INVESTIGADORES
RODRIGUEZ patricia laura
congresos y reuniones científicas
Título:
EVIDENCIAS DEL IMPACTO DE UN FENÓMENO DE CALENTAMIENTO LOCAL SOBRE LAS PROPIEDADES LIMNOLÓGICAS DEL LAGO BOECKELLA (BAHIA ESPERANZA, ANTÁRTIDA): UN ESTUDIO ECOLÓGICO A LARGO PLAZO
Autor/es:
ALLENDE, L.; IZAGUIRRE, I.; PIZARRO, H.; RODRÍGUEZ, PATRICIA
Lugar:
Ciudad de Buenos Aires
Reunión:
Simposio; V Simposio Argentino y I Latinoamericano sobre investigaciones antárticas; 2004
Institución organizadora:
Dirección Nacional del Antártico, Instituto Antártico Argentino
Resumen:
Desde 1991 se están llevando a cabo diferentes estudios limnológicos en el lago Boeckella, Bahía Esperanza, Península Antártica (63° 23’ S; 56° 59’ W). Durante este período se analizaron en forma particular las variaciones estivales en la concentración de nutrientes (fosfatos, nitratos y amonio), así como otras variables físicas y químicas (conductividad, oxígeno disuelto, pH, temperatura, transparencia). Paralelamente se estudiaron las fluctuaciones en la comunidad fitoplanctónica, analizándose su composición de especies, densidad y biomasa (concentración de clorofila a). A partir de 1998 se incorporó el estudio de la fracción menor del fitoplancton (picoplancton: algas <2 µm). En el verano de 2001 se produjo un fenómeno natural de derretimiento parcial del permafrost de la cuenca del lago, lo que provocó un desmoronamiento de un sector de la misma, originando un brusco descenso en el nivel hidrométrico (el nivel de agua bajó aprox. 3 m en  una noche). En el período previo a ese descenso, los nutrientes variaron entre 11 y  897 µg l-1 (fostatos), 99 y 4853 µg l-1 (nitratos), 29 y 2300 µg l-1 (amonio). En el mismo período la concentración de clorofila a fitoplanctónica varió entre menos de 0,01 µg l-1 y 12,31 µg l-1. El año del disturbio natural la concentración de fosfatos y amonio llegó a triplicarse, variando entre 1500 - 2800 µg l-1 y 3700 -7900 µg l-1, respectivamente.  La clorofila a fue uno de los parámetros que más reflejó el fenómeno de concentración que se produjo en el lago durante la bajante, alcanzando valores extremos de 152,4 µg l-1, principalmente debido al aumento en la fracción picoplanctónica, evidenciando un incremento de por lo menos un orden de magnitud con respecto a los valores históricos. La conductividad siguió el mismo patrón de variación, cuadriplicando, su magnitud durante este período. En las campañas sucesivas (2002 a 2004), con la recuperación del nivel hidrométrico, los valores de los parámetros estudiados volvieron a normalizarse paulatinamente.