INVESTIGADORES
GHERMANDI Luciana
libros
Título:
Workshop de Integración Regional Los Incendios en la Patagonia. Documento final
Autor/es:
GHERMANDI L., DE TORRES CURTH M., LESCANO N. Y GONZALEZ S.
Referencias:
Año: 2005 p. 114
Resumen:
Esta introducción es intencionalmente informal. No voy a hacer una síntesis de lo ocurrido durante los tres intensos días que duró el evento, ni relataré ordenadamente como se generó la idea y como se pudo concretarla. Les contaré, los pondré al tanto, de episodios, cuestiones y anécdotas que me llamaron la atención. También daré algunas opiniones generales, con la intención de abrir las puertas a futuros debates.   El balance del evento ha sido enteramente positivo. Se cumplieron varios objetivos, uno de los cuales fue el de conocernos. El contacto personal parecería una cuestión de poca importancia pero no lo es. Por más que las relaciones virtuales sean útiles, estoy convencida que los cambios los generan las personas cuando logran vincularse realmente. También creo que cuando los ámbitos para encontrarse no existen, hay que esforzarse en crearlos. Durante el workshop es indudable que nos conocimos y que esto facilitó las vinculaciones, efectivas y potenciales.   Como mencioné en varias ocasiones durante el desarrollo del workshop, la presencia de las autoridades políticas fue reducida. En el título del encuentro se encontraban dos palabras claves: “Integración regional”. Estrictamente esto no se cumplió, no todas las provincias de Patagonia estuvieron representadas, por más que nuestras invitaciones fueron extendidas a todas.   Aprovecho esta introducción, para pedir sinceramente disculpa si algunas personas que hubieran podido y querido concurrir con su valioso aporte no fueran invitadas. Seguramente ocurrió. A modo de justificación puedo decirle que  la organización del evento fue muy laboriosa y los que trabajamos efectivamente en ella fuimos pocos. Se hizo un buen trabajo aunque seguramente perfectible.   Volviendo a la escasa participación de las autoridades políticas provinciales y nacionales, quiero explicar que pretendía con estas invitaciones frustradas y cuál es mi postura al respecto. Considero que el tema de los incendios es de importancia y que las decisiones  que se tomen como solicitar y disponer de recursos económicos para abarcar su estudio, prevención y combate deben estar fundamentadas y consensuadas. Por más que las decisiones sean en últimas instancias políticas, deben tener sólidas bases técnico-científicas. Hasta aquí es obvio que no descubrí la pólvora y va a ser difícil que alguien no concuerde conmigo. Me di cuenta, a lo largo de mi experiencia laboral y de mi vida, que en las declamaciones todos nos unimos, y que cuando pasamos a la praxis aparecen las ausencias, cuando no las luchas internas. La lógica que utilicé cuando cursé las invitaciones fue que necesitamos trabajar juntos bajo la mirada atenta del sector que luego tomará las decisiones. Otra pata importantísima de mi razonamiento fue reafirmar que las autoridades políticas no son personas ajenas a nuestras vidas, que no actúan en estratos paralelos sin cruzarse con nosotros (que seríamos todos los demás), sino que (estoy por decir una enésima obviedad) son los representantes, votados y respaldados por los ciudadanos.   Igualmente debo decir que no me sorprendieron los dos comentarios que escuché referidos a este tema en una de las mesas redondas. El primero fue “siempre fue así, ellos no vienen nunca”. A este comentario lo llamaría “fatalista”. La poca participación de las autoridades es vivida como inevitable, inmodificable, un signo del destino. El segundo fue “vino el subsecretario de Río Negro, que más quieres. Ellos están muy ocupados, no pueden ir a todos lados”. En este caso la poca participación es vista también como inevitable pero desde el aspecto desvalorizante de la actividad a la cual se pretendió invitar a la autoridad “ellos tienen muchas cosas y más importantes que hacer”. Desde ya no concuerdo con ninguna de las dos actitudes. Por más que las actividades que muchos, autoridades e investigadores, tengamos, existe el criterio de priorización. ¿Que es lo más importante? Además: si participo de un evento y pienso que no es tan importante, ¿qué es lo que estoy haciendo allí?   Insisto que para combatir la actitud fatalista o desvalorizante y lograr una futura buena participación de las autoridades políticas hay que ser consecuente con lo que se piensa y lo que se hace. No solo declamar, sino trabajar, juntos.   Otros ausentes fueron los estancieros y encargados de las estancias locales. Mi idea fue invitarlos para que nos contaran su percepción del efecto del fuego en los pastizales y forestaciones de la estepa. Solo concurrió el Ing. Dominik Marty, de la estancia San Ramón que además nos agasajó, el ultimo día, con un sabroso asado de cordero patagónico en el galpón de esquila de la estancia. ¡Muchas gracias Dominik!  Porqué los demás estancieros no sintieron interés por el evento no es fácil de saber, las motivaciones pueden ser muchas, pero hemos lamentado su ausencia, dado que es importante conocer la percepción de un fenómeno desde el mayor número de ángulos posibles y hubo una mesa redonda dedicada a la producción.   Aún entre los presentes, hubo diferentes grados de participación. Los invitados se ubicaron en un gradiente desde aquellos que solo escucharon las conferencias, hasta los que estuvieron trabajando activamente durante los tres días y que agradezco particularmente. El grado de compromiso fue muy variable. Un encuentro que nos ocupa la vida durante tres días produce una disrupción en nuestra rutina diaria que para algunos es molesta.  Esta sensación puede depender del grado de compromiso con el evento, con preconceptos de diferente índole, con priorizaciones de lo que es o no importante, etc.   Para ejemplificar que tipos de comportamientos pueden generar los preconceptos, les cuento una anécdota. Se refiere al término “workshop”. Se trata de una palabra inglesa, de uso común, que es además la que utiliza la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (los invito a ingresar a su pagina web para corroborarlo), muy argentina ella,  cuando informa sobre los mecanismos de financiación de las reuniones científicas. No se trata de un encuentro de negocios, como podrán verificar en cualquier diccionario de inglés, sino de un taller, un encuentro de trabajo, un seminario, o como quieran llamarlo. El Macmillan English Dictionary define workshop como: “an occasion when a group of people meet to learn about a particular subject, especially by taking part in discussions or activities.”  El único periodista gráfico que concurrió a la abortada conferencia de prensa, hizo un comentario al respecto (El Cordillerano, 6 de octubre 2005), al cual contesté con un mail que no me fue respondido. Más adelante quiero hacerles un comentario respecto de los medios de comunicación, que estuvieron casi ausentes del evento.   Volviendo al tema de los medios de comunicación, éstos fueron invitados y perseguidos durante una semana para lograr que confirmaran su asistencia a la conferencia de prensa planeada para el día 5, luego del acto de apertura. Muchos de las direcciones de mail pertenecientes a radios y diarios que aparecían en INTERNET no correspondían o no eran respondidos. Nuestros mensajes se perdían en el éter. Este hecho me obliga a otra reflexión: ¿porqué existen tantas direcciones de mails que no son revisadas ni respondidas jamás? Mi impresión es como de muchos teléfonos que suenan y suenan y nadie levanta el tubo. Podemos sentir mayor o menor simpatías por los mensajes electrónicos, pero en realidad son prácticos, rápidos y económicos. De los medios invitados sólo vinieron dos y la conferencia de prensa no pudo llevarse a cabo. Una reflexión al respecto: para los medios los incendios son noticias pero aparentemente no lo son los encuentros como el workshop.   El presente documento es fruto de las grabaciones y anotaciones de los secretarios de mesas (Natalia Lescano, Sofía Gonzalez, Fabiana de la Mata, Jorgelina Franzese, Pablo Parodi y Manuel de Paz). A Jorgelina va un agradecimiento especial por haber trabajado en dos mesas redondas. La tarea editorial estuvo a cargo mío y de Mónica de Torres Curth, opino que hicimos un buen tandem, acompañadas de Natalia Lescano y Sofía Gonzalez, ayudantes en campo muy eficientes. Las editoras no nos responsabilizamos de las opiniones vertidas en las mesas redondas. Las resumimos, compactamos y le dimos un formato legible. Fuimos todo lo fiel que se pudo ser. Tampoco informamos quien dijo cada cosa, porque pensamos que eso no era lo importante, sino el contenido de las discusiones.   Hacia el final encontrarán unas conclusiones y una propuesta de cómo seguir trabajando, para que el workshop no quede como una experiencia aislada. El libro está acompañado de un CD que contiene las 14 conferencias y fotos que algunos de nosotros tomamos durante el evento, un recuerdo lindo para todos, espero. Es mi intención que este documento sea un instrumento útil para los tomadores de decisiones y para seguir trabajando juntos.   Agradezco especialmente a la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica, al SPLIF, al PNMF y a los sponsores que permitieron llevar a cabo el evento en un lugar muy agradable donde todos nos sentimos cómodos.   Muchas gracias otra vez por su participación y por las próximas futuras, que espero sean cada vez más concurridas e fértiles.