INVESTIGADORES
BUTELER micaela
artículos
Título:
Migration and dispersal of Anthonomus grandis (Coleoptera: Curculionidae) in South America
Autor/es:
STADLER, T.; M. BUTELER
Revista:
REVISTA DE LA SOCIEDAD ENTOMOLóGICA ARGENTINA
Editorial:
Sociedad Entomologica Argentina
Referencias:
Lugar: Mendoza; Año: 2007 vol. 66 p. 205 - 217
ISSN:
0373-5680
Resumen:
RESUMEN. El presente estudio sobre la dispersión de Anthonomus
grandis Boheman, el picudo del algodonero, en Argentina, Brasil,
Paraguay y Bolivia, explora las características ecológicas y fi siológicas
que han permitido a este insecto dispersarse y establecerse exitosamente
en América del Sur. La plasticidad fenotípica de A. grandis se caracteriza
por un tiempo de desarrollo fl exible, ciclo de vida multivoltino con
generaciones superpuestas, la capacidad de alimentarse con polen de
diversas familias botánicas así como de otras fuentes de alimento y por su
habilidad para migrar y dispersarse con la ayuda del viento. Todo esto hace
de esta especie una plaga clave para el cultivo del algodón. Los cultivos
de cítricos en Misiones, Argentina, son posibles sitios para la hibernación
de esta especie. En esta región fueron capturadas grandes cantidades de
individuos prediapausantes, provenientes de algodonales en post-cosecha
en Paraguay, atraídos probablemente por compuestos volátiles de cítricos
cultivados en la zona. La quiescencia facultativa que atraviesan los
adultos ante condiciones adversas, conlleva a un retraso en el desarrollo
que se relaciona con las condiciones desfavorables. Esto sugiere que la
hibernación en A. grandis puede ser defi nida como «oligopausa», una
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
generaciones superpuestas, la capacidad de alimentarse con polen de
diversas familias botánicas así como de otras fuentes de alimento y por su
habilidad para migrar y dispersarse con la ayuda del viento. Todo esto hace
de esta especie una plaga clave para el cultivo del algodón. Los cultivos
de cítricos en Misiones, Argentina, son posibles sitios para la hibernación
de esta especie. En esta región fueron capturadas grandes cantidades de
individuos prediapausantes, provenientes de algodonales en post-cosecha
en Paraguay, atraídos probablemente por compuestos volátiles de cítricos
cultivados en la zona. La quiescencia facultativa que atraviesan los
adultos ante condiciones adversas, conlleva a un retraso en el desarrollo
que se relaciona con las condiciones desfavorables. Esto sugiere que la
hibernación en A. grandis puede ser defi nida como «oligopausa», una
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
por un tiempo de desarrollo fl exible, ciclo de vida multivoltino con
generaciones superpuestas, la capacidad de alimentarse con polen de
diversas familias botánicas así como de otras fuentes de alimento y por su
habilidad para migrar y dispersarse con la ayuda del viento. Todo esto hace
de esta especie una plaga clave para el cultivo del algodón. Los cultivos
de cítricos en Misiones, Argentina, son posibles sitios para la hibernación
de esta especie. En esta región fueron capturadas grandes cantidades de
individuos prediapausantes, provenientes de algodonales en post-cosecha
en Paraguay, atraídos probablemente por compuestos volátiles de cítricos
cultivados en la zona. La quiescencia facultativa que atraviesan los
adultos ante condiciones adversas, conlleva a un retraso en el desarrollo
que se relaciona con las condiciones desfavorables. Esto sugiere que la
hibernación en A. grandis puede ser defi nida como «oligopausa», una
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
generaciones superpuestas, la capacidad de alimentarse con polen de
diversas familias botánicas así como de otras fuentes de alimento y por su
habilidad para migrar y dispersarse con la ayuda del viento. Todo esto hace
de esta especie una plaga clave para el cultivo del algodón. Los cultivos
de cítricos en Misiones, Argentina, son posibles sitios para la hibernación
de esta especie. En esta región fueron capturadas grandes cantidades de
individuos prediapausantes, provenientes de algodonales en post-cosecha
en Paraguay, atraídos probablemente por compuestos volátiles de cítricos
cultivados en la zona. La quiescencia facultativa que atraviesan los
adultos ante condiciones adversas, conlleva a un retraso en el desarrollo
que se relaciona con las condiciones desfavorables. Esto sugiere que la
hibernación en A. grandis puede ser defi nida como «oligopausa», una
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
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insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
que han permitido a este insecto dispersarse y establecerse exitosamente
en América del Sur. La plasticidad fenotípica de A. grandis se caracteriza
por un tiempo de desarrollo fl exible, ciclo de vida multivoltino con
generaciones superpuestas, la capacidad de alimentarse con polen de
diversas familias botánicas así como de otras fuentes de alimento y por su
habilidad para migrar y dispersarse con la ayuda del viento. Todo esto hace
de esta especie una plaga clave para el cultivo del algodón. Los cultivos
de cítricos en Misiones, Argentina, son posibles sitios para la hibernación
de esta especie. En esta región fueron capturadas grandes cantidades de
individuos prediapausantes, provenientes de algodonales en post-cosecha
en Paraguay, atraídos probablemente por compuestos volátiles de cítricos
cultivados en la zona. La quiescencia facultativa que atraviesan los
adultos ante condiciones adversas, conlleva a un retraso en el desarrollo
que se relaciona con las condiciones desfavorables. Esto sugiere que la
hibernación en A. grandis puede ser defi nida como «oligopausa», una
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
generaciones superpuestas, la capacidad de alimentarse con polen de
diversas familias botánicas así como de otras fuentes de alimento y por su
habilidad para migrar y dispersarse con la ayuda del viento. Todo esto hace
de esta especie una plaga clave para el cultivo del algodón. Los cultivos
de cítricos en Misiones, Argentina, son posibles sitios para la hibernación
de esta especie. En esta región fueron capturadas grandes cantidades de
individuos prediapausantes, provenientes de algodonales en post-cosecha
en Paraguay, atraídos probablemente por compuestos volátiles de cítricos
cultivados en la zona. La quiescencia facultativa que atraviesan los
adultos ante condiciones adversas, conlleva a un retraso en el desarrollo
que se relaciona con las condiciones desfavorables. Esto sugiere que la
hibernación en A. grandis puede ser defi nida como «oligopausa», una
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
por un tiempo de desarrollo fl exible, ciclo de vida multivoltino con
generaciones superpuestas, la capacidad de alimentarse con polen de
diversas familias botánicas así como de otras fuentes de alimento y por su
habilidad para migrar y dispersarse con la ayuda del viento. Todo esto hace
de esta especie una plaga clave para el cultivo del algodón. Los cultivos
de cítricos en Misiones, Argentina, son posibles sitios para la hibernación
de esta especie. En esta región fueron capturadas grandes cantidades de
individuos prediapausantes, provenientes de algodonales en post-cosecha
en Paraguay, atraídos probablemente por compuestos volátiles de cítricos
cultivados en la zona. La quiescencia facultativa que atraviesan los
adultos ante condiciones adversas, conlleva a un retraso en el desarrollo
que se relaciona con las condiciones desfavorables. Esto sugiere que la
hibernación en A. grandis puede ser defi nida como «oligopausa», una
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
generaciones superpuestas, la capacidad de alimentarse con polen de
diversas familias botánicas así como de otras fuentes de alimento y por su
habilidad para migrar y dispersarse con la ayuda del viento. Todo esto hace
de esta especie una plaga clave para el cultivo del algodón. Los cultivos
de cítricos en Misiones, Argentina, son posibles sitios para la hibernación
de esta especie. En esta región fueron capturadas grandes cantidades de
individuos prediapausantes, provenientes de algodonales en post-cosecha
en Paraguay, atraídos probablemente por compuestos volátiles de cítricos
cultivados en la zona. La quiescencia facultativa que atraviesan los
adultos ante condiciones adversas, conlleva a un retraso en el desarrollo
que se relaciona con las condiciones desfavorables. Esto sugiere que la
hibernación en A. grandis puede ser defi nida como «oligopausa», una
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
Paraguay y Bolivia, explora las características ecológicas y fi siológicas
que han permitido a este insecto dispersarse y establecerse exitosamente
en América del Sur. La plasticidad fenotípica de A. grandis se caracteriza
por un tiempo de desarrollo fl exible, ciclo de vida multivoltino con
generaciones superpuestas, la capacidad de alimentarse con polen de
diversas familias botánicas así como de otras fuentes de alimento y por su
habilidad para migrar y dispersarse con la ayuda del viento. Todo esto hace
de esta especie una plaga clave para el cultivo del algodón. Los cultivos
de cítricos en Misiones, Argentina, son posibles sitios para la hibernación
de esta especie. En esta región fueron capturadas grandes cantidades de
individuos prediapausantes, provenientes de algodonales en post-cosecha
en Paraguay, atraídos probablemente por compuestos volátiles de cítricos
cultivados en la zona. La quiescencia facultativa que atraviesan los
adultos ante condiciones adversas, conlleva a un retraso en el desarrollo
que se relaciona con las condiciones desfavorables. Esto sugiere que la
hibernación en A. grandis puede ser defi nida como «oligopausa», una
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
forma intermedia de diapausa. Desde su introducción en Brasil en 1983
y hasta el 2006, el picudo se ha dispersado en dirección sudoeste hacia
Argentina, a una velocidad promedio de 61 km año-1. Sin embargo, le ha
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
insumido aproximadamente diez años cruzar 250 km, desde Paraguay
hacia el centro de la zona algodonera de Argentina. Este progreso más
lento se debe probablemente a las acciones llevadas a cabo en el marco
del programa de erradicación del picudo del algodonero, por parte del
gobierno de Argentina. La llegada del picudo al área central de cultivo de
algodón en la Argentina, así como a otras áreas de cultivo en Paraguay y
Argentina, confi rma el hecho de que el picudo debería fi nalmente incluirse
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
en un programa único de manejo integrado de plagas del algodón.
generaciones superpuestas, la capacidad de alimentarse con polen de
diversas familias botánicas así como de otras fuentes de alimento y por su
habilidad para migrar y dispersarse con la ayuda del viento. Todo esto hace
de esta especie una plaga clave para el cultivo del algodón. Los cultivos
de cítricos en Misiones, Argentina, son posibles sitios para la hibernación
de esta especie. En esta región fueron capturadas grandes cantidades de
individuos prediapausantes, provenientes de algodonales en post-cosecha
en Paraguay, atraídos probablemente por compuestos volátiles de cítricos
cultivados en la zona. La quiescencia facultativa que atraviesan los
adultos ante condiciones adversas, conlleva a un retraso en el desarrollo
que se relaciona con las condiciones desfavorables. Esto sugiere que la
hibernación en A. grandis puede ser de