INVESTIGADORES
LADIO Ana Haydee
artículos
Título:
Los desafíos actuales de la etnbotánica
Autor/es:
LADIO, ANA
Revista:
Boletín Latinoamericano y del Caribe de plantas medicinales y aromáticas
Editorial:
Boletín Latinoamericano y del Caribe de Plantas Medicinales y Aromaticas
Referencias:
Lugar: Santiago de Chile; Año: 2006 vol. 5 p. 27 - 28
ISSN:
0717-7917
Resumen:
En la actualidad, la etnobotánica se ha transformado en una disciplina con un papel protagónico en las metas de varios organismos internacionales dedicados a la conservación biológica y cultural (Cunningham, 2001). La conservación in situ y ex situ, el uso sostenible de los recursos, la seguridad alimentaria y la salud de las comunidades locales son temas prioritarios y urgentes. En concordancia, los trabajos etnobotánicos están dejando de lado los estudios inventariales y han comenzado a formular preguntas que deriven en soluciones para los temas arriba mencionados (Benz et al, 1996). Asimismo, está proporcionando un mayor entendimiento de los factores socioculturales y ecológicos que deben ser considerados para que el uso de los recursos vegetales sea una práctica racional y armónica con las necesidades materiales y espirituales de la gente (Ladio & Lozada, 2003, Salik et al. 2005). En consecuencia, los investigadores del área tenemos una gran responsabilidad por delante. Primeramente, dado que nuestros resultados pueden ser usados para la toma de decisiones, es necesario el mayor rigor científico en las investigaciones (Höft et al., 1999; Albuquerque & Lucena, 2004). Esto implica, un diseño de muestreo cuidado, en donde los datos obtenidos sean verdaderamente representativos y confiables. Por ejemplo, los resultados basados en pocos informantes y/o con una selección de entrevistados o muestras caprichosa, y no aleatoria, tienden a ser trabajos especulativos que transfieren los conocimientos y valores de unos pocos individuos a toda una comunidad o cultura.  Por otra parte, si bién, el uso de métodos estadísticos para poner a prueba hipótesis de trabajo no constituye una novedad, su uso inadecuado puede generar información errónea o tendencias falsas. Por lo tanto, debemos tener la mayor atención en las “evidencias” que generamos. En segundo término, el hecho de ser generadores de información acerca del uso de plantas, que no sólo son elementos materiales de importancia socioeconómica, sino también elementos culturales y simbólicos, nos impone un desafío más. Existen diferencias fundamentales entre las distintas sociedades (occidental-no eccidental) en sus definiciones de ambiente, equidad y propiedad de los recursos vegetales (Laid, 2002). Este hecho genera grandes interrogantes acerca de cómo nuestras investigaciones pueden afectar a las comunidades con las cuales estamos trabajando. Por ejemplo, una investigación etnobotánica puede derivar en un estudio de bio-prospección de la diversidad, o simplemente puede llevar en forma indirecta a un uso comercial de una planta, dado que la información ya forma parte del dominio público. Si bién, existe legislaciones propias en cada país, e internacionales, como el Convenio sobre Diversidad Biológica que brindan lineamientos para estos casos, en concreto, las experiencias no dejan de ser complejas y de efectividad relativa. Una solución realista y posible a estos hechos es que desde el inicio de un proyecto etnobotánico se imponga una práctica profesional responsable y solidaria con las necesidades de los habitantes. Propiciando investigaciones participativas con las comunidades locales, y compartiendo saberes entre todos, donde cada uno de los actores (investigadores-pobladores) tenga algo que enseñar y aprender: el saber no se pierde, se valora, se protege y dignifica a sus hacedores. Y sólo asi, desde este lugar podremos preservar nuestra diversidad biológica y cultural.