ESTRUCTURA DE LA CORDILLERA PATAGÓNICA ENTRE LOS 39º-41ºS

FOLGUERA, A.; ORTS, D.L.; ALBIÑANA, C.; RAMOS, M.E.; CERINO, D.; TOBAL, J.; CARBALLO, F.; JAIT, D.; PALOTTI, P.; SPAGNUOLO, M.; RAMOS, V.A.

Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentino; 2011

Existe un notable dispar desarrollo del conocimiento de la estructura, y su evolución asociada, que exhuma a la cordillera nordpatagónica. Mientras que el sector comprendido al norte de los 38ºS consta de un adecuado nivel de conocimiento en el cual han sido identificadas las principales fases de construcción y la mecánica de las mismas, en gran medida motorizado por la investigación asociada a la industria petrolera, al sur de esta latitud existe falta de información al respecto, con la notable excepción de los trabajos iniciales de Turner (1965, 1973), quien mapeó parte de la estructura existente aun sin aportar mayores detalles en cuanto a su dinámica y tiempo de actividad. Inclusive el sector cordillerano localizado al sur de los 41ºS, en donde la exploración por hidrocarburos ha sido incipiente cuenta con un adecuado nivel de conocimiento básico. Allí las principales fases de construcción orogénica han sido determinadas, sumado a un adecuado conocimiento de la estratigrafía y la estructura (Diez y Subia, 1981; Giacosa y Heredia, 2001; 2004). El segmento entre los 39º y 41ºS en particular ha merecido poca atención debido a la falta de interés prospectivo. Allí se desarrolla una faja plegada y corrida generada en al menos 3 a 4 fases de construcción orogénica. La estructura comprende una serie de láminas en el sector occidental con vergencia oriental (I; Fig. 1) que repiten al basamento paleozoico en el norte y granitoides mesozoicos en el sur y que eventualmente repiten a la secuencia paleocena a eocena (55-42 Ma, serie andesística; González Díaz, 1979) tal como Turner previamente (1965, 1973) notara. Al este de este sector, existe una faja representada por plegamientos y repeticiones a nivel de la secuencia paleocena a eocena, con la misma vergencia predominante anterior (II; Fig. 2). Finalmente un sector oriental (III; Fig. 3) particularmente deprimido, en donde los productos de sedimentación sinorogénicos son acumulados y localmente deformados. La edad de deformación de estas secciones correspondería a una primer fase post¬eocena y pre-miocena, dada por la discordancia angular entre la serie andesítica y la Formación Collón Cura visible localmente (Fig. 2) (Celentano et al., 2008). De todas maneras las secuencias miocenas medias a superiores de la Formación Collon Curá se encuentran deformadas con menor intensidad bajo secuencias horizontales de basaltos pliocenos (Turner, 1965; González Díaz et al., 1990) lo que implica una fase miocena superior superpuesta a la anterior. Hacia el sur del lago Nahuel Huapí, las secuencias paleocenas a eocenas se encuentran en clara discordancia angular respecto de secuencias mesozoicas intensamente deformadas, lo cual implica una fase probablemente cretácica superior, previa a las dos fases terciarias descriptas, que ha exhumado al basamento en la parte occidental no fácilmente discriminable al norte de los 41ºS (Diez y Subia, 1981; Tobal, 2010).  La fase de construcción neógena ha definido una zona triangular a nivel de la depresión de Collón Cura (Fig. 1) que muestra como rasgo distintivo una importante neotectónica contraccional que deforma las bajadas aluviales pleistocenas asociadas y que ha sido poco estudiada. En forma contemporánea se desarrollan estructuras neotectónicas extensionales perpendiculares al frente orogénico. Estas conforman depresiones alongadas en sentido ONO que han constituido vías de avance de lenguas glaciares en la región y que actualmente son ocupadas por los grandes lagos emplazados en el sector  interno montañoso. Estas depresiones tectónicas son asimétricas, presentando bordes escarpados y flexurales de acuerdo a la falla maestra que las controla, controlando el emplazamiento del volcanismo monogénico asociado que cubre amplios sectores de la faja plegada y corrida.