Estudio comparado de temperaturas de actividad de tres especies del género Phymaturus localizadas a diferente latitud y altitud: P. punae, P. zapalensis y P. tenebrosus

IBARGÜENGOYTÍA, N. R.; J. M. BORETTO; J. C. ACOSTA; J. VILLAVICENCIO Y J. MARINERO.

Corrientes, Argentina

Congreso; VII Congreso Argentino de Herpetología; 2006

Asociación Herpetológica Argentina

Phymaturus es un género andino vivíparo, principalmente herbívoro que habita en ambientes caracterizados por la rigurosidad ambiental, con bajas temperaturas durante todo el año, temporadas de actividad reducidas e hibernación en el invierno y gran parte de la primavera y el otoño. En trabajos previos hemos mostrado que las hembras de P. tenebrosus (Ibargüengoytía, 2004:J. Herpet. 38:73-79) y de P. punae (Boretto et al. 2005:VI CAH) se reproducen cada dos años mientras que las de P. zapalensis serían anuales. Consideramos que estas diferencias podrían deberse a las bajas temperaturas, el fotoperíodo y a la extensión de la temporada de actividad. En el presente estudio se analizan las temperaturas de captura y de sus microambientes (sustrato= Ts, aire=Ta, viento y radiación solar) de: P. zapalensis del Parq. Nac. Laguna Blanca, Neuquén (39°43'S y 70°22' W, 824-1312 m, N = 57), de P. punae  de la Reserva Prov. San Guillermo, San Juan (28°59´-29º02´ S; 69º29´-69º05´W, 3100-4200 m, N = 48) y de P. tenebrosus de Pilcaniyeu, Río Negro, Argentina (41-41.5°S-70.5-71.4°W, 926-1000 m, N = 32). Phymaturus punae, P. zapalensis y P. tenebrosus presentan diferencias en cuanto a la adquisición del calor siendo P. punae principalmente helioterma, P. zapalensis dependiente de Ta y Ts, y P. tenebrosus principalmente tigmoterma. Si bien las tres especies eligen microambientes similares, el estudio comparado de Tc muestra que P. zapalensis (Mean±EE= 26.51±0.86) presenta temperaturas cloacales menores que  P. punae (29.21±0.36°C) y P. tenebrosus (29.13±0.68°C). Este estudio nos permite avanzar en el conocimiento de las posibles limitantes ambientales latitudinales y altitudinales para el desarrollo y la vitelogénesis, con la consecuente extensión de los ciclos. Los resultados nos muestran que no sólo estarían influyendo las bajas temperaturas presentes durante todo el año, sino que la extensión de la temporada de actividad y el fotoperíodo jugarían un papel fundamental.