INVESTIGADORES
OYHENART jorge Anibal
congresos y reuniones científicas
Título:
Prevalencia de Chlamydia trachomatis en pacientes de la ciudad de Santa Rosa, La Pampa.
Autor/es:
GRACIA MARTINEZ F; FERNÁNDEZ M; GAU G; OYHENART J
Lugar:
Santa Rosa
Reunión:
Jornada; 4° Jornadas de Extensión Universitaria de Salud, 8° Jornadas de Investigaciones del equipo de Salud; 2011
Institución organizadora:
Ministerio de Salud - Hospital Lucio Molas - FCEN Universidad Nacional de La Pampa
Resumen:
Introducción Chlamydia trachomatis es una bacteria gram negativa, intracelular, patógena, que se transmite principalmente por vía sexual. La infección es más común en adultos jóvenes y puede cursar de manera asintomática, o asociada a uretritis o cervicitis (Morré et al. 2002). La ausencia de tratamiento puede conducir a graves complicaciones como abscesos pélvicos, enfermedad pélvica inflamatoria, dolor pélvico crónico y esterilidad. La infección por C. trachomatis durante el embarazo puede causar ruptura de membranas, trabajo de parto prematuro, muerte neonatal, aborto, endometritis postparto y conjuntivitis o neumonía neonatal(Gallo Vaulet et al. 2010). A estas alteraciones reconocidas se ha sumado evidencia en favor de su participación en la etiología del cáncer escamoso cervical (Smith et al. 2002). La técnica de referencia para el diagnóstico de infección por C. trachomatis es la infección de células en cultivo. Los requerimientos técnicos necesarios y el tiempo prolongado para obtener el resultado lo hacen muy poco difundido. La inmunofluorescencia directa es desde hace muchos años la técnica más comúnmente empleada. La sensibilidad y especificidad de esta técnica son aceptables pero el resultado está muy sujeto a errores humanos (Mahony et al. 1992). Para franquear las falencias del cultivo y la detección mediada por anticuerpos se han desarrollado técnicas de amplificación específica de ADN de C. trachomatis. La PCR (polymerase chain reaction) diseñada para amplificar un fragmento específico del plásmido críptico de C. trachomatis permite un análisis relativamente simple, rápido y de alta sensibilidad, que no requiere la presencia de organismos viables (Preena et al. 2007). En este estudio presentamos resultados parciales del análisis mediante PCR de muestras remitidas para diagnóstico de C. trachomatis.  Materiales y métodos: Tratamiento de las Muestras: Cepillados endocervicales y uretrales fueron obtenidos por distintos profesionales médicos entre los años 2009 y 2011, y remitidos inmediatamente en buffer PBS. Muestras de orina (primer chorro) fueron remitidas directamente. Cada muestra fue centrifugada durante 10 minutos a 13.600 xg. El pellet se lavó dos veces con PBS y el ADN se extrajo a 60°C durante 60 minutos con buffer TEN-SDS (50 mM Tris-EDTA pH 7.5, 1% SDS)  y proteinasa K (10 mg/ml). Para la purificación se empleó fenol-cloroformo según técnica standard. Las muestras de ADN se guardaron a -20°C hasta su uso. PCR: Para la amplificación se utilizaron cebadores KL1 y KL2 (Mahony et al. 1992) que amplifican un fragmento de 241 pb del plásmido críptico de C. trachomatis. La reacción de PCR se llevó a cabo en un volumen de 25uL con 1,5 mM MgCl2, 10 mM (pH 9)Tris-HCl , 50 mM KCl,  200 mM de dNTPs, 1 mM de cada cebador y 1U de enzima Taq DNA polimerasa. Se incluyeron en la reacción 100-500 ng de ADN. El programa de amplificación consistió en: desnaturalización a 94°C por 5 minutos, 35 ciclos de amplificación que incluyeron una desnaturalización a 94 °C por 1 minuto, hibridación a 55 °C por 1 minuto y elongación a 72 °C durante 1 minuto. La elongación final se llevó a cabo a 72°C durante 5 minutos. Los productos de la reacción se migraron en un gel de agarosa 1,5% y teñieron con bromuro de etidio.   Resultados y Discusión El análisis de 205 muestras cervicales y uretrales obtenidas de pacientes en consultas ginecológicas y urológicas por la presencia de ADN de C. trachomatis arrojó un resultado positivo  en 29 oportunidades. Un 14 % de muestras remitidas para análisis de esta enfermedad venérea en la ciudad de Santa Rosa serían positivas para C. trachomatis. Este valor concuerda con porcentajes de afección obtenidos en otros países en las mismas condiciones. La presencia de la infección entre distintos grupos de edad no difiere mayormente de la revelada por otros estudios (Honey et al. 2002) con una  incidencia mayor, cercana al 40%, entre jóvenes con menos de 20 años y un franco descenso entre mayores edades. En este estudio se observó un aumento considerable en el grupo de individuos de edad 50-60 años. Este efecto podría revelar un sesgo debido al escaso número de pacientes.    C. trachomatis es uno de los patógenos transmitidos sexualmente más representados en todo el mundo (Agaçfidan and Kohl 1999). La infección por C. trachomatis puede controlarse fácilmente a través de antibióticos pero la infección asintomática contribuye a su elevada prevalencia (De Vries et al. 2010). La infección en mujeres puede cursar de manera asintomática en un 70-80% de casos y en el hombre en alrededor del 50% (Honey et al. 2002). De su infección pueden derivar graves consecuencias. La educación sexual junto a la consulta y el control periódicos de la infección en hombres y mujeres se ve hoy como la única estrategia viable para su control.