INVESTIGADORES
GRIPPO vanina
congresos y reuniones científicas
Título:
Tratamiento etiologico de la enfermedad de Chagas cronica: Proyecto Vivir sin Chagas
Autor/es:
GRIPPO VANINA; SERGIO GHIO; P. LOPEZ BERGAMI; LEVIN MJ; GABRIELA LEVITUS
Reunión:
Congreso; XVIII Reunion Anual de la Sociedad Argentina de Protozoologia; 2001
Resumen:
En la ciudad de Añatuya, Santiago de Estero, se inició en el año 2000 el Proyecto “Vivir sin Chagas”, con la participación del grupo Cáritas Diocesana de Añatuya y el laboratorio de Chagas del INGEBI. Este proyecto, financiado por la Fundación Bunge y Born, tiene como objetivo principal implementar el tratamiento etiológico en una región de alta endemicidad y muy carenciada de nuestro país, con el fin de mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Teniendo en cuenta las recomendaciones de la OMS de ofrecer tratamiento tripanocida a los individuos seropositivos en la fase indeterminada para prevenir la aparición de alteraciones cardíacas severas, se propuso: 1) tratar con benznidazol individuos infectados asintomáticos residentes en la ciudad de Añatuya y alrededores y 2) acompañar su evolución clínica, parasitológica y serológica antes, durante y después del tratamiento. Los individuos incluidos en este trabajo fueron evaluados y acompañados por médicos y educadores sociales de la localidad. Se tomaron como criterios de inclusión tener 18-45 años de edad y presentar serología convencional positiva para la infección. El tratamiento consistió en 5mg/kg/día de benznidazol durante 60 días, en tres dosis diarias y todos los individuos que lo iniciaron firmaron el consentimiento correspondiente. Los estudios clínicos, parasitológicos (PCR) y serológicos (ensayos de ELISA) se realizaron antes del tratamiento (T0), después del tratamiento (T1), tres meses (T2) y 6 meses (T3) después del tratamiento y después se realizarán cada seis meses en los años siguientes. De 150 pacientes que finalizaron el tratamiento se analizaron hasta el momento los sueros de 60 seguidos al menos hasta T2. Todos mantuvieron invariables los niveles de anticuerpos anti-T.cruzi después del tratamiento, pero en un 25% de los casos estos niveles comenzaron a disminuir en las colectas subsiguientes. De 67 casos analizados por PCR, sólo el 25% resultó positivo antes del tratamiento. Estos casos fueron evaluados longitudinalmente. De un subgrupo que fue evaluado al final del tratamiento, sólo el 29% negativizó la PCR. Sin embargo, de un subgrupo que fue seguido más allá de T1, el 80% negativizó la PCR a partir de T2. En la mayoría de estos casos no variaron aún los niveles de anticuerpos y en los pocos que lo hicieron la disminución siempre fue posterior a la negativización de la PCR.