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Estacomunicación estudia el proceso por el cual se produce una renovación en laenseñanza de la filosofía en los inicios de la vida académica de la Universidadde Buenos Aires hasta la segunda gobernación de Juan Manuel de Rosas. Duranteaquellos años, la introducción de saberes provenientes de la Idéologie, movimiento francéstardo-ilustrado, fue central a la hora de desplegar nuevas temáticas, autores ytextos que arribaron e ingresaron a las aulas porteñas. Autores tales como Condillac, Destutt de Tracy, Cabanis,entre otros, fueron enseñados por profesores tales como Juan Manuel Fernándezde Agüero (1822-1827), Luis Peña (1827), Diego Alcorta (1827-1841). Delanálisis de los textos que éstos catedráticos confeccionaron surgen algunaspremisas disruptivas entre las cuales se podrían mencionar: lavisón sensualista de las facultades humanas; la subordinación del pensamientoreligioso al conocimiento racional; la crítica hacia la Iglesia comoinstitución divina y autoridad de conocimiento; la puesta de una moralracionalista y fisiológica basada en el principio de la simpatía; la limitaciónde las prácticas de culto religioso a los fines políticos y, finalmente, lautilización de un lenguaje fisiológico que despersonaliza la doble naturalezadel hombre de la concepción cristiana-escolástica, y que conformaba, en sureemplazo, una naturaleza humana nivelada al mundo animal por la conexión deórganos e impresiones sensibles desplazando el estudio del alma y losobrenatural de la metafísica. Retomandoinvestigaciones anteriores, la presente propuesta se orienta a analizar los condicionamientoslocales y las mediaciones que permitieron la consolidación de estos nuevos referentesy saberes en materia de enseñanza filosófica, y preguntarnos por quécontinuaron como base de los contenidos en la Universidad porteña hasta bienentrada la mitad del siglo XIX así como reflexionar sobre su impacto en la formaciónde los egresados.

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