte de capacidad multisectorial. En tal sentido, este trabajo se encuentra alineado a los ejes transversales de bienestar y áreas protegidas y su relación con los objetivos de desarrollo sostenible