La creciente preocupación ambiental, ¿agrega valor al bosque?

GOWDA, J.H.

Esquel

Jornada; V Jornadas Forestales Patagónicas; 2016

INTA - CIEFAP - CADIC

El interés por el cuidado del ambiente ha crecido durante las últimas décadas para ser hoy un tema recurrente en nuestra sociedad. La declaración de Estocolmo de 1972 marca un hito en este sentido, al poner en la agenda mundial la protección de nuestra naturaleza en general y nuestros bosques en particular. Si bien la preocupación por los efectos asociados a la destrucción de nuestros bosques y los servicios que los mismos proveen ya existía entre naturalistas de la antigua Grecia, el primer gran esfuerzo de presentar de modo sistemático los efectos de la destrucción de los bosques en un lenguaje accesible al público es tal vez el libro de G.P. Marsh (1865) Man and Nature, considerado el origen del movimiento conservacionista actual. Exploro cómo el paradigma que subyace a este movimiento conservacionista ha penetrado nuestra legislación, educación e investigación, generando el resultado opuesto al esperado por Marsh y otros amantes de la naturaleza: es decir, una sistemática desvalorización del bosque en términos políticos, legales, socioeconómicos y ecológicos. Analizo si los fundamentos de nuestra educación, investigación y legislación ambiental se complementan con una administración y desarrollo industrial que permite agregar valor a nuestros bosques o si, por el contrario, se conjugan para degradarlos y desvalorizarlos. Con la ayuda del concepto de "Ética de la Tierra" acuñado por A. Leopold en 1949 y de ejemplos de algunas culturas que mantienen interacciones positivas con el bosque, planteo alternativas para canalizar el creciente interés por el ambiente a través de mejoras concretas para el bosque de nuestra región y su gente. Concluyo que como investigadores y educadores tenemos la responsabilidad indelegable de promover un cambio en nuestra relación con el bosque de la región en que vivimos.