INVESTIGADORES
KALIMAN Ricardo Jonatas
congresos y reuniones científicas
Título:
Representaciones del bandolero criollo. Argamonte y Pelayo Alarcón
Autor/es:
KALIMAN, RICARDO
Lugar:
San Salvador de Jujuy
Reunión:
Congreso; X Jornadas Regionales de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales; 2011
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Jujuy
Resumen:
Este trabajo se inscribe en una indagación más amplia sobre las tensiones de clase en la historia de la identidad criollista en la sociedad argentina. Enfoco aquí las representaciones difundidas en distintas modalidades de discurso (periodismo, ensayo, historia, literatura, canción popular) sobre los bandoleros, para detectar en ellas las posiciones socialmente reconocibles desde las cuales se describen y valoran sus trayectorias. Entiendo por bandoleros ciertas figuras históricas que han desarrollado una carrera de robos (algunos de ellos de envergadura importante) y han logrado burlar durante un tiempo considerable a la ley, a partir de lo cual han alcanzado cierta fama. En muchos casos, estas características han suscitado cierta simpatía entre los sectores populares, por lo cual algunos estudiosos (principalmente a partir de Hobsbawm) han tendido a concebirlos como emergentes de ciertas estructuras de sentimiento contestatarias. En la presente ponencia, sintetizo algunos puntos centrales del debate en torno a esta interpretación sociológica y paso luego a considerar algunos matices de las representaciones de dos bandoleros que han sido particularmente vinculados con la identidad criollista: Argamonte y Pelayo Alarcón, que presentan varios rasgos comunes. Las trayectorias de ambos, en efecto, se desarrollaron en Salta y los dos fueron caracterizados en diversos momentos como gauchos, tanto por sus apologistas como por sus detractores. Los dos han sido materia de obras literarias (entre otras, una novela de Gauffin el primero, una obra de teatro de Edelmiro Avellaneda, el segundo) y de letras de canciones populares (en ambos casos, por Manuel J. Castilla, con música de Gustavo Leguizamón). En mi análisis, distingo, entre los dos polos de las perspectivas de “justiciero” (predominante en la literatura y el periodismo de inspiración anarquista) y “delincuente” (característico de la historiografía y el periodismo ligado a la oligarquía salteña), una serie de ingredientes no necesariamente clasistas (interés narrativo, afición romántica, vocación meramente transgresora), para intentar situar, dentro de estas coordenadas, los componentes estrictamente populares de estas representaciones.