La dispersión ha muerto, larga vida a la dispersión

MIRANDA- ESQUIVEL, DANIEL RAFAEL; DONATO, MARIANO; POSADAS, PAULA

Una perspectiva latinoamericana de la Biogeografía

Las Prensas de Ciencias, Facultad de Ciencias, UNAM

Lugar: México, D. F.; Año: 2003; p. 179 - 184

T radicionalmente la dispersión (‘dispersal’) ha sido vista como uno de los componentes de los procesos de cladogénesis, el cual permite la movilidad de las poblaciones; su posterior separación puede conducir al aislamiento y especiación en alopatría. Como tal, tuvo un papel crucial en las explicaciones biogeográficas desde la cosmovisión judeocristiana basada en la interpretación textual de la Biblia, la ley de Buffon, hasta la regla de la progresión; la idea es central al pensamiento evolutivo tanto en Darwin como a gran parte de la visión contemporánea. A partir del reconocimiento de la tectónica de placas y la entrada a discusión del paradigma croizatiano (espacio, tiempo y forma evolucionan en conjunto), la dispersión fue dejada un tanto de lado como explicación única a la distribución de los taxones actuales y entró a ser junto con la extinción, parte del error en el patrón de distribución de los organismos. Algunos autores consideran que la dispersión a distancias largas es una explicación ad hoc, no falsable y por lo tanto no científica. Por otra parte, con un marco referencial diferente, otros autores consideran a la vicarianza como la explicación primaria para la cladogénesis. Sin embargo, esta opción dual de explicar el patrón de cladogénesis como vicarianza o dispersión es un tanto maniquea y quizá no es el mejor enfoque, ya que la dispersión como elemento que permite explicar parte del patrón de distribución de los organismos es factible y se ha incluido en varios análisis contemporáneos.