INVESTIGADORES
MONTES Maria Luciana
congresos y reuniones científicas
Título:
El color gley de suelos y paleosuelos: el rol del hierro férrico
Autor/es:
GOMÉS SAMUS M.L; BOFF L.D.; COMERIO M; MONTES M.L.; MERCADER, R.C.; BIDEGAIN J.C
Lugar:
Puerto Madrin
Reunión:
Congreso; 7mo Congreso Argentino de Cuaternario y Geomorfología; 2018
Resumen:
En pedología, los llamados colores gley son aquellos de apariencia verdosa que se dan en niveles con drenaje deficiente. Tradicionalmente este color es atribuido a sustancias cromógenas que contienen Fe2+. No obstante, los resultados de este estudio ponen en entredicho tal afirmación, pues en los suelos y paleosuelos analizados no es el contenido de Fe2+ quien determina el color gley, sino, por el contrario, minerales portadores de Fe3+. Los suelos actuales corresponden a la llanura costera del Río de la Plata y los paleosuelos a sucesiones pleistocenas (ensenadense) de los acantilados de la costa bonaerense. El material parental de los primeros es de origen marino-costero, correspondiente a una marisma holocena. Se hallan a cotas bajas (< 5 m), con escasa pendiente y relieve plano. Los paleosuelos ensenadenses, por contrario, se desarrollaron sobre materiales continentales, tipo loess redepositado en ambientes de planicie de inundación y lagunas someras.Se efectuó una descripción detallada de campo. El color se determinó en campo y en laboratorio (tabla Munsell). Se efectuaron análisis de rutina, observación con lupa binocular y microscopio petrográ4ico, FRX, DRX (incluyendo test Greene-Kelly), propiedades magnéticas, ATD-TG y espectroscopia Mössbauer. La secuencia de horizontes de los suelos de la llanura costera del Río de la Plata es habitualmente A-Bssg1-Bssg2. En algunos sectores, el material parental tiene poco espesor y se observa el contacto con depósitos loessicos (2C) de color rojizo. El matiz de los Bssg varía entre 2,5Y y 5Y. Estos son de textura arcillosa, expansión libre elevada (> 100%) y moderado contenido de materia orgánica (< 1%). El contenido de hierro total es elevado (10%), según espectroscopia Mössbauer domina el Fe3+ (90% del Fe total). Las curvas ATD-TG presentan dos in4lexiones principales: una a 250-280ºC que corresponde a óxi-hidróxidos de hierro, y otra más signi4icativa (450-550ºC) que corresponde aargilominerales. Los parámetros magnéticos evidenciaron dominio de sustancias antiferromagnéticas, atribuidos a goethita. Los difractogramas indican que las esmectitas son los componentes más abundantes. El test de Grenee-Kelly con4irma que las mismas son ricas en hierro, del tipo nontronita/Fe-beidellita (ver más detalle en Gómez Samus et al. 2017). Los niveles gley de las sucesionespleistocenas se componen de horizontes Btssg, BCg y Cg. Son de matiz 2,5Y a 5Y e intercalan con unidades rojizas (7,5YR a 10YR). Los análisis granulométricosindican incremento de la fracción arcilla y de la expansión libre en los niveles gley. Por su parte, los parámetros magnéticos evidencian incremento relativo de sustancias antiferromagnéticas (tipo hematita-goethita). Esto es consistente con el aumento de Fe3+ observado por Bidegain et al. (1996) y Bidegain y Rico (2004) en niveles con el mismo patrón de color en sucesiones pleistocenas de La Plata.La fracción arena 4ina ? muy 4ina presenta pátinas de óxi-hidróxidos de hierro, color amarillo (probablemente goethita), cubriendo parcialmente granos de cuarzo y plagioclasas. El contenido de Fe total es 5-6% (más detalle en Gómez Samus, 2016). De este modo, se propone que el color verdoso de estos materiales es proporcionado por dos cromógenos con presencia de Fe3+: una esmectita rica en hierro (ej. Fe-Beidellita), de color amarillo a verde (Fig.1a), y un óxi-hidróxido de hierro como la goethita, de color amarillo. Estos minerales combinados con componentes grises/negros, como óxidos de manganeso y/o materia orgánica, contribuyen a la generación de colores gley (Fig. 1b).Finalmente, si bien es conocido que ciertos componentes con Fe2+ (ej. vivianita, green rust) pueden otorgar colores verdosos al suelo, en este trabajo se demuestra que los colores gley no indican necesariamente la presencia de minerales con Fe2+. Por ello sugerimos que las consideraciones acercadel color de los suelos se realicen de manera más cuidadosa y teniendo en cuenta que el color es resultado de una compleja sumatoria de variantes.