INVESTIGADORES
ORTS Dario Leandro
congresos y reuniones científicas
Título:
EL LEVANTAMIENTO CUATERNARIO DE LA FAJA DEL AGRIO (38º-39ºS)
Autor/es:
FOLGUERA, A.; ROJAS VERA, E.; ORTS, D.L.; RAMOS, V.A.
Lugar:
Neuquén
Reunión:
Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentino; 2011
Resumen:
A partir de estudios de campo y termocronológicos realizados en los últimos 5 años (Zamora Valcarce et al., 2006; 2010) se han determinado con precisión las fases de construcción de la Faja Plegada y Corrida del Agrio, correspondientes a un estadio cretácico superior, previo a 70 Ma, y localmente previo a 100 Ma y una fase de reactivación tardía hacia 15 Ma aproximadamente. No se han reportado ni en estudios clásicos previos, ni en posteriores, neotectónica contraccional en el ámbito de la Faja del Agrio al sur del río Neuquén. La neotectónica identificada en la región entre los 38º y 39ºS es de carácter extensional y afecta el sector occidental de esta faja imbricada cretácica a neógena, provocando su colapso parcial tal como estudios geofísicos lo muestran, hasta quedar sepultada por secuencias volcánicas cuaternarias en el eje de la Fosa de Loncopué (Fig. 1) (Rojas Vera et al., 2010a; Folguera et al., 2010). Indicadores de actividad sísmica proximal, tales como sismitas y micro fallamiento desarrollados en sedimentos lacustres cuaternarios han sido identificados en el ámbito de la Faja del Agrio, que implican dada su morfología específica fuentes sismogénicas en un radio menor a los 10 km (Rojas Vera et al., 2010b). Las estructuras activas causantes de dichas deformaciones debieran estar circunscriptas al área de fallamiento cuaternario del sistema de fallas de  Agua Fría (Fig. 1), tal como esos estudios lo demuestran. A pesar de constituir la faja del Agrio un elemento fósil desde un punto de vista contraccional, una importante topografía superior a los 1.500 m se desarrolla en su sector occidental próximo a la fosa de Loncopué (Fig 1). Allí una profunda red fluvial es labrada con un fuerte control estructural dado por las estructuras cretácicas a miocenas. Esta red fluvial ha sido anegada por cuerpos lacustres que han dejado registros superiores a los 10 metros de espesor en ciertos sectores, endicados por bancos duros en la secuencia cretácica (Fig. 2). Este tipo de endicamientos del sistema fluvial que conduce a cuerpos lacustres de relativa estabilidad es poco frecuente, ya que en general la red de avenamiento supera cualquier obstáculo a través de la erosión en su cauce, mientras el relieve se exhuma o el nivel de base local se deprime, siempre y cuando la tasa de alzamiento sea menor a la de erosión. La presencia de espesos paquetes lacustres cuaternarios generados por este mecanismo implica que el alzamiento ha sido lo suficientemente rápido como para que la incisión de la red fluvial no supere los obstáculos locales por ciertos períodos que permitieron relativa estabilidad de estos cuerpos. El área de endicamiento de los sistemas fluviales coincide con el área adyacente a la fosa de Loncopué (Fig. 1) y desarrollo de tectónica extensional en el sistema de fallas del Agua Fría. Este área coincide con anomalías gravimétricas positivas con grandes longitudes de onda que han sido interpretadas como producto de la inyección en niveles corticales de porciones del manto litosférico debido al adelgazamiento cortical ligado al régimen extensional imperante en el área (Folguera et al., 2007), visualizado a través de estudios de sísmica pasiva a los 39ºS (Yuan et al., 2006). Se propone de esta manera la exhumación de la faja del Agrio durante el Cuaternario, probablemente ligada a mecanismos dinámicos asociados al atenuamento cortical, vislumbrada por las anomalías isostáticas calculadas en la zona, asociados a sismicidad ligada a deformación extensional.