INVESTIGADORES
FERREYRA Diego Julian
capítulos de libros
Título:
"(Devenir-acedioso)"
Autor/es:
FERREYRA, JULIAN
Libro:
Mónica B. Cragnolini (comp.),Modos de lo extraño: alteridad y subjetividad en el pensamiento postnietzscheano
Editorial:
Santiago Arcos
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2005; p. 28 - 41
Resumen:
Deleuze habla de devenir-perro, de devenir-lobo, de devenir-mujer. Dada la existencia del perro molar, del lobo molar, de las mujeres, esta terminología puede favorecer la comprensión, pero también extraviarla. La extravía en tanto lleva a pensar en transformación o metamorfosis. Un cambio que es mismidad y nunca diferencia, para un pensamiento de la identidad y no de la diferencia. El devenir, al contrario, implica una diferencia que no se subsume bajo la identidad, porque el devenir hace la diferencia, porque libera haecceidades que no son términos fijos, porque no hay punto de referencia, porque no hay nada que quede afuera y pueda funcionar como principio trascendente que determine la(s) identidad(es). La identidad estalla en el devenir. Deleuze habla de perros, de lobos, de mujeres, de vampiros. Pero para evitar la confusión con los cambios molares, nosotros elegimos hablar de otro devenir. Nosotros hablaremos aquí de una figura de la subjetividad azotada por el demonio meridiano, afectada por una enfermedad que desoló los monasterios del medioevo: la acedia. Y diremos: devenir-acedioso. Pero, como veremos, no es posible traer ningún acedioso a la sala como prueba documental (anexo I al presente artículo: un acedioso, un perro y un edificio) para decir: esto no. Todos somos acediosos (en tanto ya estamos siempre deviniendo) y al mismo tiempo ningún hombre, en tanto sujeto, es un ejemplo de acedia (un monje medieval afectado por el demonio meridiano puede estar más cerca pero será siempre un mejor ejemplo de sujeto que de acedioso; el acedioso excede el ámbito de lo que puede ser mostrado). La acedia es en sí misma molecular. El devenir-acedioso está ya del lado de lo desconocido, lo no-reconocible, lo no-pensable (enfrentado a la voluntad de verdad nietzscheana que es voluntad de “volver pensable todo lo que existe”).