Estudio histológico del ciclo reproductor masculino y dimorfismo sexual de Phymaturus zapalensis

BORETTO, JM & IBARGUENGOYTIA, NR

Paraná. Entre Ríos.

Congreso; VI Congreso Argentino herpetología.; 2005

AHA

La pronunciada estacionalidad propia de los climas templados impone un ciclo anual de abundancia y escasez de recursos con el consecuente retraso del tiempo fisiológico relativo al cronológico y la extensión de los ciclos de vida. En ectotermos es vital el momento del parto y los tiempos relativos de vitelogénesis, preñez y descanso, observándose en especies vivíparas patagónicas patrones reproductivos con vitelogénesis anual y preñez de 4 meses y, en algunas ocasiones, períodos de descanso de hasta un año sin actividad reproductiva. En este trabajo se presentan resultados preliminares del ciclo reproductivo femenino de Phymaturus zapalensis. A los ejemplares (n=14) colectados mensualmente (Diciembre 2004-Marzo 2005) a 40 km oeste de Zapala, Neuquén, Argentina (39°S;70°W;800-1400 msnm) o de colección (n=3, Febrero 1991), se les registró: largo hocico-cloaca (LHC), tamaño folicular, tipo de útero y estadio de desarrollo embrionario. El LHC varió de 67-94 mm y la mínima talla adulta fue 81,9 mm. El tamaño folicular mayor fue 3,9 mm (hembra vitelogénica-Enero). Se hallaron 2 hembras preñadas en Diciembre, Enero y Febrero con embriones en estadio temprano, medio y avanzado respectivamente cada una, y tres hembras post-parto en Marzo, sugiriendo los nacimientos de 1-2 crías en Febrero-Marzo. Los juveniles se capturaron en Febrero y Marzo. Estos resultados sugieren un ciclo reproductivo femenino bienal en Phymaturus zapalensis con una temporada destinada a vitelogénesis y otra a preñez. Ciclos reproductivos prolongados se observaron en otras especies vivíparas habitantes de climas templados fríos: Phymaturus patagonicus, P. antofagastensis, P. punae, P. flagellifer (Chile), Liolaemus elongatus y L. pictus; en los cuales la baja disponibilidad de calor y la imposibilidad, en los lagartos vivíparos, de realizar vitelogénesis y preñez simultáneamente, dan como resultado ciclos femeninos desde anuales a trianuales. Los ciclos femeninos prolongados serían una consecuencia adaptativa a la rigurosidad ambiental de los climas templados fríos.